Una de las prácticas más recurrentes del régimen es tratar de ganar por forfait o eliminando al equipo contrario antes que comience el juego
Humberto González Briceño
I.- PATÉTICO. El papelito que hace Diosdado Cabello todas las semanas en la televisión es… patético, por decir lo menos. Desde su programa “Con el Mazo Dando” muestra lo de peor de sí mismo al presentarse como el más resabiado e intolerante de los jerarcas del régimen. Desde allí Diosdado le da instrucciones a jueces y militares activos y hace abiertos llamados al linchamiento político de sus adversarios. En las últimas semanas Diosdado le ha estado dando ideas al TSJ para suspender el revocatorio sobre la base de supuestas irregularidades. El temor -¿pavor?- que le tiene a un conteo es inocultable. Lástima y pena ajena produce el ver a este personaje asustadizo y escondido tras argumentos de supuestas irregularidades para huirle a la voluntad popular.
II.- FISURAS. La decisión de ir o no al revocatorio será más política que jurídica. Aún no se ponen de acuerdo sobre cómo y cuándo matarán al revocatorio. Mientras el tiempo y los lapsos corren, aumentan las dudas y las fisuras en los estamentos oficialistas civiles y militares. Poco a poco los voceros del Psuv comienzan a reformular su tesis original para admitir la posibilidad que el revocatorio se realice este año si los requisitos se cumplen, atajan rápidamente. Ante el convencimiento de una aplastante derrota sin precedentes en la historia política del país la cúpula gobernante está convencida que la opción es no contarse, ni siquiera en las elecciones de gobernadores. Pero esta tesis ya muestra sus fisuras en los niveles medios del partido y del régimen donde muchos dirigentes comienzan a preguntarse si la aventura antidemocrática no estaría llegando demasiado lejos.
III.- PODER. Una de las prácticas más recurrentes del régimen es tratar de ganar por forfait o eliminando al equipo contrario antes que comience el juego. Esta socorrida práctica se muestra en la cantidad de juicios políticos donde en forma aberrante el Gobierno literalmente le niega el derecho a la defensa a los acusados de presuntos delitos políticos. Lo último ha sido la sentencia del TSJ donde el régimen abre un juicio contra la Asamblea Nacional y al mismo tiempo le impide a esta hacerse representar por medio de apoderados judiciales. Otra muestra del papel nada higiénico que se hace de la Constitución Nacional.
IV.- CLAP. Los comités creados por el Gobierno para distribuir comida fracasaron por partida doble. Por una parte, el propósito de hacerle llegar comida a la población no se logró. Estas alcabalas de comida multiplicaron la corrupción y el bachaqueo sin que la comida pudiese llegar a segmentos importantes de la población. Muy pocas personas se han beneficiado de este sistema primitivo de control político. El objetivo discriminatorio de los Clap tampoco se logró. En aquellos sitios donde hubo bolsas de comida para atender a núcleos más allá del Psuv los miembros de los Clap no siguieron la línea de Miraflores que decía “a los opositores ni un vaso de agua”. Temores a represalias y quizás hasta elemental sentido de solidaridad llevó a desafiar la instrucción oficial. Ahora Diosdado dice que los Clap no discriminan. Esto se debe leer como “los Clap desafiaron la línea oficialista que aconsejaba no darle comida a los opositores”.
V.- USA. El régimen de Maduro sigue enviando mensajes y haciéndole carantoñas al Gobierno de los Estados Unidos para que este suavice su posición en la OEA. Esa es la razón por la cual en forma sorpresiva y súbita Maduro cambió su tono desafiante y antiimperialistas por uno más dócil y civilista. El régimen sabe que el campo de batalla de la OEA está minado y que los Estados Unidos lidera la avanzada de países que presionan por cambios políticos en Venezuela. Más allá de la retórica antinorteamericana, las realidades de la geopolítica le aconsejan a Venezuela una posición más pragmática. Por lo momentos, mientras el régimen de Venezuela trata desesperadamente de ganar tiempo con un diálogo falso, los Estados Unidos acaban de aprobar la prórroga de las sanciones a altos funcionarios venezolanos acusados de violaciones a los Derechos Humanos.
