En menos de un mes el directorio del Banco Central de Venezuela ha registrado cambios y ahora en su directiva ingresa Marco Torres, ministro de Finanzas. Estos ajustes en la estructura del ente emisor así como del gabinete generan inquietud.
Algunos analistas consideran que la toma decisiones en materia de política económica sigue sin estar clara y en los mercados se percibe la rotación de los cargos como negativa, tal como lo informa la periodista Mayela Armas en un trabajo para la web de El Universal.
Cuando Maduro asumió la presidencia de la República en abril de 2013 puso como cabeza del equipo económico a Nelson Merentes, que además de ministro de Finanzas fue nombrado Vicepresidente del Área Económica. Y tras esa designación, arrancó la fase de diálogo con los privados y los anuncios de flexibilización en materia cambiaria.
Pero en un lapso de seis meses se registró un ajuste en el gabinete y en octubre de 2013 la Vicepresidencia pasó a manos de Rafael Ramírez, ministro de Petróleo, que hasta ahora como medida concreta ha tenido la conformación del mercado alterno de divisas, pues todavía tiene otro conjunto de acciones pendientes.
En paralelo a esa definición de las líneas económicas, los cambios del tren ejecutivo han seguido. Merentes deja el Ministerio de Finanzas para ocupar la presidencia del BCV y Rodolfo Marco Torres, que se desempeñaba como ministro de la Banca Pública, toma las riendas del despacho de las Finanzas y desde este lunes entra al Central en representación del Ejecutivo y reemplaza a Jorge Giordani, que continúa como ministro de Planificación y Vicepresidente de esa área.
Torres se convierte en el primer militar en ingresar al directorio del BCV. En mayo entraron al Banco: Sohail Hernández, Fraklin Méndez y William Cañas. Los tres fueron viceministros.
Alejandro Grisanti, analista de Barclays Capital, señala que con el nombramiento de Torres trata de homogeneizar el directorio, pero agrega que ante las nuevas señas «el mercado está confundido. Dentro del Gobierno hay muchos cambios, y por ello no se genera la toma de decisiones. Para el mercado internacional la alta rotación se percibe como algo negativo».
Estos cambios en el ente emisor se realizan en un contexto de retraso de publicación de los datos de inflación y escasez.