“El gran golpe en Venezuela se está dando en este instante cuando unos padres necesitan llevarle a sus hijos un pote de leche y simplemente no lo consiguen”
Por Edgardo Agüero S.
“Antonio fue secuestrado por un grupo de encapuchados por los que fue sacado violentamente de sus oficinas. Eso fue un despliegue de fuerza realmente desproporcionado. Llegaron arremetiendo y destrozándolo todo sin ninguna orden de nada, porque al momento del secuestro supimos que no había ninguna orden judicial. Ni siquiera sabíamos quién se lo estaba llevando, pensábamos que un grupo policial del gobierno, aunque no lo sabíamos a ciencia cierta”. Mitzy Capriles, esposa del alcalde metropolitano Antonio Ledezma, recuerda así los sucesos del pasado jueves 19 de febrero cuando efectivos del Sebin apresaron a su cónyugue.
“A su esposa y sus familiares no se nos ha permitido el acceso al Palacio de Justicia, donde nos encontramos con en este momento con un gran despliegue militar. Están lógicamente atentando contra el principio de que un procesado pueda estar con su familia en momentos importantes como este”, dice en entrevista con “La Razón”.
Según relata Capriles, Antonio Ledezma venía siendo perseguido durante tres semanas y media por organismos de seguridad del Estado. “Evidentemente uno de ellos era el Sebin, y mucha gente de su afecto le recomendaba cuidarse, y le decía que porque no se resguardaba, que se mantuviera alejado de la vida pública y evitara exponerse lo más posible, pero él simple y llanamente tomó una decisión de vida, y su decisión fue la de seguir luchando, desde cualquier sitio donde pueda estar, seguir luchando en aras y en pro de la democracia de la libertad”.
¿Ha podido comunicarse con su esposo? ¿En qué estado se encuentra él?
— Alrededor de a una de la madrugada logramos verlo su abogado y yo, cerca de doce minutos aproximadamente. Pero sí, en términos generales se encuentra bien, al menos dentro de lo que se espera, a pesar de los empujones y atropellos durante el violento traslado al que fue sometido. Se encuentra en plenas facultades mentales y físicas. El médico forense pudo constatar que tiene dos heridas producto de una operación que se le hizo hace unos meses. En esa oportunidad los medios oficiales se encargaron de decir que él no se había operado sino que estaba de viaje en Aruba.
Estamos frente a un estado de indefensión, porque cuando a usted lo acusan, siendo un hombre honorable como lo es Antonio Ledezma, la máxima autoridad civil de Caracas, y se lo llevan sin un previo pronunciamiento, sin nada que judicialmente conllevara una intención en este sentido, es claro que no están respetando el estado de derecho y en particular el de quienes se oponen al gobierno.
¿Esperaban que en cualquier momento eso podía ocurrir?
— Antonio estaba consciente de que esto podía ocurrir en cualquier momento, sin embargo no se amilanó frente a la inminencia de este hecho.
¿Confía en el proceso que se le pueda seguir a su esposo?
— Estamos frente a una ausencia total de derechos como hemos podido comprobar con este y muchos otros casos, derecho a poder actuar como opositores que somos. Así mismo le ha pasado a Leopoldo López, o en su momento le pasó a Henrique Capriles y otros alcaldes y personalidades de la vida pública. El procedimiento es el mismo en todos los casos: les levantan un expediente porque a lo mejor ese día el presidente se despertó pensando que un pájaro le está volando en la cabeza, en este caso la última versión del pájaro fue un Tucán.
¿Confía usted en la imparcialidad de la justicia en Venezuela?
— Cuando los poderes están secuestrados, cuando un presidente de la república es capaz de anunciar en cadena, en su habitual tono destemplado: “ya sabes, fulano o zutano vas preso”, es inconcebible creer que alguien en su sano juicio pueda pensar que aquí hay separación de poderes. Aquí simplemente el presidente de la república le indica a los jueces, a algunos jueces, qué hacer y qué no hacer. En el caso de Antonio es un proceso que comenzó viciado, porque en qué cabeza cabe eso, salvo que no sea una cabeza calenturienta y con una gran capacidad inventiva y una buena dosis de desesperación, producto de haberse dado cuenta de que el modelo económico que pretenden instaurar aquí no funciona y mucho menos el comunismo o la figura de un socialismo improvisado, inventado por ellos, porque el resultado de lo que tenemos es mayor pobreza, porque los pobres son más pobres, es decir ha habido una igualación por debajo.
