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Estilo de vida libre de gluten: lo bueno y lo malo

Hoy en día mucha gente decide comer sin gluten como un estilo de vida, únicamente porque ha comprobado que eliminando el gluten -la glicoproteína presente en la semilla del trigo, el centeno y la cebada- se puede evitar la pesadez estomacal, la urticaria, la fatiga y los dolores de las articulaciones, por nombrar algunos síntomas.BBC Mundo.-  Es probable que mucha gente no conozca la razones por las que hoy somos más sensibles al gluten que hace 20 años.

Al respecto, los especialistas aseguran que no sólo estamos comiendo más gluten que nunca, sino que algunas semillas de esos granos están siendo modificadas genéticamente. La industria de alimentos, además, utiliza el gluten como preservativo para otorgar textura, viscosidad y sabor a muchos productos procesados.

¿Celíacos?

A quienes sufren de este trastorno digestivo, el gluten les provoca una reacción en el sistema inmune que daña la capa que recubre el intestino delgado y dificulta su capacidad para absorber nutrientes.

Si la enfermedad no se detecta a tiempo, puede provocar una severa desnutrición. Actualmente no existen tratamientos para la enfermedad y el paciente debe retirar el gluten de su dieta de forma permanente.

Gluten free es el nuevo fat free

Montserrat Rodríguez, médico nutricionista, asegura que cuando se elimina el gluten, el cuerpo se desintoxica. Eso, sin embargo, no se traduce en una pérdida de peso inmediata.

«Probablemente se puedan perder hasta cinco kilogramos, pero para continuar rebajando hará falta eliminar el consumo de otros alimentos. Lo que sí es cierto es que si no bombardeas al cuerpo con sustancias como el gluten, el organismo descansa, el ejercicio es más efectivo y el agua hidrata y limpia más rápido».

Los productos identificados como gluten free se han multiplicado en los últimos años, como lo hicieron los fat free en su momento. Pero una dieta sin gluten no debería incluir mayoritariamente productos procesados, explica Rodríguez.

Es por esta razón que la oferta de productos sin gluten ha aumentado considerablemente. «Hay gente que con la excusa de que ‘es libre de gluten’ llena el carrito del supermercado con pretzels, pastas, galletas… El mercadeo es bien agresivo y tramposo. Yo recomiendo una dieta sana, no una basada en alimentos que simulan todo lo que tiene gluten«.

Con ella concuerda Diane Hoch, consejera nutricional certificada y fundadora de The Food Evolution, un programa de asesoría sobre alimentación saludable en línea.

«La comida procesada está llena de azúcar, grasa y carbohidratos, tenga o no tenga gluten«, dice a BBC Mundo.

«Por eso hay que comer frutas, vegetales, legumbres, nueces, semillas, comida de verdad. La gente dice que no tiene tiempo para cocinar, pero no hay excusa», sentencia.

Puede leer más en: Comer sin gluten, más que una moda pasajera

El gluten es necesario

Sin embargo, para aquellos que no son celíacos el consumo de esta proteína presente en los cereales es fundamental, pues contiene vitaminas del complejo B, vitamina D, calcio, hierro e inclusive zinc y magnesio. No todas estas vitaminas pueden suplementarse, según apuntan algunos especialistas en la materia.

Tampoco hay que perder de vista que una de las características de los alimentos libres de gluten es la cantidad de grasas trans que contienen. Una alta ingesta de este tipo de grasas aumenta los niveles de colesterol malo, lo que a la larga puede provocar episodios cardiovasculares como infartos o arritmias e inclusive taponamiento de las arterias.

Otro de los efectos negativos de seguir una dieta sin gluten ocurre en el tracto intestinal. Al no consumir la fibra de los alimentos ricos en gluten puede producirse estreñimiento o diarrea.

Aunque muchas personas persiguen este estilo de vida libre de gluten para tener una vida más saludable, siempre es recomendable buscar consejo médico para estudiar en cada caso individual si los beneficios son mayores que los perjuicios.