Estiman que 250 mil profesores ganan menos del sueldo mínimo. El ministro de Educación, Héctor Rodríguez, les informó que no hay recursos para aumentar la tabla salarial
Por Patricia Marcano
Un educador en el más alto escalafón, Docente VI, con más de 21 años de servicio y títulos de licenciado, postgrado, magíster y doctorado, gana un salario base de Bs 8.235. Con beneficios no llega a superar el techo de los 11 mil bolívares. Pero este es el escenario de pocos docentes.
Desde septiembre del año pasado, el sueldo base de los profesionales de la educación, en el primer nivel de la tabla salarial (Docente I), es de Bs 5.556,89 si trabaja 36 horas semanales. El Docente II percibe Bs 5.722 (de 4 a 7 años de experiencia); el Docente III llega a Bs 5.958 (de 8 a 11 años de experiencia); el Docente IV, con 12 y hasta 15 años de ejercicio de la profesión, cobra Bs 6.193 y el Docente V, con posgrado y magíster, apenas llega a Bs 7.133.
Pero si labora 33,33 horas a la semana, ese docente gana Bs 5.144,77 en el primer nivel; Bs 5.297 en el segundo y Bs 5.516 en el tercero. El sueldo mínimo actual es de Bs 5.622.
“La realidad es que tenemos un salario de hambre. Nuestra convención colectiva tiene una cláusula que establece que el salario debe nivelarse en función de la canasta básica y en este momento estamos muy por debajo. Estamos viviendo en una realidad país donde tenemos que comprar productos con sobreprecio porque no los hay, y los educadores tenemos una diatriba, o damos clase o vamos a hacer colas”, sentencia Luz Arias, presidenta del Colegio de Licenciados en Educación del área metropolitana de Caracas.
El sueldo y las condiciones de trabajo de los profesores se ha deteriorado en los últimos 14 años. Aunque la última convención colectiva se firmó en 2013 y aprobó un aumento fraccionado de 75% en dos años (2013-2014), la inflación incrementó esa brecha.
El Centro de Documentación y Análisis Social (Cendas), de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), determinó que el precio de la canasta alimentaria familiar se ubicó en Bs 19.858,07 en febrero, mientras que la canasta básica familiar (toma en cuenta los costos de los servicios públicos, salud, educación, vestido, calzado y vivienda, además de rubros alimenticios) cerró en enero en Bs 31.843.
Yanett Cazorla, directivo nacional del Colegio de Licenciados en Educación, recuerda que el aumento de 75% fue bajo pero se acordó compensarlo con beneficios sociales para los profesores como Mercal, Misión Vivienda y Mi Casa Bien Equipada. Nada de eso se cumplió. “Hemos sostenido más de 23 reuniones con los representantes del Ministerio de Educación y no han dado respuesta, se burlan del magisterio y no reconocen que los educadores estamos en una situación de pobreza”.
En la VII Convención Colectiva de los profesores no se fijó aumento para 2015 pero se dejó una cláusula indicando que al llegar este año debía discutirse un ajuste.
INTERINOS SIN ASCENSO
El presidente de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Orlando Alzuru, explicó que las reuniones comenzaron en 2013, con la intención de solventar varios problemas de los educadores y del sistema educativo. “No hubo avances porque los representantes del ministerio decían que no tenían respuesta ni solución, que solo el ministro podía decidir, y acordamos no reunirnos más con ellos sino con el ministro Héctor Rodríguez”.
El encuentro fue hace dos semanas y aunque llegaron a algunos acuerdos, el tema salarial no fue considerado. “El ministro dijo que no había plata, que el petróleo había bajado a 40 dólares y que por eso no tenía dinero para ajustar la tabla salarial de los educadores. Nosotros no podemos esperar hasta octubre, que es cuando podemos introducir un nuevo proyecto de contrato colectivo, para ver un aumento porque si ahorita la inflación es bárbara, no nos queremos imaginar cómo estará en siete meses”, señaló Alzuru. El gremio está exigiendo un aumento equivalente a cinco sueldos mínimos.
La negativa de Rodríguez llevó a ocho de las nueve federaciones del magisterio a convocar a un paro activo el pasado miércoles 18 de marzo, el cual consistía en mantenerse dentro de sus aulas y planteles para explicarle a los alumnos, padres, representantes y personal de las instituciones los problemas socioeconómicos de los educadores.
“Creemos necesario que los padres y representantes se involucren porque ellos son los interesados en que los maestros de sus hijos tengan una profesión digna, porque con eso garantizamos una educación de calidad. Por eso el llamado a la comunidad para que nos acompañen en esta lucha, porque los gremios, solos, no vamos a poder”, dijo el presidente de la FVM.