Se habla de un presunto golpe…
— ¿Cuándo no?, es el tema recurrente, la cortina de humo, pero el gran golpe en Venezuela se está dando en este instante cuando unos padres necesitan llevarle a sus hijos un pote de leche y simplemente no lo consiguen. El venezolano que requiere remedios esenciales para su salud, para la preservación de su vida y no los consigue. Ese es gran golpe que este desgobierno le está dando al pueblo.
¿Qué es a lo que más le teme en este momento?
— Obviamente el estar en manos de una gente que le impone al poder legislativo, ejecutivo y judicial, a lo que le temo es a que la gente no se dé cuenta de que tenemos que seguir en la calle reclamando nuestros derechos, tenemos que estar en la calle. Si ayer había opositores, hoy hay muchos más opositores, así que si lo que les sale en Venezuela a los que somos oposición es cárcel, Nicolás Maduro va a tener que comenzar a hacer demasiadas cárceles para meternos a todos.
¿Qué respuesta espera de los venezolanos en esta situación?
— Mire, la respuesta que se está dando, aquí hay gente en la calle, aquí estamos las fuerzas públicas, la gente que está consciente de esta dictadura que estamos viviendo, estamos gritándole al mundo cada segundo del día, gritándole en buena y bonita expresión, que debemos que terminar de despertar. Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo López, simple y llanamente lo que hicieron a través del manifiesto fue plasmar en un papel, que es evidente que ha asustado y ha aterrado demasiado al gobierno, lo que está a punto de suceder, y es una transición, porque no se planteó un golpe, se planteó una transición que es por lo que vamos a pasar, gústele, asústele o no le parezca bien a este régimen.
¿En su caso personal, ha recibido amenazas?
— No, la amenaza más grande que uno recibe es la que, cuando uno ve a un grupo de venezolanos, padres, madres, hijos, son asesinados. Esa es la amenaza permanente que pesa sobre los venezolanos. Si una cuarta parte de los ingentes escuadrones que se encontraban apostados en Plaza Venezuela en el Sebin y en el Helicoide, fuesen puestos al servicio de los venezolanos para el resguardo de su integridad, le aseguro que no estuvieran entrando tantos cadáveres en la morgue.
¿Ha habido algún acercamiento hacia ustedes desde algún sector del gobierno?
— No. Ustedes saben que ellos disparan a mansalva. Ellos cuando están aterrados y horrorizados frente a un pueblo que está en la calle, meten preso a unos y tiran un pote de humo para distraer de las necesidades y el agobio de un pueblo que está haciendo tremendas colas para medio llevar los alimentos y artículos de primera necesidad a sus hogares. Este es, repito, el verdadero golpe que se le está dando al pueblo, y el saber que su improvisado modelo económico fracasó.
¿Ha recibido algún tipo de solidaridad de otros países? ¿Quiénes se han comunicado con usted desde el exterior?
— Mire, realmente el apoyo es enorme y gigantesco, están entrando permanentemente llamadas de Latinoamérica, de Centroamérica, hasta de Japón, desde una emisora muy conocida allá, de Alemania, Italia, desde España acaban de entrevistarnos seis canales.
¿Qué panorama avizora en lo inmediato?
— Mire, yo lo he dicho reiterada pero muy responsablemente y en pleno uso de mis facultades mentales: responsabilizo a Nicolás Maduro por la integridad de Antonio Ledezma y el resguardo de sus derechos humanos, que en este momento le están siendo violentados.
Sin noticias del Defensor
¿El Defensor del Pueblo, que por cierto fue designado por Ledezma como jefe de la oficina de derechos en la Alcaldía de Libertador (1996-2000), se ha comunicado con ustedes?
— No, mire, la verdad nosotros no tenemos ni la menor idea de donde está ese señor. Me imagino que él conoce plenamente la atrocidad que se ha cometido en contra de Antonio Ledezma, porque se ha difundido por todos los medios. Me imagino también que él sabe quién es Antonio Ledezma, que se trata de la primera autoridad civil de la ciudad de Caracas, que es alcalde metropolitano electo por casi 800 mil votos.
¿El viceministro de Relaciones Interiores, José Vicente Rangel Ávalos, quien fue importante contratista de la Alcaldía de Libertador en la época de Ledezma (1996-2000), se ha comunicado con usted? ¿Lo ha hecho su padre José Vicente Rangel, acaso?
— Mire, usted sabe que funcionarios de cualquier rango, ministro, o lo que sea que se acerque a alguien de la oposición, le cuesta el cargo, en una palabra, es estigmatizado. En Venezuela hay un salvajismo demasiado grande, lo que nunca jamás en democracia vimos. Adecos, copeyanos, comunistas, miristas, masistas, de cualquier partido, podían tener discrepancias ideológicas y políticas, pero luego se saludaban como gente decente. En este país el empleado público que salude a un opositor es sentenciado por los suyos.
