La inteligencia estadounidense está desbordada, luce incontrolada, y tal vez ya sea incontrolable
Manuel Isidro Molina
Un apreciado amigo me sorprendió con un aserto: “La CIA no existe”, dijo convencido, a lo que le respondí con una interrogante en medio del diálogo que manteníamos sobre temas de interés mundial.
— ¿Me lo estás diciendo en serio?, le pregunté.
— Sí, en serio, dijo mi interlocutor, realmente enfurecido en medio de la crisis venezolana, que evolucionaba trepidante a mediados de 2015.
— Entonces, no hablemos más de política, hermano…
Aquel intercambio me alarmó y ha quedado grabado en un rincón importante del tablero de ajedrez que estamos obligados a otear permanentemente, no solo por el fenómeno psicológico que revela socialmente hablando, sino por la capacidad y experiencia política internacional de mi interlocutor.
Es alarmante el grado de domesticación comunicacional y cultural que ha logrado globalmente el eje angloamericano que domina al imperio capitalista mundial, cuyas dimensiones de hoy no tienen precedentes. Vivimos en una sociedad invadida por los sistemas telemáticos de espionaje, y no lo advertimos ni lo aceptamos ni nos importa. Como afirmó recientemente una exfuncionaria del servicio de inteligencia británica MI5, Annie Machon, “estamos viendo la novela ‘1984’ de George Orwell, en la que las pantallas en nuestros pisos pueden observarnos”, según declaraciones difundidas por actualidad.rt.com esta semana.
Dos acontecimientos de importancia mundial han colocado el tema sobre el tapete: 1.- La denuncia del presidente de EEUU, Donald Trump, de haber sido espiado por la inteligencia del gobierno de su predecesor Barack Obama, durante la pasada campaña presidencial; y 2.- la difusión por WikiLeaks de buena parte de los sistemas telemáticos de espionaje de la CIA.
La inteligencia estadounidense está desbordada, luce incontrolada, y tal vez ya sea incontrolable; tiene vida propia y ampulosa, junto con los sistemas de espionaje británicos e israelíes, los que a mi juicio tiene vinculación clara con el fortalecimiento de las corrientes de supremacía blanca sobre el planeta. Espían sobre Rusia y China, pero también sobre la Europa continental, como lo hicieron estadounidenses y británicos con el sistema “Echelón” sobre empresas europeas, a finales del siglo XX, affaire investigado por el Parlamento Europeo en 2001. Y espían al propio pueblo estadounidense, sus ciudadanos, científicos, empresarios y líderes políticos, como acaba de ocurrir con el mismísimo Trump, quien desde la Casa Blanca ha ordenado una exhaustiva investigación que puede llevar a Obama a un estrado judicial.
“Echelón” sirvió también para espiar a la brasilera Petrobras, en 2014, lo que indica que ese enjambre alcanza a todo el planeta, en tiempo real, así la incredulidad o la complicidad de los subordinados y agentes encubiertos digan otra cosa.
Bajando a nuestra realidad nacional, necesario es constatar que adicionalmente sufrimos el mismo despropósito a manos de un sistema gubernamental de espionaje delictivo, sin control ni rendición de cuentas, tanto desde el ámbito civil como desde el militar, incluso en manos de connotados delincuentes que se han enriquecido robando a manos llenas recursos públicos, lamentablemente gratificados por los presidentes Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros, sin miramientos éticos ni morales.
No es difícil concluir que el espionaje a ciudadanas y ciudadanos venezolanos, con evidente participación de espías cubanos, a todo nivel, se ha entronizado bajo abuso de poder en un sistema judicial putrefacto, incluso contra partidarios y ex partidarios del gobierno, quienes hoy sienten sobre sus espaldas lo que antes aupaban, negaban o soslayaban. En un país serio, esto sería tema del debate público nacional; pero en Venezuela, la contingencia, la codicia, la hipocresía y la conchupancia siempre encunetan lo trascendente.
