Los que se “adueñan” de las calles están organizados y cobran desde Bs 200 hasta Bs 1.000 por carro. Los parqueros que trabajan para empresas tienen sueldo fijo pero también ganan plata extra. Cada vez hay menos estacionamientos en Caracas, la hora está entre 8 y 13 bolívares y ya no es rentable
Jesús Suárez
Al son de “hay puesto, hay puesto”, “adelante”, “por aquí, por aquí”, con pitos y chalecos fosforescentes se mueven los parqueros en los alrededores del Estadio Universitario de Caracas cada vez que hay un juego.
Ellos se “adueñan” de las calles para ofrecerle a los fanáticos espacios en los que puedan estacionar sus vehículos y les “garantizan” que los van a “cuidar” a cambio de 100, 200, 300 o hasta 1.000 bolívares, todo depende de dónde lo paren.
William Huice tiene 17 años en el “negocio”, es uno de los más veteranos. Usa los espacios que están entre ambos estadios, debajo de la plaza Simón Bolívar, y tiene a su cargo a ocho personas más: hermanos, hijos, sobrinos y primos.
“Nos rebuscamos siempre que hay juegos de fútbol, béisbol o actividades de los evangélicos cuando las iglesias organizan eventos los fines de semana en alguno de los campos, y aunque tengo otro trabajo de aquí es que saco los estrenos de mis chamos y nietos”, comenta.
Ellos cobran por carro 200 bolívares y a los motorizados 100 bolívares. En un buen día, como un Caracas-Magallanes o Caracas-La Guaira, pueden tener más de 200 vehículos estacionados. “Al terminar el juego nos quedamos 45 minutos para ayudar a los clientes, pero si se pasan del tiempo saben que encontraran sus carros y motos solas”, aclara. Además, cobra por adelantado, antes pedía el dinero después pero “habían muchos vivos que se iban sin pagar”, agrega.
Eduardo Pérez, por su parte, trabaja en la avenidas Las Acacias, entre el Gran Abasto Bicentenario de Plaza Venezuela y la intersección antes de la bajada de esa misma calle, tiene 7 años ahí y por “la cuidada” (así le llama) pide 300 bolívares, en promedio tiene 5 o 7 clientes por noche, es decir, gana entre 1.500 y 2.100 bolívares, pero cuando hay juegos buenos llega a tener 20 carros recibir hasta 6.000 bolívares.
“La gente agradece nuestro trabajo, comenzamos a las 5 de la tarde y depende de como vaya el partido salimos a las 10 u 11 de la noche. Cuando hay extrainning nos pueden dar las 2 de la mañana aquí”.
Cerca de donde está Pérez hay espacios exclusivos para las motos: islas y terrenos de tierra al lado del Rio Guaire. En uno de esos “parqueaderos” trabajan Joel Tovar (nombre falso, pidió no ser identificado) su novia y hermano (menor de edad), ellos cobran 80 bolívares por moto y cuidan entre 40 y 80 por noche; es decir, les ingresan más o menos 3.200 y 6.400 bolívares.
Los policías los martillan con Bs 500 o Bs 600, aunque al señor Huice le han llegado a quitar Bs 5.000 en una noche fuera del estadio
Del otro lado de la avenida, cerca del Metro de Ciudad Universitaria, también hay parqueros y solo en la calle lateral de la plaza Las Tres Gracias trabajan tres. Ahí “cada quien es dueño de su ‘propiedad’. Cada quien sabe su sitio, todos los años somos los mismos”, cuenta Jorge Matamoro, quien labora en la zona desde el año 2000, cobra 200 bolívares por carro y asegura que tiene espacio para que se estacionen 30 vehículos.
Sin embargo, cuando la demanda es mayor, bien sea en final de temporada, un juego decisivo o el primer Caracas contra Magallanes del año, los precios aumentan. En el último caso por parar el carro cerca de Ciudad Universitaria pedían 1.000 bolívares. “Nos pareció una exageración, hicimos la cola para entrar al estacionamiento y nos cobraron 150 bolívares. Lo recomendable siempre es ir temprano para conseguir puesto”, relata Alí Vera, quien asistió al Leones versus Navegantes del 27 de octubre.
