Estamos en presencia de un caso de violación abierta y descarada de la Ley Orgánica de Procesos Electorales
Absalón Méndez Cegarra
El Movimiento de Integración Nacional (MIN), fue creado hace algún tiempo, por Renny Otolina, pionero de la televisión nacional. Renny, en su intento por adecentar el gobierno nacional del momento, organizó, junto con otros venezolanos, esta agrupación política en apoyo a sus aspiraciones presidenciales. Después del trágico accidente de aviación en el que perdió la vida, la agrupación perdió fuerza e importancia, por lo que en la actualidad muy poco se sabe de este movimiento político y de su liderazgo.
En cada proceso electoral, el MIN, hace su aparición o reaparición, más como franquicia electoral, en búsqueda de algún posicionamiento y buen postor, que, con alguna aspiración y, por consiguiente, portavoz de un mensaje ideo-político y de un ideal de proyecto nacional. En esta oportunidad y, seguramente, en las anteriores, se ha arrimado al gobierno nacional y a su partido oficial, hecho que explica la fuerza propagandística alcanzada y el abuso público y notorio de una campaña electoral anticipada, con total y absoluta impunidad por parte de Poder Electoral, al menos en uno de los circuitos electoral es de la Gran Caracas, específicamente, el municipio Sucre del estado Miranda, en el que postula candidato a diputado a un personaje de armas tomar como Wiliam Ojeda.
La pregunta que sirve de título a este artículo debe ser respondida por alguien, y, ese alguien, en primer lugar, debe ser el CNE y la Contraloría General de la República, pues, estamos en presencia de un caso de violación abierta y descarada de la Ley Orgánica de Procesos Electorales. Esta Ley, en su Título VI, regula la campaña electoral, y, en sus Capítulos I, II, III y IV, define lo que se entiende por campaña electoral y regula la propaganda electoral, la propaganda electoral en los medios de comunicación y, el aspecto más importante, si se quiere, de este Título de la Ley, las Averiguaciones Administrativas sobre Propaganda Electoral. Al efecto, en materia de principios electorales, tenemos la igualdad de los participantes en el proceso electoral; en cuanto a propaganda electoral, el artículo 75 de la Ley, prohíbe que la misma se produzca fuera del lapso de la campaña electoral establecido por el CNE; finalmente, el artículo 85, establece que el CNE podrá ordenar a petición de parte interesada o de oficio, ante un hecho público y notorio, el inicio de averiguaciones administrativas de la normativa sobre propaganda electoral. Pues bien, en el municipio Sucre del estado Miranda, estamos en presencia, como nunca, de un hecho público y notorio de violación de normas electorales por parte de un candidato a diputado, abanderado, ahora, por el MIN, en minúscula, porque así, aparece en la propaganda y tarjetón electoral, precisamente, para confundir, pues, a decir verdad, este MIN, es un apéndice del partido oficial, el PSUV, a tal punto que el candidato ha perdido su identidad, ya que la fotografía promocional que aparece en la propaganda es el rostro pensativo de Hugo Chávez.
El candidato a diputado en referencia, quien ha saltado la talanquera en varias oportunidades, no ha dejado valla publicitaria alguna sin ocupación, así como muros y paredes del Municipio sin ser cubiertos de propaganda. Es más, el candidato, se ha dado el lujo, de cambiar, desde hace aproximadamente, tres meses, la propaganda en vallas, casi, semanalmente, cuando la campaña electoral, recién comenzó el día 13 de noviembre. El costo de esta campaña electoral, anticipada, excesiva y abusadora, promovida por el PSUV, es mil millonaria. El candidato a diputado en cuestión, que se conozca públicamente, carece de recursos propios para asumir semejante costo y, de estar en condiciones de hacerlo, debe probar su procedencia, como lo ordena la Ley. Los partidos y agrupaciones políticas con fines electorales deben llevar contabilidad sobre ingresos y egresos, procedencia de las fuentes de financiamiento, la que debe ser presentada al CNE, motivo por el que, en ocasiones anteriores, han sido sancionadas organizaciones políticas de oposición e, inclusive, se ha prohibido el financiamiento exterior a los partidos políticos.
En el embrollo judicial en el que se encuentran hoy venezolanos vinculados al poder político, hace necesario un actuar electoral con absoluta transparencia, pues, no resultaría extraño que las fuentes de financiamiento de una campaña electoral brutal y prolongada, como ha ocurrido en otras latitudes, bien, pudiera tener su origen, en actividades ilícitas.
Además de este hecho propagandístico de un MIN, disminuido, surgen otras interrogantes, que resultan, curiosidades. El candidato del MIN, Psuv, en el circuito 3 del municipio Sucre del estado Miranda, es un personaje de leyenda, que se vende al mejor postor, por lo tanto, no extraña mucho su conducta, está donde debe estar, en el fango; pero, lo que resulta curioso y preocupante, es, que, ese mismo MIN, en Caracas, circuito electoral N° 3, postula a Pablo Medina, viejo dirigente político, quien, en los últimos años se ha mostrado como un opositor férreo al gobierno nacional de Chávez y Maduro. Aquí, al parecer, hay “gato encerrado”. Pareciera que estamos ante una estrategia electoral, bien pensada, orientada a confundir al elector. El candidato en Miranda, supuestamente opositor, se postula bajo el manto del PSUV, es por consiguiente, un candidato del gobierno, quien se identifica con una tarjeta que dice MIN Unidad, colocada, al lado de la tarjeta única de la MUD Unidad, de igual color que ésta, buscando que el elector se confunda, lo que revela una conducta fraudulenta. Y, Pablo Medina, aparentemente opositor, se anida, también, con la tarjeta MIN Unidad, lo que hace dudosa su supuesta oposición o, al menos, el cacareado desencuentro con el gobierno y la oposición representada en la MUD, pues, no parece lógico o correcto, ideológicamente hablando, que un mismo partido aliste en sus filas, posiciones y posturas tan divergentes y disímiles, más pareciera, que, el gobierno, con su poder económico, compra lo que se presente a la venta, para ganar las elecciones legislativas, que tiene perdidas, como sea, tal es el mensaje cívico enviado por el Presidente de la República a los venezolanos.
Si tales posturas o inconsecuencias no se aclaran y salen a relucir las fuentes de financiamiento de las organizaciones políticas, adquieren notoriedad, frescura y visión de futuro, las declaraciones dadas por el ex ministro de la defensa Radamés Muñoz (El Mundo, el 26-08-1998): “Sí Chávez gana tendremos un gobierno de delincuentes”.