EL CONFESIONARIO
EL PRESIDENTE NICOLÁS MADURO corre un riesgo innecesario desatendiendo las recomendaciones médicas para mantener bajo control sus serios problemas de salud. Dieta estricta para bajar de peso y ejercicios moderados con disciplina para nivelar su ritmo cardiopulmonar, le son no solo indispensables sino de obligatorio acatamiento, dadas sus altas responsabilidades de Estado. No digo más, con mis mejores deseos por su buena salud.
CUALQUIER ECONOMISTA O PLANIFICADOR con experiencia pública convendría en tachar por inviable la ya difundida aspiración de asignar a trabajadores pensionados y jubilados las bonificaciones para alimentación que han sido decretadas a favor de trabajadores activos. Personalmente –pensionado por el IVSS-, me convendría la triplicación de los 40.000 bolívares de la pensión que recibo, pero no creo que el Seguro Social ni el presupuesto público nacional soportarían ese peso. Las consecuencias del descalabro de la economía no se solucionan con mayores asignaciones financieras estatales, sino con más y mejor producción, lo que solo será posible con un cambio profundo en la vida venezolana, que pasa por la reconstrucción moral y ética de nuestra sociedad, los cambios políticos indispensables y las nuevas prácticas económicas y sociales que nos saquen del cepo bipolar estatismo-neoliberalismo impuesto por el PSUV y la MUD, responsables principalísimos de la macro crisis que nos asfixia.
EL TIGRE VIVE UNA CRISIS “ESPANTOSA” de desabastecimiento de alimentos, medicamentos y bienes de consumo masivo de todo tipo, según reporte de vecinos de esa población del municipio Simón Rodríguez, en el sur del estado Anzoátegui: “La desesperanza, el hambre y la miseria se apoderaron del pueblo, también afectado por la delincuencia”.
ALARMANTE ES QUE “COMENZARON LOS SUICIDIOS” por motivos de empobrecimiento y desesperación, en criterio de quien llama la atención desde ese rincón oriental, donde estaría generándose también un fenómeno no menos preocupante: “prostitución infantil”.
EL HOSPITAL FELIPE GUEVARA ROJAS de El Tigre, “está a punto de cerrar, los médicos hacen milagros, no hay nada; en el SAIME no hay material para sacar la cédula de identidad; y tampoco hay gas, la gente ha tenido que protestar en las calles, mientras el alcalde Jesús Figuera se mantiene con su mirada cómplice… Esto es caótico”.
CRUZ RAMÓN GALÍNDEZ, gran amigo y colega periodista yaracuyano, sigue celebrando con el optimismo de siempre sus ochenta años de vida, cumplidos el pasado 14 de diciembre de 2016. Oriundo de San Felipe (14.12.1936), CRG ha sido un inquieto e itinerante reportero con muchas millas de vuelo, poeta, parlamentario regional y nacional (1989-1999, Convergencia), con quien tuve la grata experiencia de contar con su sapiencia, entusiasmo y excelente humor en mi desempeño como presidente de la Comisión Permanente de Medios de Comunicación Social de la Cámara de Diputados del Congreso de la República, durante los años 1994-1996: fue nuestro vicepresidente, decidido defensor de la Ley de Ejercicio del Periodismo (todavía vigente), que logramos aprobar por unanimidad bicameral luego de aquella memorable jornada de discusión abierta por todo el país, entre marzo y diciembre de 1994.
ME HONRA SU AMISTAD; y me fortalece su espíritu batallador, que también compartió como candidato a vicepresidente, con mi padre Manuel Isidro Molina Gavidia (1915-1998) en sus merecidas aspiraciones a presidir el Colegio Nacional de Periodistas (CNP). A la redacción de “La Razón” me envió su más reciente publicación: CRUZ RAMÓN GALÍNDEZ 80 años. Semblanzas. Con gratitud, les transcribo su dedicatoria: “Para el doble colega y ex parlamentario Manuel Isidro Molina P. con afecto y el recuerdo de nuestro paso de éxito en la Cámara de Diputados, Presidente y Vicepresidente de la Comisión de Medios… A la memoria de vuestro padre homónimo. Fraternalmente”.