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Julián Rivas: La chuleta global

Una suma de eventos y una campaña de descredito, con fuerte aporte bogotano, configuran un ambiente intervencionista de Venezuela, que no debemos tolerar


Julián Rivas

Ese empeño de algunos sectores políticos por hacer de Venezuela un país dependiente en lo geopolítico y sometido a la hegemonía económica de las transnacionales de Estados Unidos y Europa debe inevitablemente ser derrotado. Llegar a ese punto de dominación extranjera solamente sería posible mediante la destrucción absoluta de Venezuela, lo que nuestro pueblo no va a aceptar.

Venezuela tiene que mantenerse como país realmente independiente y con abierto camino al desarrollo económico. Entonces, cuál es el empeño de ciertos políticos venezolanos que insisten en ver como normal la injerencia de Estados Unidos en nuestros asuntos. Y hasta ven como “un derecho” que las agencias de inteligencia “occidentales” vengan a husmear en Venezuela. Algunos agentes se disfrazan de reporteros, otros tienen reconocido “performance” televisivo, y otros escriben telenovelas como Moisés Naím. El anglosionismo esconde la chuleta. Es decir, se copia. Por supuesto que no aprende.

Ex ministro de Carlos Andrés Pérez, y como él viejo agente de la CIA, este señor Naím es uno de esos intelectuales que juega a trastocar el mundo. En este hemisferio, con su telenovela llena de mentiras sobre Hugo Chávez, hace el mismo papel que realizo en Libia otro anglosionista: Bernard-Henri Lévy. Desde 2011 hasta la fecha Libia está destrozada. Levy demonizó a Moammar Gadaffi. Aquí Naím se encarga de dibujar la peor imagen de Chávez. El objetivo es deslegitimar, quitar respeto y admiración a esos lideres.

Los anglosionistas aparentan que luchan por una causa justa y los grandes medios “occidentales” edulcoran su gesta. Solo ellos tienen razón, los demás son los defensores de causas perdidas. Ellos son burgueses, articulados al sistema de dominación occidental, a la burguesía occidental, a la plutocracia global, y por tanto tendrían razón. Ellos son los demócratas, justifican al terrorismo que se hace llamar islámico, si ello significa destruir Libia. De la misma manera destruyen Siria. O condenan a Corea del Norte, a Mugabe, y trabajan para la banca.

Una fila de intelectuales rajaos más los anglosionistas. Son los justos, porque bajo este ropaje de demócratas esta gente repite a Hannah Arendt y los que no son parecido a ellos son “totalitarios”.

Hasta Álvaro Uribe es visto como demócrata por estos intelectuales derechistas. El narcoparamilitarismo, instrumento de guerra enarbolado por Uribe es insignificante. Uribe es demócrata garabatea más de un columnista. Ahora celebran a Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos.

Esta semana vimos hasta con cierto sentido de sorpresa, al señor Julio Borges. Apoyó a Colombia contra Venezuela. En todo caso lleva rato en eso. El presidente del parlamento de Venezuela ya dijo: “No existe una Colombia en paz con una Venezuela sin democracia”. Caramba.

Recordemos una vez mas a Keyes Beech, corresponsal de la prensa de Estados Unidos, que por mucho tiempo estuvo en Asia, e incluso gano en 1951 el Premio Pulitzer debido a sus escritos sobre la guerra de Corea. Beech fue visto por mucho como un perspicaz y agudo reportero. Escribía sobre la libertad occidental, y preconizaba su exportación al Asia. Condenaba a China, a la India y a cualquier país que simpatizara con la Unión Soviética, con la Cortina de Hierro. A la hora de su muerte, en los años 90, quedó claro una cosa: era agente de los organismos de inteligencia de Estados Unidos.

“Reporteros sin Fronteras exige a Venezuela que deje de expulsar periodistas”·, sueltan varios portales. De lo contrario Venezuela será calificada de totalitaria. “Venezuela se encuentra en el lugar 139 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, publicada por la propia organización en 2016”, agrega el diario El Nacional. Bello, bello, todo esto. Pero la realidad es mas compleja.

