La Corte Suprema de Estados Unidos aprobó este viernes el matrimonio gay en todos los estados del país de América del norte, ganando 5 a 4 la premisa de que su constitución requiere que los matrimonios entre parejas del mismo sexo puedan casarse en cualquier estado
La acción de la Corte pone punto y final a una conmoción sin precedentes en la opinión pública y marcó un hito en la jurisprudencia de la nación, tal como lo publica este viernes el diario estadounidense Washington Post.
Los defensores del proyecto, calificaron su aprobación como uno de los asuntos más importantes de los derechos civiles de los tiempos modernos, mientras que los críticos dijeron que los tribunales habían enviado al país a un territorio desconocido, cambiando la definición tradicional del matrimonio.
El primer reconocimiento del matrimonio gay tuvo lugar hace 11 años, como resultado de una decisión de la Corte Suprema del Estado de Massachusetts. Ahora más de 70% de los estadounidenses viven en Estados en los que las parejas del mismo sexo se pueden casar, tal como lo destaca el mismo medio.
En Venezuela aún el matrimonio gay sigue estando al margen de la ley. El 31 de enero de 2014 se introdujo un proyecto de ley de matrimonio igualitario ante la Asamblea Nacional, respaldado por 20 mil firmas de ciudadanos, y a pesar de que debió incluirse en la agenda legislativa por ser una propuesta llevada por el “poder popular”, apoyada por 47 organizaciones de la sociedad civil, no se ha incluido en ninguna sesión y mucho menos discutido por primera vez.
De igual manera, el artículo 44 del Código Civil dice que el matrimonio no puede contraerse sino entre uno solo hombre y una sola mujer.
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El camino en la Corte Suprema
La Corte Suprema usó casos de los estados de Michigan, Ohio, Kentucky y Tennessee, en los que las restricciones sobre el matrimonio gay fueron mantenidas y apeladas hasta el año pasado, para probar que la constitución estadounidense no permite esas prohibiciones.
Algunas interrogantes en los casos quedaron sin responder en 2013, cuando la justicia confrontó por última vez al matrimonio de personas del mismo sexo. Una pequeña mayoría de la corte dijo entonces que había una porción clave de la Defensa del Acta de Matrimonio -que sostenía el reconocimiento federal de matrimonios del mismo sexo- que era inconstitucional, añade el Washington Post.
En un caso separado, la Corte sentenció que algunos procedimientos evitaron que se respondieran los recursos introducidos sobre la pregunta constitucional en un caso de California, sin embargo se permitió que las parejas del mismo sexo en ese estado se mantuvieran.
Desde entonces, los tribunales de todo el país -con la notable excepción de la corte federal de apelaciones con sede en Cincinnati, que dejó intactas las restricciones en los cuatro estados en cuestión- han derribado una serie de prohibiciones estatales sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Incluso muchos de ellos pasaron a ser votados en referendos.
Cuando la Corte Suprema se negó a opinar sobre un puñado de esas decisiones en octubre, el matrimonio entre personas del mismo sexo proliferó en todo el país.
Las actitudes públicas hacia estos sindicatos han sufrido un cambio notable también. Una reciente encuesta del Washington Post-ABC mostró que 61% de los estadounidenses dicen que apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo. La aceptación ha sido impulsada por mayores márgenes entre los jóvenes, destaca el diario estadounidense.
El gobierno de Obama además había instado a la Corte para encontrar que la Constitución exige que dichas restricciones sean eliminadas. Además el Procurador General, Donald B. Verrilli Jr., hizo el caso en nombre de la administración Obama en las vistas orales ocurridas en abril.
«En un mundo en el que las parejas de gays y lesbianas viven abiertamente como nuestros vecinos, se levantan lado a lado con los niños, y el resto de nosotros, y contribuyen plenamente como miembros de la comunidad. . . es simplemente insostenible – insostenible- sugerir que se les puede negar el derecho de igualdad de participación en la institución del matrimonio, o que puedan ser obligados a esperar a que la mayoría decida que está dispuesto a tratar a las personas gays y lesbianas como iguales», dijo B. Verrilli en esa oportunidad.