Sierra Leona inició este viernes un toque de queda que obliga a todos los ciudadanos a permanecer en sus casas durante los próximos tres días, una medida con la que el Gobierno pretende contener la expansión del virus del Ébola en el país, donde ya han muerto 562 personas a causa de esta enfermedad.
Durante la cuarentena que será efectiva hasta el próximo domingo, cerca de 30.000 voluntarios acudirán casa por casa para identificar a las personas enfermas, repartir 1,5 millones de pastillas de jabón e informar a los ciudadanos sobre las medidas para prevenir el ébola, explicó el Gobierno en un comunicado.
Con esta medida, las autoridades esperan poder descubrir cientos de nuevos casos, ya que muchos enfermos de ébola no han acudido a los hospitales por temor al escarnio público, algo que está dificultando enormemente las labores para contener el virus.
Por eso, el Gobierno ha preparado nuevos centros de tratamiento para poder acoger a una nueva oleada de pacientes en los próximos días.
Aunque este toque de queda ha sido criticado por algunas organizaciones internacionales y algunos ciudadanos, hasta el momento no se ha registrado ningún incidente.
“Nos quedaremos dentro de casa los próximos tres días para que los trabajadores de atención de salud intenten controlar el virus que sigue matando a personas”, afirmó a Efe Tony Mensah, un ghanés que vive desde hace 30 años en Freetown, la capital de Sierra Leona.
“Si somos capaces de controlar el riesgo de transmisión del virus, su capacidad de arrebatar más vidas será destruida y más gente podrá sobrevivir”, señaló a Efe Miatta Bangura, residente de la localidad de Kenema, en el este del país.
No obstante, otros residentes criticaron esta medida que consideran que “no hará otra cosa que exacerbar una situación ya precaria”.
Médicos Sin Fronteras también criticó esta medida gubernamental, al asegurar que “los encierros y las cuarentenas no ayudan a controlar el ébola, lo único que hacen es minar la confianza entre los ciudadanos y los responsables de la salud pública”.
Para garantizar el cumplimiento de este “cierre” del país, un amplio dispositivo policial patrullará en lugares estratégicos, según detalló el Gobierno.
Sierra Leona, con 1.673 casos, es el segundo país de África Occidental donde se han registrado más enfermos de ébola, de los que 562 han muerto.
Este brote de ébola, el primero que se detecta en África Occidental, surgió el pasado mes de marzo en Guinea Conakry y se extendió posteriormente a Liberia, Sierra Leona, Nigeria y Senegal.
Desde entonces, 5.335 personas han sido contagiadas por el virus, de las cuales 2.622 han fallecido, según el último recuento divulgado ayer por la Organización Mundial de la Salud.
El ébola, que se transmite por contacto directo con la sangre y fluidos corporales de personas o animales infectados, causa hemorragias graves y puede tener una tasa de mortalidad del 90%.