Se ataca a Venezuela, a sus ciudadanos, a la independencia, se apoya a Estados Unidos. Por eso es que no avanzan los opositores
Julián Rivas
Deseaba escribir sobre Pedro Duno, Argentina y el peronismo. Ese gran amigo que fue Pedro Duno murió el 21 de noviembre de 1998. Tantas cosas que decir de Pedro, un filósofo con una capacidad extraordinaria de interpretar a Venezuela. No como ahora, cuando los profesores de la escuela de filosofía de la UCV son reaccionarios y favorables a la OTAN y el anglosionismo.
A Pedro lo recuerdo como gran venezolano, maestro revolucionario, soltando carcajadas cuando se enteraba de algunas personas que iban a construir la nueva república, como Luis Miquilena. Estamos en deuda.
Miquilena dio curso a una extraña manera de hacer política. Negaba la asamblea revolucionaria, el poder popular y la democracia directa. Impuso, eso sí, la tribalización del proceso, la colonización de espacios, la negación de los trabajadores como sujeto revolucionario. De ahí vienen la logias, el nepotismo y las cofradías. ¿No es así, Soniecka? Un Don Luis que al estilo de los caballeros medievales tenía una mesnada. Dictó mala cátedra Don Luis.
En la oposición venezolana andan de plácemes por Macri, el nuevo presidente argentino. Macri, el que ya ha dado sus pasos anglosionistas, o que acaba de nombrar de ministro de Finanzas a Alfonso Prat Gay, ¡tronco e´nombre!. Prat viene de J.P. Morgan. El ministro de Petróleo viene de Shell. Calma, calma. Así llegó Piñera en Chile.
Argentina en la calle
Las recientes elecciones en Argentina dejan claro que la formalidad del voto no es suficiente. Las burguesias siguen viendo al Estado como instrumento propio, un botín que también es instrumento geopolítico.
Se necesitan cambios profundos. En 2013 hablamos con jóvenes
argentinos de la agrupación Kiki Lezcano. Exigían mayor radicalización para desmontar el viejo juego pendular liberal conservador.
Las democracias liberales no garantizan la movilidad social. Para
concretar el cambio social hay que contar con firme participación popular. Ese es el objetivo: la democracia revolucionaria.
El liberalismo, incluyendo su versión autoritaria, es visto como democracia en todo el mundo. Romper ese molde conlleva resistencia de parte de las elites, lo que acontece en Argentina.
Es cierto que cuando los Kirchner intentaron hacer mayores
transformaciones. Pero precisamente la derecha que soporta hoy a Macri se opuso. Asi el Estado quedo como rehén
de la vieja burguesía agroexportadora, la vieja banca articulada al
capital monopolista y por supuesto los grandes medios de comunicación.
Argentina lleva un siglo de elecciones mediante voto secreto. La tradición liberal se hizo norma a mediados del siglo 19. Pero que curioso, los gobiernos se derrumban supuestamente porque hay mucha riqueza y a la vez hay desorden en las finanzas publicas. Es corriente echarle la culpa al populismo.
Así se vende el contrabando ideológico de que solamente las elites saben administrar. Tambien sostienen que la banca foránea es la que abre puentes con el exterior. Pronto dirán que las pensiones sobran en monto y cantidad.
Son raras estas democracias latinas. Para la derecha solo ella garantiza el equilibrio de poderes, un sistema judicial autónomo. Justicia e igualdad, eso no existe, ni les importa. Pero la calle sera el mejor espacio
democrático . Vienen luchas populares. Tétrico futuro para Macri.
Teoría de la Comunicación
Vea la noticia de la semana. “Venezuela voto 2015”, es el antetítulo. Asesinan a un dirigente opositor en Venezuela, es el titular. Luego el cuerpo de la noticia: “Grupos de oposición de Venezuela denunciaron en las últimas horas el fallecimiento de Luis Manuel Díaz, quién era secretario regional del partido Acción Democrática en el estado Guárico. De acuerdo a la información confirmada a CNN, el dirigente recibió un impacto de bala desde un vehículo en marcha. Luis Manuel Díaz estaba en un acto de campaña en apoyo a la candidata a la Asamblea Nacional Rumi Olivo, quien estaba en compañía de Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano, Leopoldo López”, agrega CNN.