“Intentamos mantener el orden, en el estacionamiento del Universitario entran más de 4.000 carros pero acceder y salir es complicado, más ahora con los trabajos que están haciendo”, dice Huice, refiriéndose a la ampliación de la autopista Valle-Coche, pues clausuraron la entrada principal al parqueadero por la calle Edison, donde está la Parroquia Universitaria y el Instituto de Previsión de Profesores de Universidad Central de Venezuela (IPP-UCV).
Este último también cuenta con un estacionamiento (se ingresa por la avenida Las Acacias) el cual está habilitado durante la temporada y cobran 300 bolívares por carro.
Matraca y menos gente
Todos los consultados coincidieron en dos puntos: los policías piden dinero y no brindan protección y que ha disminuido la afluencia de fanáticos.
En relación al primero, los parqueros aseguraron que los funcionarios solo recorren la zona cuando hay juegos importantes, de resto se quedan debajo de la plaza Simón Bolívar, entre los estadios, cerca de William Huice y su familia, a quien -según él- le han quitado hasta 5.000 bolívares en una noche.
Jacson Melián labora en un sector de la calle que va desde la salida de la autopista Francisco Fajardo (entrando por el mural de Pedro León Zapata) hasta la intersección de la avenida Las Acacias y es uno de los que cobra más barato, “pido 100 bolívares por carro y me pagan al final del juego”, pero cuando lo “martillan” debe sacar de su bolsillo entre 500 y 600 bolívares. “Uno termina trabajando para los policías”, se queja.
Para Eduardo Pérez hay funcionarios que sí se ganan la plata porque recorren las calles eventualmente y “son panas. Otros lo hacen solo por aplique. Además, el problema no es que nos quiten dinero, es cómo lo hacen”.
«tengo otro trabajo pero de aquí es que saco los estrenos de mis chamos y nietos”
El otro inconveniente que tienen es que este año ha ido menos gente al estadio en comparación con los anteriores. En 2014 “antes de que empezara un Caracas-La Guiara ya tenía casi todo los puestos llenos, ahora son pocos. Este año no hay vida”, dice Matamoro, el que trabaja al lado de Las Tres Gracias. Todos coinciden con él.
Los consultados aseguran que esta situación se debe a que los precios en el estadio no son económicos, la entrada a la grada que valía 90 bolívares en 2014 hoy está en 530 bolívares; es decir, más de 488% de aumento. La comida y bebida también está “por las nubes”. En cambio, los parqueros, según los precios del año pasado, han aumentado “solo” el doble, en promedio.
Los legales también hacen lo suyo
El servicio de “valet parking” es ofrecido, por lo general, en centros comerciales y restaurantes. Estos parqueros, a diferencia de los anteriores, trabajan para una empresa, tienen un horario, devengan un salario y reciben propinas, las cuales les generan ingresos que superan los 1.000 bolívares diarios.
En el Centro Comercial Tolón, en Las Mercedes, este servicio cuesta 100 bolívares y se cancela en una taquilla centralizada. Ahí trabajó Francisco Morales durante tres años y en la últimas semanas devengaba entre 800 y 900 bolívares en propinas, los sábados o domingos llegaba a 1.500 bolívares. Aún así decidió renunciar hace dos meses y empezó a laborar en la frutería Santa Bárbara, en la calle Nicolás Copérnico de Las Mercedes.
Ahí, en un buen día, puede hacer 3.000 bolívares dentro de sus 8 horas laborales. “A diferencia del Tolón aquí no cobramos por el estacionamiento, la gente nos da lo que ellos quieren”, cuenta. También recibe ticket de alimentación, un salario y en caso de algún rayón o golpe de un carro la empresa es la que responde.
También hay restaurantes que no tienen empleados para esa labor y prefieren contratar a empresas que prestan el servicio. Para trabajar así los parqueros deben cumplir ciertas exigencias generales: mayor de 22 años de edad, bachiller, experiencia en cargos similares, licencia para conducir (3era y 5ta), certificado médico y disponibilidad de horario.
