El proyecto de Ley de Bono de Alimentación y Medicinas para jubilados y pensionados fue aprobado por ambas bancadas. También fue aprobado pero con mayoría opositora, la Reforma a la Ley del Banco Central de Venezuela y un acuerdo sobre la crisis alimentaria
Gabriela González
Esta nueva sesión de la Asamblea Nacional, que más se asemeja a un “round boxístico” fue favorecedora, políticamente hablando, a la Mesa de la Unidad que llegó con un proyecto de Ley de Bono de Alimentación y Medicinas para jubilados y pensionados y salió con la aprobación unánime.
Pero quienes realmente “ganan”, si es válido el término, son los miles de adultos mayores, muchos de ellos presentes en el hemiciclo para aplaudir a los diputados algunas veces y otras, para gritar “unanimidad”.
Durante el debate no falto la polémica. La bancada del PSUV o Bloque de la Patria, reiteró en cada intervención que “la revolución había logrado tres millones de pensionados y que van por el 100%”.
El recuerdo del pasado también se hizo “presente”, irónicamente en la intervención del diputado más joven (22) de la AN. Jorge Pérez (PSUV), señaló que “antes, en la cuarta, los viejitos eran maltratados, pisoteados. Solo habían 387 mil pensionados”.
Pérez también se dirigió al presidente del parlamento, Henry Ramos Allup, indicándole que él también es pensionado, y que la oposición había negado créditos para la Misión En Amor Mayor.
Una de las intervenciones más vehementes que desató risas y aplausos fue la del diputado por la MUD, Arnaldo Benítez, que recordó las veces que fue hasta ese recinto para solicitar este tipo de Ley y nunca fue atendido. Incluso recordó una ida junto a Darío Vivas al tribunal Supremo de Justicia sin obtener respuestas.
Benítez, que hasta le recordó a Ramos Allup su célebre “a mí no me suenes la campana” para que no le quitaran el audio, criticó que 725 mil adultos mayores no cobran la pensión.
También increpó a la bancada oficialista, señalando que los pensionados no cotizan gracias a Chávez ni a nadie. Lo cobran por nuestro trabajo.
De la crisis alimentaria a lo “hecho en Venezuela”
La escasez de alimentos y cómo afecta la calidad de vida también fueron materia de discusión en esta sesión ordinaria, que además contó con dos elementos ya habituales: la confrontación y las continuas “subidas” de Hector Rodríguez a presidencia.
El sociólogo Luis Pedro España fue invitado para abrir el “debate” que tuvo uno de los momentos más tensos desde la instalación del parlamento con esta nueva mayoría.
España realizó toda una exposición con cifras del 2012 al 2014 del “consumo aparente” y reiteró la necesidad de que el Instituto Nacional de Estadísticas publique cifras y datos para poder elaborar políticas sociales.
Luego le tocó el turno a Julio Borges (MUD), quien aprovechó la oportunidad para introducir el proyecto de Ley de Producción Nacional con el que esperan, en palabras de Borges, impulsar “lo hecho en Venezuela”.
Once diputados le siguieron
Por la bancada oficialista, Ricardo Molina señaló que de decretarse una emergencia alimentaria, el Presidente de la República debía declarar la intervención de Empresas Polar así como las cadenas de distribución privadas.
Para Molina “todo esto responde a una agenda” con la cual la oposición busca que Estados Unidos intervenga al país. «Una operación psicológica», indicó. De hecho volvió a recordar, algo que alega en cada intervención, que el Secretario de Estado estadounidense, Jhon Kerry “reza 40 minutos por Venezuela todos los días”.
Molina reconoció que hay dificultades pero no son generadas por el gobierno sino por empresarios pesados y medios.
Para su colega de curul, Julio Chávez, los empresarios dominan el 70% de la economía y son ellos los que han “puesto al pueblo a pasar hambre”.
Por su parte, los diputados de la bancada opositora argumentaron la cantidad de empresas expropiadas que se mantienen improductivas así como las miles de hectáreas que permanecen ociosas.
De hecho, el diputado Freddy Superlano manifestó que “el Estado es el mayor latifundista del país” con más de 5700 hectáreas.
La sesión proseguía, por momentos había pitas, en otros risas. Mientras los oradores inscritos ejercían su derecho de palabra otros diputados aprovechaban para buscar café o salir a buscar el refresco y cachito que les hacían llegar.
En la bancada oficialista, un rostro que tenía sesiones sin aparecer volvió, volvió. Diosdado Cabello hizo acto de presencia y alrededor de él los diputados “rojos, rojitos” se paseaban. Unas cuantas llamadas por teléfono, una que otra “mini” reunión y uno que otro grito de “así era en la cuarta” le fueron suficientes para retirarse antes de culminar formalmente la sesión.
Faltó poco para la violencia física
El momento más tenso que se ha vivido en la AN, desde su instalación, se produjo luego de la intervención del diputado Jony Rahal (MUD), quien enseñó unas piedras e indicó que “el pueblo no esta dispuesto a comerlas”.
Esto al parecer no cayó muy bien en la bancada oficialista y comenzaron los “altercados verbales”, ya habituales en estas jornadas.
Solo que en esta ocasión estuvieron un poco más “subidos de tono”. Rahal le respondió a Victor Clark, éste lo insultó, y luego Hector Rodríguez se acercó hasta el curul del opositor para increparlo. Hubo manoteadas e intervención de otros diputados para que la violencia verbal característica no pasara a la física.
El presidente de la AN rechazó este comportamiento y las aguas volvieron a su cauce.
El acuerdo sobre la crisis alimentaria fue aprobado por la bancada opositora, es decir, la mayoría.
A un paso de la reforma
En esta maratónica jornada también fue aprobada en primera discusión, la Reforma a la Ley del Banco Central de Venezuela.
El argumento opositor fue el de “devolverle la independencia a la institución” mientras que para los oficialistas se pretendía “entregar el BCV a los banqueros”.
José Guerra criticó que un gobierno “permita que una página manipule la moneda” al tiempo que reiteró la pregunta sobre “¿cuál es el miedo de publicar las cifras?”.
Unidad Tributaria para el lunes
El diputado Alfonso Marquina, presidente de la comisión permanente de Finanzas, señaló que si este lunes 15 de febrero el BCV y el Seniat no publican las cifras de inflación y realizan la operación aritmética que prevé la ley para ajustar la Unidad Tributaria (UT), lo hará la comisión.
Asimismo, indicó que, de ocurrir esto, acudirán al TSJ para denunciar la omisión legal de estos entes.
Hay que recordar que el miércoles 3 de febrero la comisión de Finanzas desaprobó la solicitud del Seniat de aumentar a 177BsF la UT por no contar con las cifras oficiales para realizar dicho ajuste, que consideran “irreal”.