El dirigente de Acción Democrática Henry ramos Allup reportó la muerte por Twitter. “Acaba de ser asesinado por disparo de arma fuego Luis Manuel Díaz secretario general de AD en Altagracia Orituco. Se encontraba en tarima en un acto con Lilian Tintori”.
Lo curioso es lo instantáneo de la información y la inmediatez con que se despliega por el mundo. Desde Indonesia me preguntaron sobre una noticia según la cual “los socialistas mataron dirigente de oposición”. Terrible.
El gobierno de Chile se quejó de la muerte de Luis Manuel Días, lo mismo que el señor Rajoy de España. Surgieron otros líderes conservadores y más gobiernos, parlamentos. Pareciera que la oposición es una hidra de miles de cabezas, que mientras más le corte, más cabezas salen. No solamente cabezas presidenciables, sino cabezas desestabilizadoras. Rajoy interviene en los asuntos de Venezuela, tan natural como cambiarse un calzoncillo. Lo mismo que el presidente Santos de Colombia. No les da pena.
Extraña esta hidra de Lerna, multicéfala serpiente venenosa, maloliente, que no ataca a un gobierno, sino a un país. No se trata de un gobierno o una dirección política, por muy errática que en algún momento aparezca. Se ataca a Venezuela, a sus ciudadanos, a la independencia. Por eso es que no avanzan los opositores.
Lamentable la muerte del señor Díaz. Toda vida tiene valor. Pero qué hay detrás de toda esta trama. Al señor Díaz lo presentan como “sindicalista”. El parte del adversario político no habla muy bien de él. Pasó por la cárcel de San Juan de los Morros. Dicen que era un pandillero. Pero qué extraño, su caso, su muerte, se hizo noticia global. Noticia de alto vuelo. Sencillamente por los medios de comunicación. Más cuando andaba al lado de la esposa de Leopoldo López.
Arthur Schopenhauer, en “El Arte de tener razón” sostiene que hay que considerar lo esencial de toda discusión, indagar qué es lo que realmente ocurre en ella. Y expone dos modos o vías para refutar una tesis. Se trataría de la estructura básica o el esqueleto de toda discusión. Incluso ofrece una variedad de estratagemas para determinar la razón en una disputa. Aquí es donde la puerca tuerce el rabo.
No hay espacio para dar cuenta de todos los estratagemas. Pero Schopenhauer advierte en uno de ellos que “la universalidad de una opinión no es, hablando en serio, ninguna prueba, ni siquiera una razón para hacerla más verosímil”.
Cierto es que el mundo se ha globalizado. Y este es el secreto de estos tiempos. Pero Venezuela no es un conuco abandonado para que todo el mundo se meta en ella. La estrategia opositora debería ser repensada. Cuando antes se tomaban siglos para determinar que algo no era veraz, como el catolicismo en todos los países, hoy la hegemonía comunicacional global tipo CNN puede ser desmentida en horas.
Hacer de la muerte de un sujeto un argumento político, una razón, para denostar de un gobierno, es tarea complicada. También de inmediato eso puede desmentirse si hay donde cortar el telón. Este es el caso de Altagracia de Orituco. El señor Díaz tenía antecedentes penales. Esta es una lección en política y sobre todo en teoría de la comunicación. No se puede hacer política con todo el mundo. La vigilancia revolucionaria es necesaria. ¿Pero qué revolucionarios pueden ser los adecos?. Nada.
Es curioso, cada que vez que hay elecciones ocurren eventos de violencia. Saramago llegó a decir que ciertamente Dios da nubes cuando hay sed. Aquí hay sangre cuando vienen elecciones. Está pelado Henry Ramos y la oposición en general. Capriles Radonski demostró solidaridad con el señor Díaz, muy bien. Mientras en Barlovento, secuestran y matan permanentemente, casi todos los días, sin que él, como responsable político de ese estado, haga nada por frenar esta barbarie. Pareciera que en Miranda hay que refundar el Batallón Barlovento que dio la gloria a Pedro Chipía en la Batalla de San Félix en 1817.
Triste todo esto. Hasta raro. En verdad la globalización no es la panacea. La moral revolucionaria sigue vigente a la hora de hacer política. Raspao Henry Ramos. Pero él pretende ser el Bismarck de esta época. Es un chiste.