Cifras de Cecodap reportan 3.125 casos de violencia en el primer semestre de 2015; las principales victimas de los homicidios son varones entre 12 y 17 años
Mónica Duarte
Según el informe de monitoreo de medios de Cecodap correspondiente al primer semestre de 2015, los casos de violencia contra niños, niñas y adolescentes han aumentado 12,41% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La vulnerabilidad de los adolescentes va en aumento y arropa tanto las desigualdades económicas como la violencia contra los menores. Los especialistas en protección y defensa de los niños, niñas y adolescentes coinciden en que el escenario se agrava cada vez y no hay condiciones para un cambio.
Unos 3.125 niños y adolescentes afectados fueron registrados. Dentro de ellos, 1.071 corresponden a hechos violentos en entornos sociales y 949 al ambiente escolar, siendo este último tipo de casos lo que más incrementaron (74% más que en 2014).
“Las condiciones están dadas para que se acentúen las desigualdades pero no para que ocurra una transformación social a favor de los niños, niñas y adolescentes”, asegura Abel Saraiba, psicólogo infantil de Cecodap, organización que trabaja para la promoción y defensa de los derechos y responsabilidades de niños y adolescentes.
Los adolescentes varones concentran más del 90% de los casos de homicidio
Las cifras reflejan alrededor de 76 asesinatos de menores de edad por mes. De los 457 casos totales que se reseñaron en prensa, 348 son producto de conflictos sociales, 68 fueron a manos de funcionarios policiales y 15 cometidos por familiares cercanos. También se contabilizaron 151 heridos por armas de fuego.
Carla Villamediana, coordinadora de la investigación, explica que los estados Miranda, Carabobo y Lara son los más violentos registrando el 47% de los homicidios. Mientras que la víctimas son predominantemente los adolescentes varones.
El Homicidio es la máxima masculinización de la violencia social, según exponen los informes de Cecodap. Villamedina asegura que la concentración de más del 90% de los casos en la población de 12 a 17 años ya se presentaba en informes pasados.
En el ámbito escolar los robos a las instituciones, a los estudiantes y en presencia de miembros de la comunidad escolar sumaron 247 registros. Y, aunque también se contabilizaron 2 homicidios y 9 tiroteos en alrededores de centros educativos, lo que más preocupa a la especialista son los casos de robo reiterado.
“Hay escuelas que han sido robadas hasta 10 veces, lo que más se llevan son los alimentos del programa de alimentación escolar, las canaimitas, el mobiliario de aire acondicionado y computadoras”, precisó Villamediana.
También aumentaron las protestas docentes, de padres y representantes y los disturbios estudiantiles. “Esto demuestra mucha conflictividad en el entorno escolar”, asegura la investigadora. La violencia en el ambiente educativo ya había sido uno de los elementos que más se había incrementado en el 2014.
En el caso de la violencia familiar los niños menores de 6 años son los más vulnerables, representando un 71% de los 170 casos de maltrato infantil. Villamediana agregó que la mayoría de las víctimas de abuso sexual son de sexo femenino (95 de 117 casos de violaciones), siendo estos los sectores más frágiles entre los niños y adolescentes.
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La deserción escolar y el trabajo adolescente
Las cifras de la violencia en aumento van acompañadas por una marcada deficiencia en el sistema escolar y laboral para los adolescentes. Así lo demuestran los resultados de la Encuesta de la Juventud Venezolana 2013, realizada por la Universidad Católica Andrés Bello a 1.650.536 adolescentes entre 14 y 17 años.
De los adolescentes en condiciones de mayor pobreza, solamente 6 de cada 10 asisten a la escuela. Presentando la mayor tasa de inasistencia los residentes de ciudades pequeñas y caceríos.
De acuerdo a Abel Saraiba, encargado de presentar los datos, 71.814. adolescentes no ha logrado sumarse a la enseñanza media.
Entre las causas de inasistencias reportadas un 12% señala que tiene la necesidad de trabajar y de ellos un 49% no terminó la educación media. Parte del problema es que un 11% de los casos (837.553 adolescentes) no considera importantes los estudios. “Esto los coloca en una situación de riesgo mayor”, explica Saraiba.
De acuerdo de la encuesta un 15% de los adolescentes no estudia ni trabaja y solo un 10% participa en alguna actividad laboral. De estos, la mayor tasa de actividad se aprecia en los sectores con condiciones socioeconómicos menos favorables.
837.553 adolescentes no consideran importantes los estudios
La mayor motivación para iniciarse en la actividad laboral es para
disponer de ingresos propios. En aquellos que inician antes de los 15 años, la necesidad de dinero en el hogar representa un 20% de los casos. Sin embargo, un trabajo regular solo les brindaba un ingreso promedio es de 2.097 bolívares, frente a un sueldo mínimo para la fecha (2013) de 2.973 bolívares.
Pero los especialistas se muestran preocupados por las condiciones de legalidad bajo las cuales se consiguen estos empleos y las necesidades reales que se cubren con los ingresos, no especificadas en el estudio.
La mayoría de los jóvenes que trabajan lo hacen por cuenta propia (un 36% del estudio). Los oficios como personal obrero y empleado de empresas privadas suman un 32% y los trabajadores del sector público un 11%.
Pero la autonomía financiera aun no es una realidad para aquellos que deciden abandonar los estudios, solamente el 5% de los adolescentes con empleo vive exclusivamente de sus ingresos, mientras que un 76% depende de aportes económicos de otras personas.
Si quieres contactar a la autora de esta historia, escribe a monicaduarte@larazon.net