El primer mandatario cubano, Raúl Castro, hermano líder político revolucionario Fidel, ha anunciado a los cubanos y al mundo entero que, tras una llamada telefónica de alto nivel con el presidente estadounidense Barack Obama ha decidido restablecer relaciones diplomáticas con su antagonista desde la Guerra Fría.
En su alocución, el gobierno cubano ha manifestado su disposición a mantener un diálogo respetuoso, basado en la igualdad soberana, «sin menoscabo de la independencia nacional y la auto derteminación de nuestros pueblos».
Raúl ratificó lo que la prensa estadounidense había informado más temprano la mañana de este miércoles: sostuvo una llamada telefónica con Obama en la que acordó la liberación de Gerardo, Ramón y Antonio, tres espías cubanos presos en Florida, por la liberación de un ciudadano de origen cubano, de varios presos políticos y del contratista estadounidense Alan Gross.
El líder cubano también confirmó que habían conversado sobre el levantamiento del embargo comercial que mantiene EEUU desde hace más de cinco décadas y agradeció y alabó al pueblo cubano por resistir. «Fue una petición siempre hecha por el gobierno cubano, siempre sin renunciar a nuestros principios», destacó.
«Llevamos adelante, pese a las dificultados, la actualización de nuestro modelo económico para construir un socialismo próspero y sostenible», añadió Castro.
En el diálogo, propiciado por el Papa Francisco y facilitado por Canadá, «se ha podido avanzar en la solución de temas de interés para ambas naciones», afirmó el mandatario.
Raúl expresó además el respeto y reconocimiento del pueblo cubano a Obama y agradeció el apoyo del Vaticano y Canadá.
En la misma alocución anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países, que solo distan entre sí por 90 millas. Agregó que espera que «lo principal se haya resulto» y manifestó que, aunque las medidas del bloqueo han sido convertidas en ley, espera que el presidente Obama pueda modificar su aplicación con el uso de su facultades legislativas.
«Proponemos a EEUU la normalización de los vínculos entre nuestros países, basados en el derecho internacional y la carta democrática de la Organización de Estados Americanos», dijo.
Pese a las profundas diferencias en temas de «soberanía, democracia y Derechos Humanos estamos dispuestos a dialogar», sentenció y seguidamente exhortó a los EEUU a remover «los obstáculos que restringen nuestra relación, relativos a los viajes, correo postal directo y telecomunicaciones».