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Bellacos y pícaros

Julio Borges Asamblea Nacional

La Asamblea Nacional se ha convertido en un lugar ideal para los gestos afectados, la comedia


Julián Rivas

Un amigo pregunta qué pasa en Venezuela. Bueno, sencillamente no hay claridad de que el pueblo es el que decide y que ese pueblo debe estar dirigido por los hombres y mujeres más leales, claros en la aplicación de los principios de justicia e igualdad, ética y defensa de la patria. No por bellacos, pícaros y tunantes, sean lobistas, burgueses, o falsos rojos. Hay que empujar duro.

“Nosotros creemos en una Venezuela de propietarios, propietarios de su casa, propietarios del petróleo”, afirma y repite el diputado a la Asamblea Nacional, Julio Borges.

Mire, Arturo Uslar Pietri escribió muchos artículos y notas de prensa que fueron unificados en un libro llamado “Las Nubes”. En uno de esos artículos, con título “La Florida Picardía”, manifiesta alarma porque el buscón de Quevedo vino a América, y entre los varios puertos del entonces inmenso territorio colonial español, pudo desembarcar el La Guaira.

País de propietarios, puso Borges por título a su nota en “Últimas Noticias”. ¿Dónde queda uno? No existe en la tierra. Personalmente, visité uno que se aproxima a la idea, muy pequeño y gobernado por un sultán que reparte algo del chorro petrolero: Brunei Darussalam. Claro, son 300 mil habitantes. Pero de eso hablamos luego.

Sigamos con Uslar, un burgués con perspicacia. No como Borges, que cada vez que habla es como si hiciera un chiste. Y no hay mejor sitio para él que esa Asamblea Nacional que se ha convertido en un lugar ideal para los gestos afectados, la comedia. Y en efecto, Borges puede expresar lo que Uslar llamo “Aquellos Indianos”. Lope de Vega con sus indianos “reflejaba fielmente” personajes muy coloridos. “Al aparecer en escena la gente podía identificarlos. Y no pocas veces eran figuras cómicas puestas para hacer reír”.

Mire, me da la impresión de que a Uslar hay que hacerle una estatua y no al dueño de la Polar. El que dice que la arepa hizo a Venezuela es Uslar. Posiblemente un publicista pícaro y fraudulento leyó “El maíz de la historia” y reclutó peloteros grandes ligas, artistas y de vaina faltó Julio Borges para decir que Harina Pan y Polar son los que amamantan a Venezuela.

Pero hay algo más grave si nos metemos a caracterizar a Julio Borges y toda esta gente reaccionaria y conservadora que muchos confundidos contribuyeron a llevar a la Asamblea Nacional. Se creen europeos, y la visión conservadora, reaccionaria, para ello es lo correcto. Esto es capitalismo post moderno, liberalismo autoritario. Allí aterrizaron los socialdemócratas, en el liberal-conservatismo otanista y anglosionista.

Esto en todo caso es viejo como tendencia. Nos lo advierte Thorstein Veblen en “Teoría de la clase ociosa”. Este es un teórico gringo de origen noruego que los apologetas del capitalismo y los intelectuales rajaos nunca nombran. Recomendable para María Machado, Mendoza, López, todos aquellos que hablan de austeridad pero quieren dólares, divisas, desde el Estado. Veblen advierte que la clase ociosa superior pretende estar por encima de todo.

Con Fedecámaras este país no avanzará nunca”, me dijo Alberto Nolia, quizás con premonición, hace 20 años, en la redacción de un diario. Busquen alpargatas. Esta burguesía es una clase social que determina, en líneas generales, qué esquema general de la vida lleva la comunidad, las mayorías pues. Un oficio cuasi-sacerdotal, según Veblen, muy de moda en Venezuela, sobre todo ahora desde las tribunas de la Asamblea Nacional.

Así está Venezuela. Qué es verdadero y qué es falso se determina con la experiencia, la practica diría Marx, lo que suscita problemas en filosofía, economía, sociología. Venezuela está patas arriba. Es una laboratorio, social, pa’ que aprendan y profundicemos la obra de Bolívar y todos los libertadores. También de Chávez. Seamos sinceros: ¿Qué pasó con el Plan Guayana Socialista?. Por qué eso no se evalúa antes de dar otro paso en favor de Fedecámaras, que celebra por estos días este ambiente raro. ¿Puede avanzar un plan minero en medio del malandraje que se tomo las minas?, ¿quien los protege?. Preguntas. No a la restauración puntofijista. Lo grave es que aquí puede destaparse la represa social. Chávez llamó siempre a ser subversivos.

Muchos en Venezuela ahora entienden la “democracia” a partir de principios inductivos, según el cual solo producen bienes y servicios, son “productivos”, los que vienen de la oligarquía rancia y están agrupados en Fedecámaras o como se llame. Esto conduce a una lógica reaccionaria, conservadora. Es como un retorno al pasado, algo característico de Chile y Colombia, de Perú. Los adecos, influenciados por Picón Salas, creyeron en eso. Los copeyanos, herederos del gomecismo, creían en eso. María Corina cree en eso, se siente el poder histórico. Los pueblos no ganan, decía un viejo profesor rajao, Adolfo Herrera.

Los intelectuales rajaos, cuando se pasan a la derecha olvidan la vieja obra, los tiempos de agitación, de odio a Rómulo Betancourt. Lenin decía que un propagandista bolchevique pasado al enemigo, al menos había dejado una obra para la consulta de los nuevos revolucionarios, que del pueblo surgen a borbotones.

Caramba, esto es medio cómico, aunque tengamos al frente una tragedia. Lo primero que hacen estos rajaos es la palinodia. Luego, niegan el avance social.

Un ejemplo, los neo diputados llegados de la izquierda, tránsfugas que se sienten hoy todo poderosos. Son sujetos que se cansaron de pelar bolas. Como la familia de Stalin, Simón Calzadilla, Elías Matta, Enrique Márquez, un tal Miguel Pizarro, pájaro llegado del sur. Matta es hijo de un árabe de izquierda, militante de la causa palestina. Él milita en un partido cercano al anglosionismo. Que le pregunte a Capriles por Israel. Pero el más llamativo es José Guerra: “Habla con la misma vehemencia que cuando hablaba en los mítines de Ruptura, algo gago, pero como le gustaba un micrófono en la universidad. Allí llegó recomendado por el PRV”, suelta un conocedor de Guerra. Ja.

Pelabola con pelabolas es pelabolas al cuadrado. El amigo agrega que Guerra cambió luego que fue a Estados Unidos llevado por la mujer.

“En cualquier caso, un reajuste de los hábitos mentales de los hombres para conformarse a las exigencias de una situación modificada sólo se produce de modo tardío y a regañadientes, y sólo bajo la coacción ejercida por una situación que ha hecho insostenibles las opiniones establecidas. El reajuste de las instituciones y las opiniones habituales a un medio modificado se hace como respuesta a una presión exterior; es una respuesta a un estímulo”, advierte Veblen.

Bueno, Venezuela ha estado sometida a una guerra propagandística que pareciera que ha tocado los cimientos de mucha gente, hasta en los mandos del proceso.

Muchas veces creemos que las cosas que pasan y tocan a toda la sociedad son producto de eventos espontáneos. No. Una mano, un cerebro al servicio de la burguesía, o el Imperio, que existe, los puede mover. Es la manipulación en política. Ya en 1998 Alvin y Heidi Toffler publicaron una nota: “Clinton, Hollywood y el futuro de la verdad”. Vean “El Universal” del 29-3-98, páginas 1-5. Ya hablaremos de eso.