Los únicos países en oponerse a la resolución que pide el levantamiento del embargo económico a la isla fueron Israel y Estados Unidos
Redacción La Razón
Estados Unidos votó de nuevo en contra de la resolución de las Naciones Unidas que, presentada cada año por La Habana, critica el embargo económico que aplica sobre Cuba y en la que demanda su levantamiento después de 54 años en vigor, según explica la versión web de El País.
La comunidad internacional considera que esta medida coercitiva es ilegítima por el impacto directo que tiene en el bienestar del pueblo cubano. La Habana insiste que el fin del bloqueo es el que marcará el ritmo con el que avanzará el proceso de normalización con Washington iniciado el 17 de diciembre de 2014.
La resolución sobre «la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba» contó con el respaldo de 191 países, rozando así prácticamente la unanimidad. La delegación estadounidense contó solo con el apoyo de Israel en su aposición al texto. Esta vez no hubo abstenciones.
La Asamblea General de la ONU lleva 24 años votando esta resolución que condena el bloqueo unilateral de Estados Unidos. En los círculos del organismo internacional se veía como una contradicción que Washington votara otra vez en contra después de que en diciembre se retomaran las relaciones diplomáticas con La Habana. Pero tampoco podía apoyar una resolución que va contra su propia ley.
Organizaciones estadounidenses que buscan el levantamiento del embargo, como Engage Cuba, consideraron que la votación de este martes en Nueva York debe servir de llamada de atención tanto para Washington como para La Habana.
El abrumador resultado de la votación volvió a poner en evidencia que EE.UU. está más solo que nunca en una cuestión que ni siquiera el Gobierno de Barack Obama quiere defender. El presidente estadounidense ha pedido reiteradamente durante los pasados meses el fin del embargo, pero ese es un paso que solo puede dar el Congreso norteamericano.
La delegación estadounidense considera que el texto adoptado “dista mucho de reflejar los pasos que se han adoptado y el espíritu de compromiso” que emergió hace diez meses, por eso lamentó que se presentara la resolución en términos casi idénticos que el año pasado.
«Es hora de poner fin al embargo contra Cuba»
El representante de Estados Unidos, Ronald Godard, insistió en que la normalización será un proceso que requerirá años de dedicación y de constancia. “Si espera Cuba que esto ayude, se equivoca”.
El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez Parilla, señaló al presentar la resolución que es el propio Obama el que ha reconocido que “el bloqueo ha fracasado”. “Es obsoleto, no ha cumplido sus objetivos, provoca daños al pueblo cubano y aislamiento a EE UU”, añadió.
Pero las medidas de flexibilización de las restricciones al comercio y viajes con la isla adoptadas desde enero, aunque positivas, modifican de una manera muy limitada su aplicación, puntualizó.
La votación demuestra que “nuestra política destinada a aislar a Cuba ha acabado, irónicamente, aislándonos a nosotros”, dijo James Williams. Según el presidente de Engage Cuba, las dos bancadas del Congreso “deberían prestarle atención al voto en la ONU: mientras que otros temas globales exponen profundas diferencias entre las naciones, en este asunto son casi unánimes, es hora de poner fin al embargo contra Cuba”, resaltó.
Estas resoluciones no tienen carácter vinculante para los países miembros, pero sí una importante carga política en un momento clave del proceso de normalización. Estados Unidos, además, se ha ido quedando totalmente aislado en la votación de este texto. El año pasado también le apoyó solo Israel, frente a 188 países que expresaron su oposición al embargo económico.