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La autocensura de los medios amenaza el desempeño de los periodistas venezolanos

La autocensura se ha convertido en una practica común en el país después de las reiteradas acusaciones que ha hecho el Gobierno a los medios de comunicación privados por participar en el Golpe de Estado de abril de 2002 y por hacer coberturas tendenciosas del acontecer nacional.

Son varios los directivos de medios de comunicación que han preferido evitar una línea editorial que pueda afectar de alguna u otra manera la gestión gubernamental, incluyendo al Sistema de Medios Públicos que se rige «por los principios de economía, eficacia, eficiencia, efectividad, transparencia y de utilización regional de recursos públicos, en la consecución de los objetivos comunicacionales y de información del Estado”, según reza decreto número 9.422 publicado en la gaceta oficial 40.130.

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Esta situación ha amenazado el desempeño del rol de los periodistas. 

En los últimos días el caso de Alexander Zapata, ex miembro de Venezolana de Televisión, ha sido muy comentado. El antes presentador del noticiero televisivo La Noticia fue despedido en octubre del 2013 por pronunciarse desde Twitter contra el desempeño del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS).

El periodista apeló esta decisión ante las instituciones competentes y luego de cuatro meses de espera, la Inspectoría del Trabajo se ha pronunciado para confirmar su separación del canal.

No ha sido el único periodista despedido por expresarse a través de las redes sociales en contra del gobierno. El comunicador David De Matteis fue removido de su cargo en Globovisión más recientemente, por emitir una serie de tuits que mostraban su oposición a la figura del presidente Maduro.

De Matteis difundió estos mensajes durante la cobertura que realizaba de la rueda de prensa que ofreció el primer mandatario nacional el pasado 21 de febrero. Según el ex reportero de Globovisión, a la ministra de Comunicación e Información, Delcy Rodríguez, no le agradaron sus tuits y fue la que personalmente presionó a los directivos de la televisora para que dispusieran su salida.

La cobertura de los sucesos del 12 de febrero hecha por Globovisión también dio pie para que seis de sus trabajadoras renunciaran a sus funciones dentro de la planta televisiva: Cecilia Colmenarez y Elizabeth Gaona que se desempeñaban como coordinadoras de información y las periodistas Gabriela Onetto, Jésica Morales, Beatriz Adrián y Aymara Lorenzo.

La ex periodista de la planta televisiva Mariana Reyes aseguró vía Twitter que los periodistas de la “antigua Globovisión” estarían evaluando una renuncia masiva.

Después de la compra de Globovisión por Raúl Gorrín, un empresario que ha sido ligado a sectores del gobierno, otros periodistas de abierta tendencia opositora como Jesús Torrealba, Ana Karina Villalba, Gladys Rodríguez, Román Lozinski, Carla Angola, Kiko Bautista, Leopoldo Castillo y Nitu Pérez Osuna también se desligaron del canal. Unos por decisión propia, otros por ser despedidos.

Asimismo, en noviembre de 2013 el periodista Omar Lugo, quien era director del impreso El Mundo Economía y Negocios (EMEN), fue despedido al negarse a cumplir la petición de cambiar la línea editorial del diario y limitar la cobertura que venía haciendo el periódico de los temas económicos. EMEN forma parte de la Cadena Capriles, que también edita Últimas Noticias, y fue adquirida el año pasado por Latam Media Group, vinculada también a empresarios oficialistas.

Portadas_UN_BajaEl ‘blackout’ informativo sobre los sucesos del 12 de febrero  -como calificaron algunos a la falta de cobertura de las protestas en la televisión  y a la salida del canal colombiano NTN24 de las cableras por decisión del Ejecutivo-  afectó igualmente a los trabajadores de Últimas Noticias, el impreso nacional de mayor tiraje. Aunque no se ha hecho público que alguno de sus periodistas haya sido removido de sus funciones, un grupo de 96 de ellos sacó un comunicado el 13 de febrero en el que denunció que fue realizado un cambio de última hora en la primera página de la edición de ese día con el que no estaban de acuerdo. Se sustituyó la información sobre los fallecidos en Parque Carabobo, como titular principal, por declaraciones del Presidente Nicolás Maduro, en las que denunciaba un supuesto golpe de Estado en su contra.

“Los periodistas de la Cadena Capriles que aquí firmamos, queremos hacer pública nuestra inconformidad por la línea editorial que ha sido impuesta por los nuevos dueños de esta empresa, que ni siquiera han tenido la valentía de dar la cara frente a sus trabajadores” dijeron en el comunicado.

Otro incidente que ha encendido las alarmas de las instituciones internacionales, dedicadas a velar por la libertad de expresión y el libre ejercicio de la prensa, fue la suspensión de las credenciales de la periodista de CNN Patricia Janiot y su equipo para ejercer dentro del país.

El rol del periodista venezolano hace ya un tiempo que se ve afectado por la polarización y la lucha política en el país. En abril de 2002 también fue muy conocido el caso del actual ministro de Turismo, Andrés Izarra, que se desempeñaba como Gerente de Producción del extinto canal Radio Caracas Televisión. Izarra hizo pública su renuncia a la antigua planta televisa de la equina de Bárcenas aduciendo conflictos éticos con la línea editorial del canal, de oposición extrema al gobierno del difunto presidente Hugo Chávez.

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