El presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (Alav), Humberto Figuera, aseguró que el problema que tienen las aerolíneas nacionales actualmente es igual o más crítico que en las líneas internacionales. 45% de las aerolíneas venezolanas tiene su flota parada en tierra debido a la escasez de repuestos.
Esta merma en los cupos para volar dentro del país aumentaría las calamidades que ya enfrenta el viajero criollo, que a diario padece largas horas en los aeropuertos, debido a que se ha hecho costumbre que los vuelos internos sufran retrasos de una o más horas. Así lo destaca un trabajo de la periodista Nancy Faría Lugo para la web de Panorama.
A pesar de que en los mostradores de las aerolíneas, por lo general, solo se limitan a responder que “el vuelo está retrasado”, entre los usuarios se maneja que las empresas contratadas tienen pocos aviones y que éstos cumplen tantas rutas como pueden al día.
De acuerdo con una encuesta realizada a través de Panoramaweb, referente al tiempo de retraso en los vuelos nacionales, un 42% de quienes respondieron aseguran que han pasado hasta seis horas a la espera para abordar y viajar, otro 14% cuatro y 14% más hasta 5 horas.
Estas estimaciones complementan las declaraciones hechas por la Alav, en las que se detalla que “45% de las aerolíneas venezolanas tiene su flota parada en tierra debido a la escasez de repuestos”. Es decir, hay menos naves, pero hay más vuelos.
En entrevista con el mismo diario, Figuera subrayó que “de no darse una solución inmediata tendremos una reducción importante de asientos para la temporada julio/agosto 2014”. Según explicó el representante del sector, la situación está tan crítica que “algunos aviones (que están parados) están siendo ‘canibalizados’ para mantener otros operativos”.
“Es mi criterio personal y que no descartaría que muchas aerolíneas estuvieran obligadas a suspender operaciones en muchas de sus rutas”, agregó Figuera ante la cercanía de la temporada vacacional y debido a que no se ha planteado en conjunto con el Gobierno alguna solución a corto plazo.
Aún así, al consultar a agencias de viajes de la región, se conoció que actualmente “sí hay disponibilidad de cupos para lugares nacionales” para julio y agosto. Sin embargo, acotan que hacia aquellos sitios turísticos de mayor preferencia “no hay mucha disponibilidad”.
De ocurrir lo que ha advertido la Alav, se afectaría a cientos de viajeros. Según fuentes extraoficiales, en el país existen unas 120 aeronaves para cubrir las rutas nacionales, pero de ellas había —en mayo pasado— 40 paradas por salidas planificadas y la mayoría por falta de repuestos. Al problema se suma que 90% de las naves que hacen transporte nacional privado tiene más de 15 años en funcionamiento.
A la fecha, la Alav asegura que es de 45% la flota en tierra, lo que representaría que la cantidad varada subió a 54 aeronaves fuera de servicio. Alav reiteró que “las aerolíneas nacionales están en una crisis (…) porque no fluyen las divisas para cubrir los costos de mantenimiento, repuestos, arrendamientos, seguros y sistemas de reservación”.
Sobre la necesidad de mejorar la flota nacional está consciente el Gobierno nacional desde el año pasado, ya que el anterior ministro de Transporte Acuático y Aéreo, Hébert García Plaza, aseguró a finales del 2013 que la instrucción de la Presidencia estaba orientada a colaborar con el sector privado para la adquisición de aeronaves.
En ese momento, destacó que “el plan contempla adicionalmente la adquisición de 10 aviones para rutas regionales, y a tal efecto se evalúan los ATR y los Bombardier Q400, que también serán usados para conexiones a las islas del Caribe, aeronaves que se sumarían al proceso de adquisición, que ya está en marcha, de 20 aviones Embraer para la estatal Conviasa que darán cobertura a rutas nacionales e internacionales”.
Este compromiso se ha visto cumplido a nivel de la flota del Estado, pues Conviasa dispone de nuevas naves que le permiten abrir más rutas. Sin embargo, la situación planteada por la Alav en rutas privadas persiste.
Los problemas que atraviesan las rutas nacionales se suman a los existentes para salidas internacionales, en las que hay reducción de frecuencias, escasos cupos disponibles y altos costos de boletos para distintos destinos.