Omar Estacio
Fuentes del sector indican que en Venezuela se puede construir de dos formas, o para el Gobierno o con los materiales garantizados de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV)
Dailyn Sánchez.- El presidente de la Cámara Venezolana de Construcción (CVC), Jaime Gómez, afirmó en un entrevista en la emisora Unión Radio que la situación es “compleja” y el abastecimiento de los materiales y los insumos es el “tema más crítico”.
Gómez explicó que tras la nacionalización de las plantas de cemento, la producción ha bajado considerablemente. «El cemento y la cabilla que se producen en Venezuela no es suficiente», aseveró.
Sin embargo, los constructores de la GMVV describen un escenario distinto. El representante en Venezuela de la empresa turca Summa, Ibrahim Eser, dijo que la compañía construye 3 mil 88 viviendas de la GMVV, de las cuales han concluido 2 mil 500 en los últimos 20 meses sin ningún problema con los materiales.
Por otro lado, el gerente de proyectos en la construcción de un centro comercial en Caracas, Carlos Lascurain, reveló que ahora debe tener cinco proveedores de concreto, cuando antes tenía uno, y ver quién le puede despachar cada semana.
Lascurain explica que se ha vuelto cotidiano decidir si sustituir cabillas (varillas de acero) de 5/8 pulgadas, que en este momento están agotadas, por unas de 3/8 antes de que desaparezcan y tenga que paralizar una construcción que ya lleva 92 días de retraso.
Según Gómez, en el sector privado la escasez del material “es un problema sumamente grave” y para conseguirlo se tiene que pagar “8 o 10 veces el precio regulado”, por su parte Summa importa de Turquía y se apoya en el suministro de la empresa estatal de materiales Construpatria.
GMVV y Construpatria
En 2011, el expresidente Hugo Chávez inició un programa social de construcción denominado Gran Misión Vivienda (GMVV) con el que se propuso dar respuesta al déficit de viviendas del país, tras unas lluvias que dejaron miles de damnificados.
En febrero de 2012, Chávez decretó que las empresas dedicadas a la extracción, producción, venta y transporte de materiales de construcción debían dar prioridad a la GMVV para abaratar costos y acelerar la resolución del problema de la vivienda, y desde entonces la mayor parte de producción del país va destinada a ese fin.
La Gran Rosinés, una cooperativa que lleva el nombre de la abuela de Chávez y se dedica a la fabricación de bloques de cemento, recibe el suministro del Estado para la producción y vende un 95 % de su producción a Construpatria, dejando un 5% para privados.
