Enrique Meléndez
Rodrigo Peraza, economista y ex jefe de la Oficina Central de Presupuesto, considera muy subestimada la cifra a la cual asciende el presupuesto nacional para el año 2015, que se ubica en 742 mil millones de bolívares, sobre todo cuando el presupuesto 2014 se aproximará a los 990.000 millones de bolívares, y se visualiza una inflación mínima de 80%.
Por otra parte, al referirse a la ingeniería financiera que se siguió para el traslado de 4 mil millones de dólares del Fondo Chino a las reservas internacionales, el director de postgrado de Finanzas Públicas en la UCAB hace ver que la operación se hizo de un modo tan artificial que “los fondos no reúnen los requisitos de liquidez y libre disponibilidad para constituir verdaderas reservas”.
El ejercicio fiscal que preparó el Ejecutivo para 2015 por primera vez se acerca a una cifra real, en lo que se refiere al cálculo del barril de petróleo, pues se ubicó en 60 bolívares. ¿Esto ha ocurrido en forma accidental o porque le salió al gobierno hacerlo?
— Sobre las intenciones que subyacen en el interior del cuerpo social y, específicamente, en el submundo que maneja las finanzas públicas en Venezuela, prefiero no elucubrar conjeturas, pero lo que es cierto es que la estrategia que venían desarrollando en estos años de colocar un precio fuera de la realidad, a fin de redistribuir el diferencial, que era otro presupuesto, fuera del alcance de las normas aplicables, creían ellos, sólo al primero, y así reducir los aportes del Situado Constitucional a las gobernaciones y alcaldías, esta vez pareciera que no les va a funcionar. Ya sea por carambola o por una mayor percepción de la realidad, el segundo presupuesto va ser muy limitado y no alcanzará para completar las subestimaciones y los pasivos ocultos que están fuera del Proyecto de Presupuesto 2015.
¿En qué otro aspecto el prepuesto de 2015 se diferencia del resto de ejercicios fiscales, que el gobierno ha venido presentando año a año?
— No vemos cómo se podrá remendar un Presupuesto 2015 de 742 mil millones de bolívares, que asumimos será aprobado por la Asamblea tal cual, como ha sido la tradición del régimen, cuando el Presupuesto 2014 terminará con un acordado que se aproximará a los 990.000 millones de bolívares, y se visualiza una inflación mínima de 80%. De poco valdrá que el primer mandatario ordene reducir en 20% los gastos suntuarios, los cuales tendrían que eliminarse bajo criterios de un administrador responsable, eficaz y transparente como exige la Constitución.
En consecuencia, estaríamos cerrando un ciclo de indisciplina presupuestaria, y abriendo otro de contracción del gasto por la falta de recursos. Eso es lo que nos dan los números. Pero será muy doloroso porque primeramente, el aparato administrativo público ha crecido de forma irracional. Todo el tiempo el presidente crea nuevos entes, organismos y altos funcionarios. Es allí donde tiene que comenzar a funcionar la tijera; después tiene que extenderse a la revisión exhaustiva de cada uno de los renglones, colocando la lupa en aquellos que son suntuarios, ineficaces y totalmente improductivos.
¿Por qué el Seguro Social Obligatorio (SSO) no paga las pensiones del fondo que tiene constituido y se nutre con los aportes de empleados y empleadores, y se lo carga al Presupuesto Público? ¿A qué criterio de equidad obedece que dentro de la administración pública muchos perciban pensiones de muerte y a unos pocos privilegiados se las homologan? ¿No le meterá la tijera a los gastos militares? Tenga la seguridad que este ejercicio fiscal 2015 tendrá características diferentes por imperativo de las circunstancias. Y porque nace desequilibrado. Además, creo que no podrán continuar monetizando el déficit fiscal porque el Banco Central de Venezuela (BCV) perderá capacidad de financiamiento; tomando en cuenta que PDVSA tendrá dificultad para repagar los enormes préstamos que le ha hecho el ente emisor.
¿Cómo está repartido el presupuesto en esta oportunidad, a propósito de la parte que será cubierta con los ingresos fijos ordinarios y la parte de los créditos?
— Los ingresos corrientes ordinarios contemplados en el Proyecto de Presupuesto 2015 ascienden a 641 mil millones de bolívares, de los cuales 517 mil millones (81%) provendrán, primero, del IVA con unos 311 mil millones de bolívares; le sigue el Impuesto sobre la Renta con 262 mil millones de bolívares y los completan los derechos de importación con 36 mil millones, y otros, entre los cuales, tienen alguna significación relativa los impuestos de cigarrillos y licores con 28 mil millones y al consumo de gasolina y otros derivados del petróleo con 5 mil millones, igual al estimado del Presupuesto Original 2014.