Venezuela esta amenazada. Ojo, no se trata de defender a un gobierno. Se trata de defender a Venezuela. Hay mucha gente preocupada por la deriva antivenezolana que ha tomado una oposicion que consolida su alianza con factores externos para dominar a Venezuela. La oposición dejo de ser interna y parece que hizo simbiosis con Washington. Solamente habría que hacerles una pregunta: ¿Acaso creen que van a salir avantes con la implantación de fuerzas extranjeras en Venezuela? Van a seguir en lo mismo.

Todo el mundo tiene derecho a criticar el gobierno. Pero el sentido de la critica es diferente entre quien ama a Venezuela y quien quiere aliarse al imperialista. La vieja burguesía gomecista quiere la destrucción de Venezuela. Julio Borges preside el parlamento y a la vez celebra a la oligarquía colombiana. La mujer de Leopoldo López ofrece testimonio de que Venezuela seria una nación invivible. Apunta a la “somalización” de Venezuela.

Pero ahí siguen los agentes foráneos. Apostando a Uribe Vélez. Ahora, una cosa piensa el burro y otra quien lo arrea. Algo les digo: el deseo de la oligarquía colombiana de fracturar a Venezuela, de hacer una Somalia con Venezuela no es de ahora. Eso es viejo. Desde 1830 andan en eso. Esto obliga a los venezolanos a tomar postura. El pueblo debe reclamar democracia, derechos, y a la vez es obligatorio neutralizar a quienes juegan a hacer de nuestro país territorio intervenido. Nunca aceptaremos eso. Venezuela es independiente.

En todo caso, desde la perspectiva que lo veamos estamos obligados a defender nuestro país. La posición de Colombia en la OEA, el empeño de Santos por calentar la frontera, desenmascara esa oligarquía. El espíritu desleal de los Holguín, de Miguel Antonio Caro, el réspice polum, mirar al norte, de Marco Fidel Suarez, están latentes. La posición nuestra debe ser venezolana y bolivariana.

Esto es bueno aclararlo. Ser bolivariano hoy es condenar esa oligarquía que manda en Bogotá. Y quien quiera interpretar hoy el mandato bolivariano, entonces que haga como Bolívar, condenar y combatir esa oligarquía que es fuente de la discordia en América Latina, que se sometió a la OTAN y al anglosionismo pretendiendo parar los cambios en la región mientras el imperio norteamericano quiere frenar el mundo. No podrán.

Repetimos, es la oligarquía. La oligarquía tira la piedra y esconde la mano. A veces solo vemos a Almagro, pero ella esta detrás. Ahora sacan al canciller de México, pero ojo, es la oligarquía bogotana. No hay otra. Washington saca provecho.

Lamentamos los sufrimientos que lleva el pueblo colombiano en la antidemocrática Colombia. Ojalá ese pueblo haga una revolución. Mientras tanto, cuidemos la cerca. Ojala esto lo comprenda la pequeña burguesía burocrática. Por nuestra parte, trabajemos con el pueblo, que a fin de cuentas es la autentica Venezuela.

La pretensión de crear un clima de crisis humanitaria en Venezuela, es otro punto de la Cartilla de la OTAN para intervenir: Recuerda la Operación Alba, en Albania (1997). Escasez de alimentos, saqueos y petición de elecciones adelantadas. Qué casualidad Almagro. Un simpática señora italiana, Enma Bonino, jugó al llamado desesperado para la intervención humanitaria. Aquí un curita bellaco, que también paso por el centro de instituciones europeo, por Bruselas, el nuncio del Vaticano, sabe esa lección. Ojo pelao. Defendamos a Venezuela.

A Leopoldo López, Henry Ramos, Capriles, Julio Borges, como decía Perucho Conde: ¡Les sale serrucho!

¡Viva Venezuela!