Cristophorus Wilhelm Klieuters, el empresario alemán asesinado en el Lobby del Hotel Eurobuilding en Caracas, trabajaba para una empresa de bienes raíces y a otras relacionadas a la perforación petrolera y venía a reunirse con ejecutivos de Pdvsa.
No era la primera vez que Cristophorus Wilhelm Klieuters –el alemán de 57 años de edad muerto de dos tiros el miércoles en el lobby del hotel Eurobuilding– viajaba a Venezuela. De hecho, era cliente habitual de ese hospedaje. Así lo relatan las periodistas Sandra Guerrero y Angélica Lugo en un trabajo para la web de El Nacional.
El día del crimen llegó a Venezuela en el vuelo de Lufthansa 534 procedente de Frankfurt, a las 2:14 pm, aproximadamente. Representaba la empresa de bienes raíces KCI (iniciales de su nombre), así como otras dedicadas a la perforación en la industria petrolera. Se informó que en este viaje tenía previsto reunirse con ejecutivos de Pdvsa. En Alemania ocupó cargos públicos, además de su desempeño en empresas privadas.
Una de las compañías para las que trabajaba contrató el servicio de escoltas para que lo trasladaran desde el aeropuerto de Maiquetía hasta Caracas. Esa empresa de seguridad es propiedad de un general de la GNB que opera con funcionarios activos de ese componente en calidad de guardaespaldas. Uno de esos militares condujo la camioneta Toyota Sequoia mientras que otro –identificado como el sargento ayudante Pedro Jesús Castellanos Tosquero– se encargó de la seguridad de Klieuters, que viajó a Venezuela con un pasaporte diplomático provisional otorgado legalmente por Alemania.
En el tiroteo a las puertas del Eurobuilding cuando la víctima bajaba sus maletas del vehículo, Castellanos se enfrentó a los tres delincuentes que los interceptaron en una motocicleta y una camioneta blanca. Resultó herido de tres tiros, aunque tuvo tiempo de recargar la pistola en el intercambio de disparos con los atracadores.
Presumen que la víctima fue seguida desde el terminal aéreo como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Klieuters usaba un costoso reloj de marca y yuntas de oro.
El delincuente ultimado en el tiroteo tenía una cédula de identidad falsa a nombre de Arnulfo Pérez Morales. En el Saime determinaron que su verdadera identidad es Julio César Corrales Machado, que tenía solicitudes por robo y homicidio intencional, además de registro por hurto genérico. El Cicpc prosigue la búsqueda a los otros dos participantes en el hecho, uno de ellos está herido en el tórax.
Las cámaras de seguridad del hotel grabaron el crimen, registrado a las 3:15 pm. La gerencia del hotel y los funcionarios del Cicpc revisaron el material audiovisual y vieron que el delincuente que fue herido en el abdomen huyó manejando la camioneta y el otro hombre se dio a la fuga en la moto.