“Están cambiando los valores del venezolano, se profundiza el individualismo”, indicó Mercedes Pulido de Briceño, exministra de la Mujer y la Familia
Carlos Díaz
“La escasez, inflación e inseguridad personal han llevado a la familia venezolana a un dramático estado de sobrevivencia y desintegración”, afirmó Mercedes Pulido de Briceño, exministra de la Mujer y la Familia durante el gobierno del fallecido presidente Luis Herrera Campins, en entrevista con “La Razón”.
“Esta situación ha cambiado la rutina familiar y, especialmente, ha perdido su capacidad para planificar en materia de educación y salud”, advirtió. “Es dramática la reducción que ha habido en la matrícula escolar: cada vez más niños desertan de los colegios y liceos; me pregunto dónde estarán estos niños y quién responde por ellos”, agregó.
“La crisis económica, además, ha obligado al grupo familiar a bachaquear para sobrevivir. La rutina de la familia ha sido rota, por tanto, ya no es posible planificar: todo se convertido en un permanente presente, sin pasado ni futuro”, destacó.
[quote_center]“El venezolano no se ha rendido”[/quote_center]
¿Cuál es el sector de la población más afectado por la situación económica?
— La realidad económica y social está afectando a toda la población, de una u otra manera. Quizás los sectores populares tienen más capacidad para aguantar porque saben rebuscarse, sin embargo, es más perjudicado por la inseguridad y la ausencia de los servicios básicos de agua, luz y transporte. En la clase media los problemas más graves son la inseguridad y la inflación que se está devorando todos los ingresos: ya no alcanza para mantener a la estructura familiar. En esta franja, así como los sectores altos, otra situación que se ha presentado recientemente es la emigración de los hijos y lo cual ha traído la desintegración de numerosas familias en el país. No es una decisión planificada ni voluntaria y ha sido tomada para buscar mejores oportunidades laborales, educativas y para protegerse de la inseguridad personal.
“SE PROFUNDIZA EL INDIVIDUALISMO”
¿Qué está haciendo la familia para comprar alimentos con un salario que se vuelve sal y agua?
— La familia ha tenido que realizar recortes en su presupuesto. Los más afectados son los miembros que deben recibir tratamiento médico por enfermedades crónicas. Tampoco es posible ir a consulta periódicamente en las clínicas debido a los precios ni tampoco a los hospitales porque allí escasean los insumos para una atención adecuada. En cuanto a los alimentos en Caracas es difícil el acceso a los alimentos y servicios, sin embargo, en el interior el panorama es más dramático porque los precios de los productos son más altos y hasta inalcanzables. Por tanto, no queda otra opción que el rebusque y la solidaridad entre las familias para conseguir los alimentos y medicinas que se necesitan. Durante los recientes meses han surgido redes de apoyo mutuo, no obstante, la familia venezolana apenas está sobreviviendo pero no más allá.
¿Se están perdiendo los valores, tradiciones y costumbres de los venezolanos?
— Están cambiando los valores del venezolano. Por ejemplo, se ha profundizado el individualismo, cada quien está velando solo por sus propios intereses. Asimismo, se ha incrementado la violencia en las calles, por ejemplo, son muy pocos los robos sin homicidios. Hay un problema profundo de violencia. Otro problema es el tema de la vivienda: los jóvenes que se casan tienen que seguir viviendo con sus padres porque es casi imposible alquilar y mucho menos comprar casa. Sin embargo, hay valores que se mantienen tales como la esperanza, la superación y el esfuerzo sostenido. Hay sectores de la población, especialmente jóvenes, que están emprendiendo y que aseguran que no se rendirán. Este es un valor muy venezolano. Venezuela, además, es muy pacífica y lo ha demostrado en medio de la crisis porque no ha reaccionado con violencia.
“EL BACHAQUEO ES LA VIVEZA”
¿La desesperanza está ganando terreno cada vez más?
— Hay un ambiente de desesperanza que se ha transmitido de forma colectiva pero observar cómo la gente se esfuerza a diario y está en acción permanente demuestra que deseamos superar todo espacio negativo. Asimismo, queda en evidencia que existe capacidad para transmitir información a través de las redes sociales en medio del bloqueo informativo por parte de los medios de comunicación tradicionales. Se evidencia así que la población no se ha rendido aunque tampoco tenga un optimismo exagerado y siga siendo escéptica. El pueblo venezolano confía en su propia capacidad de transformación.
