Sindicato Único de Trabajadores denuncia que los últimos tres aumentos de sueldo mínimo no han sido aplicados en el CNE y la convención colectiva está vencida desde 2010. La suspensión de elecciones hasta 2017 “desdibujó nuestra razón de ser”
Patricia Marcano
El bono de alimentación del personal jubilado del Consejo Nacional Electoral (CNE) es de Bs 5.000; el beneficio de beca escolar está en Bs 1.000, el de útiles también, y el bono de juguetes –que deben entregar en diciembre- está actualmente en Bs 1.300. El personal activo que gana menos del salario mínimo no es poco, y los últimos tres aumentos de sueldo aprobados por el Ejecutivo, no han sido aplicados en el ente electoral.
Estas fueron algunas de las razones por las que un grupo de trabajadores protestó el 31 de octubre, a las afueras del CNE. César Arias, secretario de actas del Sindicato Único de Trabajadores del CNE (SUT-CNE), denunció que el personal activo y jubilado está desesperado y que a lo interno de la institución se violan los derechos fundamentales de los trabajadores.
Tal es la situación, que entre 2015 y lo que va de 2016, 2.500 trabajadores han renunciado al CNE, “eso equivale al 30% de la nómina y esa reducción es una tendencia que se mantiene. De seguir así, ante unas eventuales elecciones tendrían hasta que buscar gente por la diáspora de talento humano que se ha ido”, advierte Arias.
La convención colectiva está vencida desde 2010 y en 2013, en un directorio, las autoridades le hicieron una modificación unilateral donde se eliminó el derecho de homologación a los jubilados.
Frente a eso, detalló el directivo del sindicato, introdujeron una medida en la Sala Político-administrativa del TSJ, hace 3 años, solicitando la nulidad del cambio porque los desmejoró pero aún no reciben respuesta; el 20 de octubre les informaron sobre la suspensión, sin motivos, de la audiencia.
También llevaron un recurso de amparo contra el CNE por no ajustar el bono de alimentación, y la Sala Constitucional del TSJ lleva 2 meses de silencio, sumados a otros 18 meses sin respuesta a un recurso de colisión de norma por conflicto laboral, cuya ponente es la presidenta del ente, Gladys Gutiérrez. En este último.
“La presidenta del CNE no le da audiencia a los trabajadores ni a los sindicatos. Hablar con los rectores es una aspiración imposible, son arrogantes y dicen que esperemos la publicación de un boletín, que por allí informan. Los trabajadores están en una situación desesperada, no hay convención colectiva, no nos reciben los directivos, no hay decisión en los tribunales. ¿Qué nos queda? Protestar”, señala Arias.
El 31 de octubre un grupo decidió salir a la calle a manifestar y denunciar públicamente la situación, pues el universo de afectados es de aproximadamente nueve mil personas, entre activos y jubilados, afiliados y no afiliados al SUT-CNE.
«Nuestra razón de ser se ha desdibujado»
La postergación de las elecciones regionales para finales del primer semestre de 2017, así como la suspensión del proceso para activar el revocatorio, son otros hechos que, según César Arias, preocupan a los trabajadores del ente electoral.
“Existe una especie de desazón porque decirle a un trabajador electoral que no habrá elecciones es como decirle a un trabajador petrolero que no se seguirá explorando ni sacando petróleo. Ahí quedó todo el mundo en el aire. Nuestra razón de ser se ha desdibujado”. Quienes tienen labores directas en áreas operativas electorales son los principales afectados.
A su juicio, relajar los lapsos electorales “es una barbaridad en cualquier país civilizado”, pues son lapsos que se establecen en la Constitución para ser cumplidos a cabalidad.
La decisión de suspender el revocatorio, tras el pronunciamiento de varios tribunales penales, no solo desdicen al Gobierno que durante años dijo tener la democracia más sólida, apunta Arias, sino que también llama la atención de los trabajadores porque los directivos del CNE dieron una respuesta apresurada en contraste con la actitud que han con sus trabajadores.
«Los trabajadores están en una situación desesperada, no hay convención colectiva, no nos reciben los directivos, no hay decisión en los tribunales»
“Había una matriz de que el CNE era uno de los organismos que mejor pagaba pero la política equivocada de la actual presidenta revirtió eso. Hace 10 años fue así, éramos de los mejores pagados. Hoy todo el mundo se quiere ir”.
El 1 de noviembre los representantes del sindicato fueron recibidos por el ministro del Trabajo, Oswaldo Vera, quien les dijo desconocer todas las circunstancias denunciadas y prometió dar respuestas al final de la semana. Dependiendo de lo que ocurra, informó Arias, decidirán protestar de nuevo en los próximos días o no.
La directiva del CNE no les ha dado ningún argumento que justifique la demora en la discusión de la convención colectiva ni el motivo por el cual dejan de ajustar los sueldos a los aumentos decretados por el Ejecutivo, así sea con retraso.
“Ni siquiera se han dignado a decir que no van a ajustar los beneficios económicos ni a discutir la convención por culpa de la guerra económica, ni nada. Ahí el silencio es sepulcral”, expresó el secretario de actas del SUT-CNE.
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