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Revolución para liquidar la “política” de bellacos

Luce claro que en Venezuela las luchas de poder se dan por el control del Estado


Julián Rivas

Por el estomago quieren derrotar a la nación venezolana. Es que la política en Venezuela está dominada por los bellacos. Si aquí no definimos una nueva manera de hacer política, revolucionaria, nos deglutirá el imperialismo norteamericano, el anglosionismo, el ogro del mundo, cabeza internacional de las burguesías globales.

A Venezuela el imperialismo la viene estudiando con detenimiento todos estos años de proceso bolivariano. Primero, este proceso fue infiltrado por adecos y copeyanos. A ese bache contribuyeron los adalides del diálogo. Fingieron ser “revolucionarios”, como el viejo Miquilena y su corte de copeyanos, de borrachitos y de agentes de Washington. Aprendan.

Fantasmagórico, Fantasmagórico, ayúdame. Sale el viejo Miquilena. Rescata el espíritu de la Constituyente del 99. Esto es un chiste. El primero que fue a juicio por mantener los vicios de la Cuarta Republica, todavía a estas alturas es supuesta referencia moral.

Lo miraría por un huequito: Me reuniré con Cisneros. Voy a llamar a Croes. Acabo de decirle a Manuel Felipe que entreviste a uno de nuestros voceros. Sí, hay que hablar de que esto se jodió.

Ja. ¿Qué podemos esperar en un mundillo político donde Ismael García es el vicepresidente de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional?.

Ah sí, la mujer de Henry Ramos. Es ridícula. Lo menos que se podría decir, nos advierte un filósofo. Pero es grave lo que dice. Obvio que tiene gusto por el poder. No puede ser de otra manera si vemos a su progenitor itálico y al proverbial esposo Henry Ramos. Pero no tiene mucha inteligencia esa señora. Carlos Croes entrevístala todos los días. Pauta.

Obviamente luce claro que en Venezuela las luchas de poder se dan por el control del Estado. Lo novedoso es que como nunca, ahora la política no se da en batallas entre el Masparro y el Santo Domingo, o por los lados de Las Cuivas y el Cerro de El Pilar, en Sucre, o entre el cajón del Apure y el Cajón del Arauca. No, la política pretende dirimirse en Washington, en Madrid o en Bogotá.

Y pensar, y pensar, que por estar de ilusos con la Gran Colombia se nos llenó el país de gente que ahora vive del bachaqueo, prestas a la desestabilización. Y pensar, pensar, como gusta a Uribe, que si se pretende revisar la situación de los ilegales, la misma oligarquía bogotana nos declara la guerra con apoyo de la Otan.

Tremenda broma nos han echado los falsos rojos. Metieron a un hijo de Eudoro González en el gobierno, lo hicieron presidente del Banco Industrial. Por casualidad se enriqueció asombrosamente. Ahora el otro hijo del Eudoro copeyano se declara demócrata con militancia entre los anglosionistas de Primero Justicia. Y pensar, y pensar.

El hombre satisface sus necesidades fundamentales por medio del trabajo, nos advierte cualquier teórico de la economía marxista, como Ernest Mandel. En el capitalismo perverso no ocurre así. En Venezuela muchos prefieren meterse a políticos para ser millonarios. Bueno, no a políticos en sentido estricto. Usan la perversión de la política. Son los factores de poder, manera algo elegante de ocultar las reales intenciones de sujetos que están al servicio de las clases dominantes. Como lo fue el viejo Miquilena. El Estado en Venezuela es el blanco de la fortuna y allí se centra la lucha de clases. Yo le pregunto al lector, qué razones llevan a sujetos desgastados como “El Tigre” Fernández, a Claudio Fermín, a Ramón José Medina a seguir en la “política”. Pueblo, no. Burguesías.

El capitalismo ha pervertido las relaciones sociales en todo el mundo. ¿Quién quiere ser millonario? Pregúnteselo a Eladio lares, aprendió tanto sobre la teoría de la acumulación que contrajo matrimonio con una hija de Franco D’Agostino, y así se hizo cuñado de Henry Ramos.

Mario Ignacio Purroy nos habla de la influencia estructural del Estado venezolano en la economía. El Estado funcionaría como un mecanismo transmisor del dinamismo externo hacia la economía interna. Así, en un Estado que se nutre de la venta de petróleo redistribuye. Habría que preguntarse a quién se beneficia y sacaremos su carácter de clase. El Estado es utilizado por las clases dominantes. El Estado es bueno para repartir contratos. Por eso el afán por tener el control del Estado, con el uso de partidos. Por eso Henry Ramos no suelta la teta vieja de esa antigualla que es AD.

El gasto público tiene un histórica orientación por las obras publicas. Repartir contratos es el afán de muchos. Concreto y asfalto, carajo. Henry Ramos como Helen Curtis sabe de eso. Lástima que la mujer de Henry Ramos se extralimite y haga tan infelices comentarios. Insulta a las chavistas y a la mujer venezolana en general. No se pintan la cara bien, se ven sucias. Carlos Croes sácala más, dale guaya, cadena para esta señora. Ya saben.

Lo conocí en 1999, precisamente en los días en que Henry Ramos quiso ser constituyente por Apure y perdió. Es un punto en la carretera conocido como Y de Dayco, porque mucho tiempo antes allí se establecieron los talleres de D’Agostino, el suegro de Henry Ramos. Dayco es la empresa constructora. Esto no es chisme, esto es periodismo y sociología, aclaro.

Los mandatarios de Apure de aquel entonces, los Montilla, son tan panas de Henry Ramos que todavía Montilla aspira regresar al viejo cargo de gobernador de Apure. Acción Democrática es como ordeñar una vaca de siglos. Si regresan, Dayco volverá a instalar las maquinas en el viejo campamento.

La carretera del Alto Apure tiene dos ramales. Uno da hacia Elorza y el otro busca Los Módulos de Mantecal. El sitio es hermoso. De madrugada uno pasa por ahí y en medio de la oscuridad hay cantos de aves. De repente ve el paso de manadas de chigüires. Exactamente en ese punto en que la carretera se bifurca, ahí está el campamento. Ahora lo utiliza la Guardia como puesto de control. La mujer de Henry Ramos dice que hay que dar trabajo a los venezolanos. Sí, y los contratos para Dayco. ¿Así quién no hace politica?

El país observa con desprecio a estos políticos bellacos. Hay que adecentar la política en Venezuela. Todo. Las jerarquías religiosas, los clérigos, las cámaras empresariales, todos son unos vivos que quieren acabar con Venezuela con tal de apropiarse del Estado. Hay excepciones. Pero la representación es perversa. No puede ser la norma ni futuro. Tiene que ser pasado. En Venezuela hay que avanzar hacia la democracia revolucionaria, con un gobierno patriota que limpie, que imponga la decencia. Es necesario.

Inevitable hablar de los medios. Los medios burgueses quieren marcar la pauta sobre libertades y ética. Por eso estamos fritos, por eso hay crisis en Brasil. Por eso el pestilente capitalismo nos pone entre Guatemala y Guatepeor con las elecciones de Estados Unidos: Una anglosionista Clinton o el racista Trump. Tronco de democracia.

La revolución es la salida. Sin falsos rojos. Hágase la papa. Viva Venezuela, abajo el imperialismo y sus servidores adecofascistas.