El presidente de la AN, Henry Ramos Allup, informó que hay razones de sobra para reducir el mandato presidencial de Nicolás Maduro y que llegará el momento de ver cuál es el método más eficiente
Javier García / EFE
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, afirmó este viernes que dejar concluir los tres años que le quedan de mandato al jefe de Estado, Nicolás Maduro, sería «una irresponsabilidad» y recalcó que se debe encontrar una salida «constitucional» para el cese del Gobierno.
En un encuentro con corresponsales internacionales en la sede del Parlamento, Ramos Allup precisó que él no había fijado un período de seis meses para encontrar esa vía de salida sino un plazo «dentro de ese lapso» por lo que esa iniciativa se podría llevar a cabo «en cualquier momento«.
El también secretario general del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD) reconoció, sin embargo, que los integrantes de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no han optado aún por ninguna de las opciones posibles para la salida del presidente.
«No lo veo a Maduro llegar al final del periodo constitucional. Dejar tres años más al gobierno para que se achicharre en su propio aceite sería una irresponsabilidad», subrayó.
Para la salida del jefe del Estado, los opositores estudian principalmente tres opciones: convocar un referéndum revocatorio, una asamblea constituyente o aprobar una enmienda constitucional que reduzca el mandato del presidente, algo que, en opinión de Ramos Allup, se puede llevar a cabo con él en ejercicio.
«No hemos tocado el tema del referéndum, ni la constituyente, ni de la enmienda constitucional, llegado el momento veremos cuál es el medio o el método más eficiente, menos gravoso y menos complicado», explicó.
A su juicio, razones «hay de sobra» para buscar la reducción del mandato presidencial de Maduro, entre las que citó «la agudización de la crisis, el empeoramiento de todos los problemas y sobre todo la perseverancia en los errores».
«Eso, a mi modo de ver, es lo más grave. Es la terquedad del débil, no del fuerte. Si fuera fuerte rectificaría», aseguró.
Ramos Allup rechazó que estén propiciando desde el nuevo Parlamento, de mayoría opositora, un «choque de poderes» y criticó que a cada actuación del legislativo «el Gobierno inmediatamente amenaza o anuncia una acción en ‘su’ Tribunal Supremo de Justicia«.
«No nos vamos a inhibir del cumplimiento de nuestras funciones constitucionales porque un tribunal, que dentro y fuera de Venezuela está perfectamente bien reputado como un apéndice del Ejecutivo, vaya a hacer ilusorias las funciones de esta asamblea electa por sufragio popular», dijo.
El responsable de la Cámara insistió en que el poder judicial «no tiene independencia» y lo calificó como «un órgano de ejecución política del gobierno nacional».
Asimismo, destacó que los problemas de escasez del país «no hacen más que agravarse» y aseguró que en este momento «no hay en ningún puerto de Venezuela ni un solo barco para traer alimentos«.
Respecto de la falta de medicamentos, sobre la que el Parlamento declaró esta semana una «crisis humanitaria de salud» en el país, afirmó que la escasez llega en algunos fármacos esenciales «hasta el 85 por ciento».
«Es una crisis humanitaria, no es un cuento, la inexistencia de fármacos esenciales para enfermedades como cáncer, hipertensión, diabetes es de hasta un 85%», dijo.
El presidente de la Asamblea aseguró que esta no puede obligar al Ejecutivo a proporcionar datos esenciales como los índices de inflación, de deuda externa, de violencia o de propagación de enfermedades como el zika por el «presidencialismo exacerbado» creado, en su opinión, por el chavismo en el que «todo depende del gobierno».
Preguntado por lo que puede hacer la Asamblea después de que la MUD prometiese antes de las elecciones solucionar las colas en el país si ganaba, Ramos Allup aseveró que «promueven ideas» pero achacó al gobierno dar «la espalda a cualquier buena idea y no rectificar».
«La asamblea no puede producir comida pero el gobierno sí puede estimular la producción», dijo y consideró que para que la situación mejore «hay que suprimir un modelo comprobadamente fracasado».
Pese a la situación que describe, estimó que en Venezuela «nadie quiere un estallido social» porque «todo el mundo sabe cómo comienza, pero no para dónde coge ni quién lo resuelve y cómo».
«La gente le teme más al estallido social que a cualquier otra cosa», resaltó, aunque advirtió que «por mucho menos» se produjo el «Caracazo«, el estallido social de 1989 durante el mandato de Carlos Andrés Pérez.
Ramos Allup, que dirige el segundo partido con mayor número de diputados dentro de la MUD, declinó concretar si entra en sus planes ser el próximo candidato presidencial de la alianza opositora.