El Colegio de Profesores de Venezuela (CPV) calcula que el paro se cumplió en 75%. Oscar Colmenares, integrante de la directiva, aclaró que hay mucho temor en los docentes interinos (no tienen cargo fijo) y hubo presiones desde las zonas educativas para que los profesores no acataran el llamado.
Alzuru detalla que la figura de los docentes interinos existe desde 2002, año en el que comenzaron a jubilar masivamente y sin orden a educadores, la mayoría especialistas en matemática, física, química, inglés y biología. Los profesores que han ido ingresando a los planteles tienen hasta 9 años como interinos, no se les otorga cargo fijo y por tanto tampoco pueden ascender en la escala salarial. Los dejan en el primer escalafón (Docente I), ganando el sueldo más bajo (Bs 5.556).
Por ello el cálculo de algunas federaciones como Fenatev, de que 50% de los educadores están ganando por debajo del sueldo mínimo, pues de los más de 500 mil docentes que hay en el país según el Ministerio de Educación, unos 186 mil son interinos, y a estos se suman los que aún trabajan 33 horas semanales.
Con esta figura de interinatos se frena el ascenso en la carrera docente y el ministerio asigna a conveniencia a los supervisores, subdirectores y directores de los planteles, hecho que para Alzuru es una manera de ejercer control político en los centros educativos. Además resalta que las consecuencias de esas jubilaciones masivas se ven actualmente en el déficit de profesores y la medida que se ha adoptado de promediar las notas de varias materias para asignar una calificación ficticia a física, química o matemática, perjudicando la formación del estudiante.
A esta situación se suma la prohibición de que los docentes trabajen en dos instituciones públicas, pese a estar permitido por la Constitución, como en el caso de los médicos. “Si trabajamos en un plantel estadal no podemos trabajar en uno municipal ni nacional. Eso es así desde que Aristóbulo Istúriz fue ministro. ¿Quién vive con un salario de 36 horas semanales? Por eso le hacemos un llamado al ministro de Educación, que se ubique en el contexto real que estamos viviendo los educadores y por favor se tome el tiempo para revisar un recibo y vea cuánto estamos ganando”, expresó la presidenta del Colegio de Licenciados en Educación de Caracas.
DESASISTIDOS
Entre los problemas planteados por los docentes en las mesas de diálogo está la seguridad social, reclamos que un grupo llevó de nuevo al despacho y que hicieron públicos en una protesta en las afueras del Min-Educación, el miércoles 18.
Denunciaron que ninguna clínica acepta el seguro HCM de los maestros porque les aseguran que mantienen una deuda enorme con el sector privado y que el Ipasme (Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación) no está funcionando en todos los estados. Incluso ha dejado de prestar servicios mientras que los docentes siguen aportando 6% de su salario mensual a este instituto. Uno de los acuerdos logrados con el ministro Héctor Rodríguez fue revisar la situación del Ipasme y rescatar el consejo directivo.
El gremio espera que esta semana los llamen del ministerio para discutir esto, así como la necesidad de aprobar un reglamento de la carrera docente que respete la ley, pues no están de acuerdo con un proyecto presentado por ese despacho en enero, donde se eliminaría el ascenso a través del sistema de méritos académicos y quedaría supeditado a la realización de cursos de “iniciación profesional”. Oscar Colmenares, del CPV, informó que hay un reglamento vigente pero el Estado no lo aplica y por ello ha promovido la figura de los interinos. Con una nueva normativa el gremio busca regularizar la situación de estos educadores.
Tardan entre 5 y 15 años en darles sus prestaciones
La secretaria general del Colegio de Licenciados en Educación de Caracas, María Milagros Marín, informó que a los jubilados del Ministerio de Educación les están cancelando las prestaciones sociales a través de depósitos en sus cuentas nómina, “cosa que es completamente ilegal. Las prestaciones tienen que entregarse con un cheque y con el finiquito al lado, pero no lo hacen. A los que les pagaron en 2014 aún no les han entregado el finiquito”.
Marín se jubiló en 2009 y aún espera su cheque. Tardan entre 5 y 15 años en darles sus prestaciones, precisó Gerardo Ramírez, secretario general nacional de Fenatev. Además el monto que recibe una persona después de 30 años de servicio es de apenas 50 mil, máximo 100 mil bolívares.
“Aparte de que no pagan el monto correspondiente, para hacer el reclamo te piden una carta explicativa. ¿Cómo voy a explicar lo que no calculé? Son ellos los que tienen que explicarnos a nosotros. Tenemos que pagar a un abogado y a un contador para que nos saquen la cuenta y meter la solicitud de reclamo, y luego sabe Dios cuándo irán a reconsiderar ese pago”, expresó Marín, quien además agregó que los jubilados no perciben bono de alimentación, ni de salud, ni les pagan los intereses moratorios de las prestaciones. “Exigimos la homologación de sueldos”.