¿Cómo analiza el bachaqueo?, ¿qué opina de que la clase media lo practique para complementar la quincena?
— El bachaqueo es ahora un nuevo empleo y el rebusque sigue formando parte de nuestra idiosincrasia. Este último consiste en “matar tigritos” y es algo muy nuestro, es decir, la gente no se achicopala con la crisis sino que sigue para adelante. Sin embargo, el bachaqueo es distinto al rebusque porque se aprovecha de la actual situación de escasez de alimentos y medicinas. Es la viveza y tiene diferentes rostros, y se practica para obtener ganancias que no se podrían lograr con un empleo formal. De hecho, muchas personas han abandonado sus empleos para dedicarse a bachaquear. Esto es algo terrible porque cómo se puede reconstruir ahora el valor del trabajo, cómo se puede reconstruir la meritocracia.
VIOLENCIA FAMILIAR
¿Se ha sumado una nueva carga pesada en contra de la madre y esposa porque ahora debe dedicar tres o más horas diarias para hacer cola y comprar alimentos?
— Por supuesto. Las colas son un hecho impredecible, se hacen sin saber cuáles son los productos que se venderán o si es posible comprarlos al llegar al final de las mismas. Inclusive, se llega a pagar a alguien para que haga la cola o guarde el puesto mientras sales del trabajo y llegas a dicho supermercado o local. Las colas son deprimentes no solo para la mujer venezolana sino para el hombre también: he visto con terror cómo les niegan los pañales a padres con niños en los brazos con el argumento de ellos no amamantan a sus bebés. Es decir, hay una mezcla de valores que tenemos que comenzar a reconstruir para reconocernos, debemos construir normas creíbles de autoridad.
[quote_center]“Es dramática la reducción que ha habido en la matrícula escolar[/quote_center]”
¿A qué se debe los altos grados de agresividad que se vive en las calles?
— La agresividad es producto de la frustración de no alcanzar las metas que se desean lograr. La incertidumbre, la impunidad y la inseguridad –física y psicológica- están explotando a través de la violencia familiar; la violencia en las escuelas y la violencia en el Metro –por ejemplo, ya no les dan puesto a las personas de la tercera edad-. En fin, todo esto es fruto del proceso que estamos viviendo.
MISIONES SOCIALES SE DETERIORAN
¿A qué se debe la violencia e inseguridad que se vive en los edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela?
— Yo participé en el programa de las cien mil casas por año –en el gobierno de Luis Herrera Campins- y durante dos años se realizó una selección de los grupos familiares que iban a vivir allí. En la escogencia de los núcleos familiares beneficiados se cuidó, por ejemplo, que hubiese trabajadores, profesionales, comerciantes, entre otros; es decir, garantizando la diversidad en los espacios comunes. La mayoría de las construcciones del actual gobierno, lamentablemente, no garantizan espacios comunes, ni estacionamientos, ni ninguna organización que atienda las necesidades fundamentales que se presentan en esas edificaciones. Allí las familias no son agrupadas bajo su misma comunidad y, entonces, es cuando se presentan choques. Son espacios que se convirtieron en tierra de nadie, allí será muy difícil la reconstrucción pero habrá que hacerlo.
Presos políticos: herida abierta
¿Qué opina sobre la situación de prisión de los exalcaldes Leopoldo López y Daniel Ceballos?, ¿cómo analiza el tema de los presos políticos?
— Yo pertenezco al Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello y debo decir que ellos son presos políticos del actual estamento militar. A través de esta situación el gobierno intenta demostrar fuerza y generar miedo en la población. Los futuros líderes políticos son gente que viene de estar sufriendo esta represión del gobierno. Recordemos que en los regímenes autoritarios la represión es la única arma. Recordemos también la huelga de hambre de Brito y otras que han realizado estudiantes. Hay personas detenidas desde 2002 y algunas han sido encarceladas por motivos personales. Si esta situación continúa entonces pasará lo mismo que en otros países en donde esta situación se transformará en una herida abierta que se prolongará por toda una generación y que será difícil de superar.
¿Se han deteriorado las misiones sociales, especialmente en el área de la salud?
