La SpaceShipTwo, la nave desarrollada por Virgin Galactic para llevar turistas al espacio, se estrelló este viernes durante un vuelo de prueba en el puerto aeroespacial de Mojave, en California, Estados Unidos.
Uno de los dos pilotos abordo falleció y el otro está gravemente herido, según informó la Patrulla de Carreteras de California.
Los responsables de Virgin Galactic, empresa propiedad del multimillonario británico Richard Branson, explican en un comunicado que «ocurrió una anomalía seria» que provocó la pérdida de la aeronave durante un vuelo de prueba este viernes.
Este accidente se produce después de que el martes, el cohete Antares, de Orbital Siences y subcontratado por la Agencia Espacial Estadounidense (NASA, por sus siglas en inglés), explotara en el estado de Virginia.
Virgin Galactic lleva meses realizado pruebas con sus naves en el desierto del Mojave, según destaca desde California el periodista de BBC Mundo Jaime González.
La compañía de Richard Branson llegó a un acuerdo con la Agencia de Aviación de EE.UU. (FAA, por sus siglas en inglés) en mayo, en el que se allanaba el camino para el envío de turistas al espacio en viajes suborbitales.
El acuerdo establecía cómo estas misiones utilizarían el espacio aéreo estadounidense, aunque aún se no daba todavía luz verde al inicio de los viajes.
Este accidente será un duro golpe para Virgin Galactic, compañía que quiere ser pionera en el envío de turistas al espacio. David Shukman, editor de ciencia de BBC, señala que la pérdida de la SpaceShipTwo, podría hacer que los famosos que se han apuntado a la lista de espera para participar en los viajes suborbitales, se lo piensen dos veces.
Richard Branson le dijo a la BBC que confiaba en mandar a los primeros turistas al espacio a finales de este año, algo que tras este accidente parece poco probable que vaya a suceder.
Viajar al espacio costaría 200 mil dólares
La intención de Virgin Galactic es lanzar sus viajes espaciales desde el aeropuerto espacial que construyó en el estado de Nuevo México –bautizado como Spaceport America- y que fue diseñado por el reconocido arquitecto Norman Foster.
Antes de viajar al espacio los astronautas-turistas recibirán tres días de entrenamiento para verificar su salud física y mental.
La astronave será llevada por un avión más grande hasta una altura de 15.000 metros, para ser soltada, encender sus motores y acelerar a 4.000 kilómetros por hora en menos de un minuto para ir dejando la atmósfera hasta alcanzar una altura de 110 kilómetros.
El precio del billete rondará los US$200.000 y ya hay unas 800 personas apuntadas a la lista de espera.