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Mitos “modernos” para privatizar al país

Mitos modernos

La reforma de Peña Nieto tiene la misma orientación de la que se hizo en Colombia en 2003 con Álvaro Uribe Vélez: favorecer a las multinacionales hasta más no poder


 

Por Julián Rivas

Mucha gente cree que los mitos son propios de la antigüedad. No, están a la orden del día y de las gruesas chequeras. En Venezuela, para no ir lejos, hay mitos modernos, muy sugestivos, especialmente los usados por grupos económicos y sus medios de comunicación, con el claro objetivo de descalificar el proceso político instaurado en 1999 y dar paso a un gobierno de las oligarquías tradicionales. Por eso es que es básico derrotar electoralmente en 2015 a la Mesa de Unidad Perrorabiosa y todas sus variantes colaboracionistas con el anglosionismo imperial.

Un ejemplo, el copeyano y neoliberal José Ignacio Moreno León, quien escribe en el diario “El Mundo”. Su objetivo indiscutiblemente es deslegitimar las propuestas económicas del Ejecutivo y las leyes que rigen la materia. Moreno está resteado con el modelo de Washington, como todo derechista. Siempre suelta sobre Venezuela un látigo de palabras con el fin de descalificar: rentismo, clientelismo, populismo, estatismo. Es que en Venezuela tenemos una clase media transnacionalizada y una intelectualidad aburguesada y amante de le que viene del norte, no hay nada de qué sorprenderse, el caldo está hecho.

Moreno León aplaude la reforma petrolera mexicana que le quita a Petróleos de México (PEMEX) el control de la industria, mediante maniobra apurada del presidente neoliberal Peña Nieto. Moreno recuerda que el dictador Porfirio Díaz, “en 1901 promulgó la Ley de Petróleo para impulsar esa acción dando facilidades a los inversionistas nacionales y foráneos, mediante el sistema de concesiones, para su participación en la exploración y explotación”. Luego “frente a un complejo conflicto laboral y ante la intransigencia de las empresas para resolverlo, las mismas fueron nacionalizadas y el gobierno asumió el control de la industria cuando, el 18 de marzo de 1938, el presidente Lázaro Cárdenas expropió esas empresas. El 7 de junio de ese mismo año promulgó la creación de Pemex como compañía estatal para explotar y administrar, con carácter monopólico, los yacimientos de hidrocarburos del estado mexicano. Todo ello fundamentado en el histórico artículo 27 de la Constitución (reformado en noviembre de 1940) para eliminar el régimen concesionario y mantener el control absoluto del Estado sobre la explotación de los hidrocarburos”.

Como el otro yo del doctor Merengue, el señor Moreno León ofrece para Venezuela un modelo petrolero al gusto de las multinacionales. Es curioso, en “El Mundo” también escriben quienes quieren desmontar la Ley del Trabajo vigente en Venezuela.

Pero, por qué el diario “El Mundo” no busca otras fuentes para abordar esta reforma petrolera mexicana. No le interesa. La reforma de Peña Nieto tiene la misma orientación de la que se hizo en Colombia en 2003 con Álvaro Uribe Vélez: favorecer a las multinacionales hasta más no poder. Qué sorpresa: A mediados del año pasado, 30 de julio, el secretario mexicano de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, destacó los «avances relevantes en la modernización energética» que ha tenido Colombia en años recientes a través de una «exitosa reforma» del sector, según reportó la prensa.

Palabras, palabras, como cuando la privatización de Cantv en tiempos de Pérez II. Qué casualidad, en Colombia y ahora en México, aparece como lobo sediento la petrolera Pacific Rubiales, del grupo sionista Israelí Sinergy Group, de German Eframovic, , muy conocido por Henrique Capriles, José Guerra y los viejos caimacanes del petróleo venezolano, como Calderón Berti o Luis Giusti. Parece que Moreno León es del combo uribista.

Pero qué bueno el debate. Vea lo que dijo el Observatorio Ciudadano de Energía, de México sobre la reforma de marras: “La ciudadanía ha contemplado, azorada, la rapidez (fast track) con la que recientemente se modificó el contenido principal de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En unas cuantas horas se destruyó, en perjuicio del interés general, lo que al país le costó décadas de lucha y de experiencia productiva. Mediante la consumación del trámite legislativo de la denominada reforma energética, en un proceso acelerado al grado extremo, la clase política mexicana en turno dejó en ruinas algunos de los postulados más importantes de nuestro pacto social, entre los que destacan la soberanía nacional y también la de los estados de la República Mexicana. No solo se cambió la norma sino que fueron agredidas de manera perversa varias de las piedras miliares de nuestra convivencia social. Nos indigna la anulación de nuestra democracia en sus términos esenciales y ver que lo que se nos presenta como un proceso democrático es, en realidad, una imposición de carácter oligárquico. Los gobernantes nos hablan como ciudadanos pero nos tratan como vasallos”, advierte.

“El resultado de esta reforma privatizadora deja ver claramente que la clase política predominantemente priísta y panista se subió al ‘carro de la globalización’-junto con la oligarquía mexicana y las empresas transnacionales. De ahí que seguramente también participará como postora en la venta de Pemex y la CFE. Uno de los aspectos más nefastos de esta reforma es el otorgamiento de derechos al capital nacional y extranjero sobre el subsuelo y las aguas nacionales”, agregan.

De mitos burgueses está llena Venezuela hoy. Unos lanzados por ahí como el que no quiere: “Chávez se murió, olvídate del socialismo”. U otro: “Hay que darle cauce a la empresa privada para que vengan inversiones, ofrecer atractivos”. Ponen el acento en la “flexibilización laboral”, que para el trabajador es como andar con calzancillos con ligas flojas.

Una reciente entrevista que le hizo un periodista Luzinchi al viejo Miquilena, por orden del Nelson Bocaranda, está llena de mitos. Los medios conforman mitos súper malos y los usan como ideas avanzadas. Casualmente el viejo Miquilena es como esos mitos antiguos de la muerte y el desmembramiento: el señor Bocaranda y Carlos Croes recogen sus pestíferos restos y los recomponen como si se tratara de un Uslar Pietri. ¡Abusadores!

Caramba, no queda espacio para comentar la entrada de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU, la consiguiente derrota gringa, y también la turca, dado que el gobierno de Ankara esperaba entrar el organismo y perdió con España, mal menor.