De manera que el resto hasta llegar a los 742 mil millones de bolívares tendrán que provenir de endeudamiento 101 mil millones de bolívares. Pero como este Presupuesto contiene una gran subestimación, si únicamente se quisiera llegar a un nivel de gastos nominales similar al que se estima que cerrará 2014, faltarían unos 350 mil millones de bolívares más. ¿De dónde los sacarán? Pero es que si consideramos la inflación estimada por los economistas de 80% y no la que el gobierno desearía de 25/30%, y solo tratando de mantener el gasto contraído, sin aumentos salariales ni reconocimiento de pasivos laborales, ni subida de las pensiones del SSO, ni pago de los intereses de la deuda interna, se requerirán por lo menos 300 mil millones más. Esto nos lleva a un Presupuesto sincerado del orden de los 1 billón 300 mil millones de bolívares. Ese monto es imposible de financiar.
En el reparto de la torta, ¿cuál es el sector más privilegiado en el presupuesto 2015?
— La inflación pronosticada por los economistas para 2015 superior al 80% borrará los privilegios que pudieran aparecer en términos absolutos. Todos los gastos van a estar subestimados por la condición irreal de partida ya comentada. En términos relativos sí hay organismos y entes de la administración pública que podrán amortiguar mejor el efecto que otros. Por ejemplo, los sueldos de los funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE), por solo citar uno de varios, son tres y cuatro veces mayores que los del SSO; mientras en el CNE tendrán recursos para pagar unos viáticos razonables, en el SSO simplemente no hay para viáticos.
¿Qué lugar ocupan las partidas de Educación y Salud, y cómo es su relación con respecto a las de los años pasados?
— Dentro del gasto del sector social, el monto mayor corresponde a educación con una asignación de 95 mil 189 millones de bolívares; cuando ha recibido 153 mil 986 millones en 2014. complementados con créditos adicionales; le sigue Seguridad
Social, básicamente, para pago de pensiones que se cargan al presupuesto, cuando debiera ser al Fondo existente para ese propósito, con una asignación de 90 mil 775 millones de bolívares; cuando ha recibido 144 mil 755 millones de bolívares en 2014 con créditos adicionales, y tercero, salud con 54 mil 462 millones de bolívares cuando ha recibido 80 mil 875 millones de bolívares complementados con créditos adicionales, quedando por fuera de este vital renglón conceptos tales como equipos, medicamentos, infraestructura física, deudas con el personal y atención de epidemias y endemias.
En cuanto a la partida para la adquisición de armas, ¿sigue siendo más abultada la parte destinada a la defensa que a la parte destinada a seguridad policial? ¿Hay una racionalidad, con respecto a lo que es más prioritario?
— La inversión en armamento del Proyecto de Presupuesto 2015 totaliza 3 mil 341 millones, de acuerdo a una cifra que logré conseguir de fuente confiable; pero no tuve la misma suerte con respecto al año 2014, al desconocer los créditos adicionales o la parte de la partida secreta de Defensa que pudiera haberse destinado a este fin. Ante esta realidad, preferimos no hacer estimación alguna.
¿Usted pudiera explicarle al público lector de “La Razón” la ingeniería financiera, que se aplicó en lo que se refiere al traspaso de 4 mil millones de dólares del Fondo Chino a las reservas internacionales?
— La ingeniería financiera para abultar las reservas internacionales del BCV de manera artificial es un tanto compleja, pero una triangulación sencilla de comprender. Primero, hay que comprender el esquema de funcionamiento del Fondo Conjunto Chino Venezolano.
Trataremos de resumir el esquema aplicado, con alguna simplificación didáctica, porque explicar la ingeniería financiera requeriría todo el espacio de esta entrevista para ella sola. El Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (BANDES) es el deudor (no la República) de un préstamo por 4 mil millones de dólares, que le otorga el Banco de Desarrollo de China (BDC), a un plazo de 18 meses, para la ejecución de proyectos de desarrollo en territorio venezolano; llevados a cabo exclusivamente por empresas chinas (nunca pueden ser venezolanas o internacionales), según lo establece el Convenio de Cooperación Chino-Venezolano, que crea el Fondo Conjunto Chino Venezolano y la Comisión Mixta de Alto Nivel, que lo regula.
