Los trabajadores de Ipostel protestan hasta la Vicepresidencia de la República por el cierre técnico de esa institución.
Así lo anunció este jueves Albín García, secretario de Reclamos del sindicato de Ipostel, quien aseguró que los trabajadores no negociarán y se mantienen firmes en sus exigencias, que incluyen la destitución de toda la directiva del organismo, encabezada por el licenciado Carlos Joa Vásquez, sí lo informa la web de Últimas Noticias.
Al menos 200 trabajadores se movilizaron desde la sede de l Instituto Postal Telegráfico (Ipostel), ubicada en la avenida San Martín, hasta el edificio de la Vicepresidencia de la República, en la esquina Carmelitas.
De acuerdo con reportes en la red social Twitter, los manifestantes exigieron el pago de pasivos laborales y la dotación de insumos para reactivar las operaciones.
Asimismo, solicitaron la destitución del presidente de la compañía, Carlos Jao.
García, junto al grupo de empleados que mantienen tomadas las instalaciones de Ipostel, denunció “fraude contra las personas que han enviado encomiendas internacionales”.
“Desde hace seis meses el presidente de Ipostel prohibió los envíos, y hay 35 toneladas de encomiendas represadas en los camiones que nunca salieron de aquí y a las que les ponen una calcomanía para hacerles creer a los clientes que el paquete fue devuelto en el país de destino”, reveló.
Precisó que, para la devolución de los paquetes, el cliente debe hacer el reclamo y, luego de un engorroso procedimiento, se le obliga a cancelar un importe extra, desconociendo que esa persona ya había pagado para el envío que nunca se realizó.
Aunado a ello, García indicó que internamente se alegó que no se enviaron las encomiendas porque las líneas aéreas estaban colapsadas, cuando la realidad es que “Ipostel le adeuda 2,5 millones de dólares a Lufthansa e Iberia”.
“Ipostel está técnicamente quebrada y no hay forma de prestar el servicio”, aseguró el trabajador Juan Moya, quien agregó que (el presidente) Carlos Vásquez, de manera inconsulta, cerró 6 oficinas, incluyendo la de Carmelitas.
Refirió que se hizo una inversión millonaria con el cuento de sistematizar el servicio y que las máquinas adquiridas por millones de dólares no funcionaron por detalles que obviaron. “Estaban improvisando”, dijo.
Los empleados culpan a la directiva de quebrar al organismo. “El servicio postal sigue siendo rentable y le dejaron el mercado a los privados. Los venezolanos tenemos derecho a comunicarnos”, indicó Moya.
Recordó que nueve mil trabajadores se quedarán en el aire: 6 mil 500 activos y 2 mil 500 en situación de jubilación.
Indicó que antes de estallar el conflicto agotaron todas las vías legales, incluyendo el Ministerio para el Trabajo, pero dijo que no han tenido respuesta. “Seguimos en la espera”.
Los trabajadores de Ipostel elaboraron el martes pasado, en una asamblea, un acta con nueve puntos junto con las autoridades del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y que sería debatida en la presidencia del organismo, pero refieren que aún esperan ser atendidos.
La primera exigencia en el comunicado es la remoción de toda la directiva, punto de honor que, dicen, no negociarán, pues sus miembros “no obedecen al clamor de la masa laboral”.
El resto de los temas son reivindicaciones laborales, como el tabulador de sueldos y la cancelación de los pasivos, así como medidas para reactivar las funciones del organismo postal del país.