— Hay numerosos módulos de Barrio Adentro que permanecen cerrados desde hace tres años. Las misiones Sucre y Robinson, por ejemplo, se han deteriorado mucho, se continúan deteriorando rápidamente sin que nadie se haga responsable por ello.
CRECE LA POBREZA
¿Venezuela está reduciendo la pobreza como parte de las metas del milenio que trazó la Organización de Naciones Unidas? El gobierno de Maduro ha asegurado que sí está logrando esta meta, ¿qué opina usted?
— Es un hecho que desde 2008 ha aumentado la pobreza en Venezuela, recientemente se registró un incremento de 6 %. Y varias son las causas, entre ellas, la pérdida del valor adquisitivo y una alta inflación que no permite garantizar un presupuesto familiar adecuado. Además, el deterioro de los servicios básicos afecta generalmente a los más pobres. En este sentido, el incremento de la pobreza se debe a razones muy claras.
¿El gobierno perdió la batalla contra la corrupción?, ¿hay más corrupción e impunidad?
— La corrupción es un asunto del manejo de poder y de acumulación de fortunas. Existe ausencia total de sanciones contra este delito y todos somos, en cierta forma, cómplices. Es el caso de los grandes narcotraficantes, sus negocios y también los paraísos fiscales. Países desarrollados tales como Suiza están inmersos en terribles problemas de corrupción. Denunciamos pero no actuamos contra ella porque no nos sentimos capaces.
COLECTIVOS Y VIOLENCIA
¿Qué opina de las milicias que ha promovido el gobierno?
— Cuando trabajé en la ONU tuve la oportunidad de visitar varios países comunistas en donde las milicias formaban parte de la seguridad y estructura de propaganda de los Estados, inclusive, eran fuentes de empleo. Sin embargo, a cuáles milicias nos referimos porque están las formales y las no formales, ¿qué pasa con los colectivos que están involucrados en el narcotráfico e, inclusive, de personas y órganos? Estas también son milicias. Con estas evidencias quedó derribada la creencia de que el Estado era el único que podía controlar la violencia. Es necesario que la sociedad impulse la creación de sus propias capacidades para controlar este tipo de violencia.
[quote_center]“La rutina de la familia ha sido rota, ya no es posible planificar”[/quote_center]
¿El gobierno ha tenido éxito en desarmar a los colectivos y a toda la población?
— No he visto mucha voluntad para eso. No solo es el desarme sino también la búsqueda de alternativas y de reorientar, elaborar registros y reinsertar a las personas que están entregando sus armas en otras realidades. Creo que nada de esto se ha hecho.
¿Ha sido efectiva la aplicación de la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia?
— Fue eficaz su promulgación pero la violencia doméstica sigue siendo un drama, especialmente, contra los niños y en las personas de la tercera edad. El principal problema de la violencia doméstica contra la mujer es que ella no denuncia y, además, todavía suele recibir la desaprobación de la familia y de la comunidad por hacer efectiva su denuncia.
“HAY QUE ENFRENTAR EL NARCOTRÁFICO”
¿Deben investigarse a fondo las denuncias efectuadas en contra de altos funcionarios del gobierno sobre supuestas actividades con el narcotráfico?
— Debe investigarse a cualquier que sea señalado por esos delitos. A escala internacional el narcotráfico genera las mayores transacciones financieras y muy cerca le sigue el tráfico de personas. Hay que enfrentar el narcotráfico con realidades, es decir, debemos revisar y aceptar la legalización de cierto nivel de producción y presentar alternativas a la sociedad frente a las drogas. Las drogas se han convertido en un poder y especialmente en aquellas sociedades donde el dinero ha pasado a ser lo más importante.
“Ahora mi hijo es quien da la pauta”
¿Cómo se siente con el éxito que ha logrado su hijo, el profesor José Rafael Briceño, en el humor, como asesor de imagen y conductor de espacios de opinión?, ¿cómo es la relación entre ambos?
— Me siento contenta porque ahora es mi hijo quien da la pauta. Ahora soy la mamá de José Rafael y no la exministra de la Familia, y es una gran ventaja para mí porque, además, me alivia mucha responsabilidad. Mi hijo y yo hablamos mucho. Nuestra idea de familia es la patota y sin esclavitudes, donde a cada quien se le respeta su propia iniciativa y capacidad. Consideramos que la honestidad, la franqueza y el llamado de sanción son necesarios en la convivencia familiar.