Ha sido bautizado como el «Disneylandia militar» de Rusia, pero en el Parque Patriota no vas a encontrar ninguna montaña rusa, ni el castillo de la Bella Durmiente. En su lugar, las familias pueden ver tanques y vehículos de combate en acción, jugar con un lanzagranadas, y examinar un misil tierra-aire
Alec Luhn | Vice
El Parque Patriota —en la ciudad de Kubinka, al oeste de Moscú— trabajará para inculcar el sentido de patriotismo y valor militar a la juventud rusa, anunció el presidente Vladimir Putin en una grandiosa ceremonia inaugural.
Rodeado de oficiales del Ejército vestidos de verde y dorado, Putin dijo que el Parque Patriota ofrecerá en el futuro recreaciones de grandes batallas, exhibirá nuevo equipamiento militar y contará la historia del Ejército, la Armada y la Aviación rusa. Está planeado que el parque esté totalmente listo en 2017 y su costo se estima en unos 370 millones de dólares.
“Estoy seguro de que este nuevo parque se convertirá en un importante vínculo de trabajo del sistema militar patriótico con la juventud”, dijo.
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Rusia, cuyo ejército ha respaldado a los separatistas del este de Ucrania, no ha escatimado en gastos en el programa para modernizar sus fuerzas armadas para el año 2020. El país que a lo largo de su historia ha convocado al patriotismo de los rusos en momentos difíciles, también ha hecho promoción de sus fuerzas armadas en los jóvenes: Un video institucional del Ejército titulado “La seguridad es un verbo” muestra en uno de sus planos a un soldado que pasa su mano cariñosamente sobre un misil.
Esta semana marca también el inicio del foro Ejército 2015. Para mostrar el poderío militar de Rusia antes del evento —visitado por delegaciones de socios potenciales y compradores de armas de países principalmente no occidentales- tanques, vehículos de combate, y lanzacohetes desataron descargas aterradoras y los helicópteros zumbaron en el aire.
Entre el equipamiento militar en exhibición estaba un Buk M1, un modelo de lanzacohete tierra-aire que se sospecha se utilizó para derribar el vuelo 17 de Malasia Airlines en el este de Ucrania, en julio del año pasado, matando a todos los 298 pasajeros a bordo. Almaz-Antey, productor ruso de los Buk, afirmó este mes que el modelo M1 no se había producido en Rusia desde 1999, por lo que el misil que derribó el vuelo 17 tenía que venir de Ucrania. Pero la presencia del M1 en la exhibición de Kubinka parece desafiar ese argumento.
Los visitantes pudieron degustar las raciones que se comen en el ejército y comprar vestimenta militar con temática soviética, incluyendo los imanes para la nevera con los rostros de Putin, Joseph Stalin, Félix “El Hierro” Dzerzhinski, fundador de la policía secreta soviética, o de Lavrenti Beria, jefe del NKVD. La actuación de una orquesta militar balalaica redondeó el tono patriótico de la jornada.
Putin también anunció en su discurso que Rusia desplegará 40 nuevos misiles balísticos intercontinentales de este año, una medida que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó como “ruido de sables nuclear”.
En una aparente referencia a los sistemas de defensa de misiles de Estados Unidos que Polonia está tratando de comprar, Putin dijo que sus nuevas armas nucleares serían “capaces de superar cualquier sistema de defensa de misiles, incluso a los más sofisticados técnicamente”.
Funcionarios estadounidenses dijeron la semana pasada que el Pentágono está considerando la posibilidad de almacenar carros de combate, vehículos de combate de infantería y otras armas pesadas para un máximo de 5.000 soldados estadounidenses ubicados en el Báltico y los países de Europa del Este.
Putin también dijo que como parte de la renovación de sus fuerzas armadas, nuevo equipo militar fue entregado a las unidades, incluida la nueva T-14, un tanque el Ejército de Rusia. Sus creadores han pregonado que el tanque representa un cambio total en los campos de batalla del futuro, pero en mayo un T-14 que apareció en la Plaza Roja se averió durante un ensayo para el desfile del Día de la Victoria, cuando hizo su debut público. Norinco, el fabricante de tanques chinos, luego aprovechó para burlarse del incidente ocurrido.