El precio de la gasolina no ha variado, en bolívares nominales, desde 1998
Génesis Betancourt.- El amplio subsidio que se le otorga a los combustibles en Venezuela ha generado que los estados financieros de Petróleos de Venezuela se representen en números rojos en sus finanzas. Los costos de producción y comercialización no superan, ni se acercan a los precios «significativamente bajos» de los combustibles.
La venta de combustibles a precios regulados, el valor no recuperado de algunos activos de refinación y la venta para el mercado domésticos generaron, en 2013, un balance que sumó un total de 15.193 millones de dólares de gastos y costos sin recuperar.
A pesar de que la cifra del reporte de 2013 es superada en 2,4% por la de 2012, que alcanzó los 14.564 millones de dólares; las pérdidas ocasionadas por el subsidio de combustibles en 2013 superaron en 48% a las de 2011, calculadas en 10.245 millones de dólares.
La venta de gasolina representa unos 7.500 millones de dólares en pérdidas al año, con una demanda de aproximadamente 300 mil barriles diarios, reporta Petróleos de Venezuela.
El mismo precio desde 1998
El economista Pedro Luis Rodríguez señala, en su ensayo Subsidios a la gasolina: lecciones de Irán y Nigeria, que actualmente Venezuela mantiene el precio más bajo en gasolina del mundo. «Mientras el precio de exportación supera los US$ 0,64/litro, en el país permanece a US$ 0,02/litro, incluso por debajo del costo promedio de producción, el cual se estima en US$ 0,07/litro», explica.
En 2013, la demanda local de combustibles aumentó en 3,2% y cerró con un promedio de 703 barriles diarios. Ello señala un importante crecimiento del mercado interno con respecto a las cifras del reporte de 2011 que cerró con 646 barriles diarios otorgados al mercado interno. Se produjo un alza del 8,8% del consumo interno de crudo.
Ello no necesariamente es un problema. Sin embargo, Pedro Luis Rodríguez expresa que el subsidio no se justifica, «ni desde el punto de vista de la eficiencia, ni desde el punto de vista de la equidad». Se refiere al caso de Venezuela como una forma de promover el derroche de petrólero en el mercado interno, el deceso de la eficiencia energética y la reducción de barriles disponibles para la exportación.
El economista señala que, pese a que todos los venezolanos se pueden ver beneficiados por el subsidio, realmente quienes más obtienen provecho son aquellos que más consumen, es decir, los hogares de mayores recursos.