De acuerdo al mencionado Convenio, y a un acuerdo interno entre Bandes y PDVSA, el Bandes no paga dichos préstamos, sino que lo hace PDVSA con exportaciones de barriles de petróleo a la Compañía Nacional de Petróleo China (CNPC); se trata de alrededor de 65 millones de barriles a los precios de mercado, transportados en tanqueros con capacidad entre 1 y 2 millones de barriles. Desde 2009 hasta la fecha, se han otorgado 36.000 millones de dólares en créditos al desarrollo. En la práctica, este mecanismo opera como importaciones de infraestructura desde China, pagaderas con petróleo a futuro.
Una vez que el Bandes recibe los recursos del préstamo en sus cuentas en el BDC de China -los recursos nunca salen de China ni del BDC-, el Banco de Desarrollo de China va pagando a los contratistas chinos mediante depósitos en sus cuentas en aquel país por instrucciones del Bandes. Debido a que los plazos de pago en dólares de las valuaciones de los proyectos no son inmediatos, el Bandes obtiene una liquidez temporal hasta que los proyectos sean pagaderos totalmente.
Sabido esto, el gobierno venezolano, a fin de mostrar una mayor cantidad a la real de divisas en las reservas del BCV, instó al Bandes a realizar con el BCV un acuerdo de venta de dólares con pacto de recompra ( Bandes vende los dólares del préstamo chino al BCV a cambio de bolívares, y el BCV tiene la obligación de venderle las mismas divisas y comprarle los mismos bolívares en un plazo de 90 días), logrando así un efecto artificial transitorio haciendo aparecer que entraron más reservas al ente emisor. Sin embargo dichos dólares siguen depositados en China, pues efectivamente es un préstamo del Bandes y no propiedad del BCV, lo cual entraba en contradicción con la Ley del BCV, por lo cual ayer, 04/12/2014, salió en la Gaceta
Oficial una nueva modificación, cuyo alcance debemos analizar en los próximos días. En efecto, la Ley anterior solo permitía tener reservas propiedad del BCV en bancos de primera línea en países avanzados sin restricciones cambiarias. Ahora, con la reforma, el ente emisor obtendrá artificialmente depósitos cortos como reservas, que son en realidad préstamos chinos otorgados a otros entes públicos como Bandes en China.
En conclusión, las divisas traspasadas temporalmente al BCV y que debe devolver al Bandes, no son de propiedad permanente del BCV, y las mismas se encuentran comprometidas totalmente para empresas chinas por constituir un préstamo del Bandes en el marco del citado Convenio. Por tanto, en opinión de expertos consultados, los fondos no reúnen los requisitos de liquidez y libre disponibilidad para constituir verdaderas reservas. Esta nueva ingeniería de reservas monetarias internacionales habría que ver cómo las percibe el mercado internacional y pone de manifiesto la sequía de divisas del país.
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“El ciclo presupuestario ha perdido toda su fuerza técnica”
La economista Sary Levy afirma que constituye un despropósito el proponer unas premisas iniciales en el presupuesto, como se viene haciendo, para luego ser reajustadas, a medidas que las mismas comienzan a ser desbordadas por la realidad. ¿Qué piensa usted?
— Absolutamente de acuerdo con mi estimada ex Decana de FACES-UCV. He podido averiguar que el ciclo presupuestario, que se iniciaba al principio del año con reuniones de alto nivel técnico entre funcionarios del BCV, de PDVSA, FOGADE, Cordiplán o Ministerio de Planificación, Hacienda o Finanzas y la OCEPRE, ahora ONAPRE, con el propósito de discutir lo que podría ser el comportamiento de las principales variables macroeconómicas en el año próximo, de donde salía una propuesta de ingresos para financiar el Presupuesto sobre el cual se montaba todo el gasto, ya dejaron de realizarse.
En su reemplazo, opera una supuesta oficina o grupo invisible que genera las cifras o premisas iniciales, como el PIB nominal y real esperado, la inflación deseada o meta, las tasas de interés, la producción, exportación y precio promedio del barril de exportación del petróleo, el comportamiento de la oferta y demanda agregada, la tasa de cambio y otras de similar naturaleza, de las que se desconoce su basamento, pero que no aguantan un elemental análisis indagatorio a objeto de verificar su razonabilidad. Los funcionarios de la Oficina de Presupuesto -todos de alta capacidad técnica y con gran disciplina de trabajo- ya no reciben los lineamientos como tal, sino una especie de libreto al cual tienen que adaptarse; aparte de que siempre llega tarde, de manera que el ciclo presupuestario ha perdido toda su fuerza técnica.
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