En el Hospital Universitario de Caracas el servicio de cirugía cardiovascular tiene dos meses sin operar y más de 800 pacientes en espera
Mónica Duarte
Dos meses han pasado en el Hospital Universitario de Caracas desde que se realizó la última intervención en el área de cirugía cardiovascular. Pero entre los meses de marzo y abril unos 13 pacientes del servicio fallecieron sin alcanzar la operación que requerían.
En los últimos seis meses se han realizado un aproximado de 25 operaciones cardiovasculares, un número que ha venido en descenso y amenaza con estancarse, pues los únicos que han podido ser intervenidos han sido pacientes que no requieren gases arteriales, oxigenadores ni bandejas de tubos valvulados aórticos, insumos que hacen falta.
En 2016 se han hecho solo 25 operaciones cardiovasculares
Anteriormente el hospital intervenía a 300 personas anuales en área coronaria pero desde 2013, cuando se operaron 120 personas, las actividades quirúrgicas comenzaron a disminuir. En 2014 se hicieron 90 cirugías y ya en 2015 se alcanzaron solo 45.
Dentro de la crisis hospitalaria que se ha generalizado, el Hospital Universitario es la única institución pública que realiza este tipo de procedimientos y recibe casos del interior del país y de otros centros en el área metropolitana, teniendo más de 800 pacientes en lista de espera, según informan los médicos.
Sin embargo, desde el mes de junio se encuentra con un solo anestesiólogo cardiovascular, especialista indispensable para los procedimientos quirúrgicos.
Los 30 pacientes que se encuentran hospitalizados esperando sus cirugías denuncian que esta situación ha llevado a la suspensión de las operaciones los días viernes, dejando únicamente los lunes, y que sus turnos se alarguen unos meses más, de llegar los insumos.
Ante esta situación la respuesta de la directora del Hospital Universitario, Antonieta Caporale, que han recibido los afectados ha sido poco efectiva. «Hay unos insumos que vienen en camino desde hace meses, primero dijeron que venían de Alemania, luego llegaron a Puerto Rico y ahora supuestamente ya están en Miami y serán despachados para acá la próxima semana. Pero en seis meses ya van varias ‘próxima semana'», comenta Hector Ríos, paciente del servicio.
En los últimos tres meses los pacientes han organizado cinco protestas y se han reunido con la directiva de la institución, la ministra de Salud y representantes del viceministerio. La última se realizó este martes en las puertas del hospital exigiendo celeridad en sus casos.
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Los insumos se están venciendo
Los pacientes llevan entre tres meses y un año esperando ser operados, en ese tiempo han adquirido una serie de insumos operatorios que requieren para el momento de su cirugía, pero algunos de estos medicamentos ya se les han vencido en las cajas mientras sus cirugías siguen sin fecha.
Llamaron a 0800 salud y nunca les dieron respuesta
Juana Díaz, de 59 años, tiene varios frascos de dobutamina (medicamentos para la descompensación cardiaca) que no podrá usar luego de su cirugía porque se vencieron en marzo de este año.
«El doctor me había dicho que no había problema porque pueden usarse hasta cuatro meses después, pero ese tiempo ya pasó y aún no me operan», comenta. Como ella, Idalia Rodríguez y Marlene Serrada tienen soluciones fisiológicas, nitroglicerina y antibióticos caducados que deberán reponer.
Pero los costos de los medicamentos se han triplicado y muchos de ellos no se consiguen en el país. Los pacientes afirman haberse comunicado por la línea telefónica «0800 Salud», habilitada por el ministerio para la solicitud de medicinas, y no haber recibido respuesta de sus necesidades en ninguna oportunidad.
Han gastado un promedio 600.000 bolívares y temen que la cuenta pueda seguir aumentando. En la última semana los médicos le han dado un nuevo nombre que deben añadir a la lista de insumos que deben poner desde su bolsillo: pleurovac, un dispositivo de drenaje torácico, que hace meses costaba 52.000 bolívares y hoy se consigue en 135.000. Las ampollas de milrinona también aumentaron, de 3.000 bolívares que valían a principios de 2016, a 35.000.
«Ellos se olvidan que si uno está acá es porque no tiene dinero para pagar esas cosas, de broma hay para comer y vivir día a día», comenta Raúl Ron, paciente. Varios de los afectados requieren válvulas aórticas y aseguran que cuestan cinco millones de bolívares en las clínicas privadas, mientras que los procedimientos quirúrgicos completos sobrepasan los 15 millones.
Fotos: Mónica Duarte
Otro de los males que aquejan a los pacientes es la alimentación. Las bandejas que les sirven están casi vacías. A pesar de que les dan las tres comidas las porciones son muy pequeñas y de poca calidad.
«Ya tenemos hasta patologías adicionales por la mala alimentación, ya dos hemos tenido la bacteria helicobacter por el agua del hospital», afirma Mirelis Lugo, quien además perdió 10 kilos en los cinco meses que lleva internada en el Hospital Universitario.
Como ella se encuentra Carlos Medina, en los dos meses que tiene esperando por un tubo valvulado ha adelgazado 23 kilogramos. Los médicos le dijeron que sus insumos tenían un año sin llegar pero él no pierde la esperanza de que los traigan y se mantiene en la sala de cirugía.
Sin guardias nocturnas
A los médicos residentes del servicio de cirugía cardiovascular además de no poder operar les han dejado de cancelar los pagos por las guardias en horario nocturno desde hace año y medio.
La deuda ha hecho que dejen de estar presentes en las noches, situación que ha puesto en otra alerta a sus pacientes pues temen que lleguen los insumos y no puedan ser operados por falta de la supervisión adecuada.
Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a: monicaduarte@larazon.net