Jorge Martínez es uno de ellos, él trabaja para la compañía S-21 Parking, pero es subcontratado por otras empresas para laborar. “No cobramos por estacionar el carro, solos nos dan propinas, las ponemos en un pote y al final del día repartimos las ganancias por igual entre los parqueros, hacemos más o menos 800 y 1.000 cada uno”, afirma.
Al igual de los que trabajan en la calle los contratados también tienen días buenos y malos. En promedio un “mal día” ingresan 300 o 400 bolívares, por la medida “bajita”. Solo trabajando 22 días al mes (dos libres por fin de semana trabajado como dice la Ley Orgánica del Trabajo), generan al menos 6.600 bolívares, más su salario y beneficios; sin embargo, pueden hacer más de 30.000 bolívares mensuales.
Déficit de espacios y trabajadores
Pese a lo “rentable” que pueda resultar esta situación falta personal, faltan parqueros. Así lo afirmó Benigno Luis Marcos, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios y Administradores de Estacionamientos (Anpage).
El problema radica en que la propuesta salarial que dan las empresas no contempla las ganancias por las propinas, no las pueden garantizar, por lo que las ofertas siempre rondan el salario mínimo y cesta ticket. “¿Quién quiere trabajar así si no le va a alcanzar para comer y mantener a su familia? La gente prefiere hacer otros negocios y hasta bachaquear”, señala.
Pero los problemas en el gremio van más allá de eso. Desde octubre de 2014, luego de la publicación de la Providencia Administrativa N° 056/2014 de la Superintendencia de Precios Justos (Sundee), la hora en los estacionamientos para carros está entre 8 y 13 bolívares.
La Misión Vivienda Venezuela expropió cerca de 100 terrenos en Caracas y, hasta la fecha, no han sido compensados
“Ese costo no cubre todos los gastos, tener un vehículo todo un día parado no son más de 100 bolívares. Un bombillo vale 1.500 bolívares, la lata de pintura para remarcar las rayas que hace tres meses estaba en 5.000 hoy está sobre los 30.000 bolívares. Pagar el arreglo de un ‘rayoncito’ son 50.000 bolívares. El salario de los trabajadores aumentó 97%, no estamos en contra de eso, pero es un costo extra. El aseo urbano cobra más de 7.000 bolívares mensuales”, explica. Los números no dan.
Los alquileres de terrenos cada día son más caros y las coberturas de las pólizas de seguro no suben tan rápido como el costo de los vehículos. Éstas, en promedio, cubren un millón de bolívares pero hay carros valorados sobre los 20 millones y 30 millones, por lo que en caso de un robo el estacionamiento queda quebrado.
Esta situación ha hecho que más de un parqueadero baje su santamaría e inicie otros negocios en su espacio, como talleres mecánicos, depósitos o lavado de carros. También hay quienes han optado por cerrar temprano para no gastar en vigilancia. De un año para acá todo ha aumentado más de seis veces y hasta pagar los aguinaldos y utilidades ha sido “un dolor de cabeza” para las administradoras, señaló Marcos.
Según datos que maneja la organización, en 2010 solo en Caracas había alrededor de 1.300 estacionamientos, hoy en día son menos de 700. Además de los altos gastos y los cierres técnicos, la Misión Vivienda Venezuela les quitó cerca de 100 terrenos que, hasta la fecha, no han sido compensados.
«Un estudio que hicimos hace dos meses arrojó que el costo de la hora se debe ubicar en 47 bolívares»
“En el municipio Chacao ya no quedan estacionamientos, solo en centros comerciales o empresariales, los demás han cerrado y migrado a otra actividad. En el centro de Caracas tampoco quedan”, afirma.
El gremio quiere reunirse con las autoridades. En lo que va de año han enviado ocho comunicaciones a la Sundee y varias cartas al presidente Nicolás Maduro y al vicepresidente Jorge Arreaza, no los han atendido “por estar en campaña electoral”. Eso es lo que les dicen.
“Lo único que pedimos es que se hagan los ajustes. En un estudio que hicimos hace dos meses el costo de la hora se debe ubicar en 47 bolívares, para esta fecha ya el monto debe haber subido. De seguir en esta situación poca gente podrá seguir operando. Esperaremos hasta después del 6 de diciembre para ver qué pasa”, agrega Marcos.
Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a: jesus.suarez.calderon@gmail.com
