Se dice que ya hay un acuerdo Gobierno-MUD, para aprobar una enmienda que lleve a elecciones y sustitución de todos los poderes
Luis Fuenmayor Toro
Sin lugar a dudas, la MUD ha logrado trasladar el escenario político a la Asamblea Nacional, a sus reuniones, discusiones y decisiones, aparte de haber sido exitosa en disputar la iniciativa política al régimen y asumirla, aunque no tan claramente como Chávez la llevaba en el pasado. Sin duda ha colocado al Gobierno, en muchas ocasiones, a la defensiva. Lleva adelante la iniciativa de aprobar leyes para supuestamente enfrentar, resolver o corregir determinados problemas o entuertos, mientras el Gobierno responde mediante su anulación a través de sentencias inconstitucionales, ilegales o viciosas del TSJ. El resultado electoral, claramente adverso al gobierno de Maduro, ha servido para balancear entre el Gobierno y la MUD la diatriba política, aunque siguen insistiendo en continuar solos en el escenario político venezolano, mediante el consabido discurso polarizador, negador de otras posiciones y propuestas.
La muy “democrática” Asamblea Nacional no reconoce posiciones distintas de las del PSUV y las de la MUD. Cuando convoca o invita para discutir diferentes temas, a través de sus distintas comisiones y subcomisiones, no recurre sino a sus militantes, amigos y simpatizantes, a más nadie, como no sea a alguno que otro disidente psuveco, con la intención de seguir polarizando con el Gobierno. Esta conducta de partir en dos la política venezolana se ha trasladado al canal “Globovisión” que, luego de su venta, se había convertido en claramente progubernamental, pero hoy, por alguna razón escondida, actúa como el único medio de comunicación televisivo realmente plural, pero que sólo invita a partidarios del Gobierno y de la MUD, negando con ello la pluralidad que tan profusamente cacarean. Y esto ocurre en toda su programación, algo que habla muy mal de su independencia política y objetividad de posiciones.
Del Gobierno sería innecesario hablar, pues se lo hemos venido señalando desde hace más de una década en numerosísimos escritos y, desde hace varios años, en nuestro programa de radio (Debate con Fuenmayor, Radio UNO, 1.340 AM, martes, miércoles y jueves, 3 a 4 pm) y cada vez que nos dan una oportunidad en cualquier medio. Su sectarismo, arrogancia y autoritarismo saltan a la vista. No hay sino que ver los canales de televisión que controla directamente y los que actúan sometidos a sus deseos, o escuchar la extensa red de emisoras de radio bajo su control, así como a las cínicamente llamadas radios comunitarias, en manos de grupos subyugados por el aparato de Estado, para darse cuenta que allí no cabe otra opinión que la de la macolla gobernante. Ni que hablar de los medios impresos privados, extorsionados por la escasez de papel, con directivos presos o enjuiciados, víctimas del terrorismo judicial gubernamental.
Sólo en Aporrea se pueden leer posiciones críticas al Gobierno y a la MUD, proveniente de los grupos disidentes del chavecismo, pero también hay en este portal, que se precia de revolucionario y plural, un gran sectarismo y exclusión en lo que respecta a los sectores de la MUD y, peor aún, de quienes estamos en una perspectiva opuesta a los mal llamados polos políticos venezolanos. Desde hace años les envío semanalmente, todos los domingos, los mismos artículos que se publican rutinariamente en diarios como Panorama y en publicaciones electrónicas como “Opinionynoticias.com” y “Runrun.es”, sin que se hayan dignado a publicar alguno. Pareciera que sólo están interesados en dirigirse a un sector muy reducido de la población venezolana y, aunque algunos se quejan de la polarización existente, su conducta excluyente no hace sino reafirmarla y potenciarla.
Este juego politiquero entre el Gobierno y la MUD nada tiene que ver realmente con las necesidades de la mayoría de los venezolanos, ni con el desarrollo, crecimiento, bienestar e independencia de la nación venezolana. Quienes hoy legislan lo que quieren es utilizar su precario poder, para golpear al gobierno y dejarlo en evidencia en relación con sus miserias, incapacidades e inconsecuencias. De allí surgen las leyes para darle la propiedad de sus apartamentos a los beneficiarios de la Misión Vivienda y para otorgarles el ticket de alimentación a los jubilados y pensionados. Si quieren tanto a estos sectores, cómo es nunca le dieron en el pasado adecocopeyano la propiedad de las viviendas que les otorgaban, en el primer caso, y cómo fue que los mantuvieron con pensiones y jubilaciones infames durante tantos años, en el segundo.
Pero el régimen, por su parte, se opone a que los pobres, sus pobres, sean beneficiados por el otorgamiento de su vivienda y se conviertan en propietarios de las mismas, pues en la forma en que están ahora son fácilmente manipulados y chantajeados y obligados a actuar de determinada manera a favor del Gobierno. Ésta es una actitud siniestra, que demuestra el desprecio que sienten por el pueblo pobre quienes nos gobiernan. Se niega también el Gobierno a otorgar el ticket de alimentación a pensionados y jubilados, para no concederle ese logro a la MUD. Se escuda en que no tiene recursos para financiar este sentido beneficio, pero acaba de entregar a Cuba un mil 400 millones de dólares. Es claro que no le importa si los “viejitos”, como los llama politiqueramente la MUD, tienen o no el beneficio, pues lo fundamental es ganar la batalla de la discusión política y de la opinión pública.
Como vamos, pienso que el Gobierno la está perdiendo y feo. Es muy difícil tapar el sol con un dedo y la crisis es gravísima y nos afecta a todos. Se dice que ya hay un acuerdo Gobierno-MUD, para aprobar una enmienda que lleve a elecciones y sustitución de todos los poderes nacionales, regionales y locales, tanto directos como derivados. Si lo acordaron la macolla psuveca y el cogollo mudeco nada bueno debe esperar la nación venezolana.