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Sin pan ni circo

La última jugada del Gobierno terminará como todas las acciones improvisadas: muy mal para el pueblo


Editorial

La crisis económica tiene al país contra las cuerdas, pero especialmente ha desnudado la poca capacidad gubernamental para salir adelante. Las medidas que ha tomado el presidente Nicolás Maduro no han logrado resolver los grandes problemas de la nación. Asfixiados como están, los venezolanos no tienen ninguna esperanza en que las recientes medidas tomadas por el Ejecutivo para salir adelante en la “guerra del pan” puedan llegar a buen puerto. Son muy recientes los fracasos estatales con empresas expropiadas, con medidas improvisadas que lo que han hecho es empeorar la situación. Querer culpar a los panaderos por el desabastecimiento es el enésimo error de una administración fallida, que ha perdido el respeto de la nación entera. La amenaza de expropiar panaderías no hace más que empeorar la caótica situación. El Estado ha sido incapaz de proveer los insumos necesarios para que la industria nacional produzca y tampoco sincera la situación cambiaria. Error tras error, fallo tras fallo, el chavismo ha sido incapaz de torcer el rumbo de sus propios desatinos. En unos meses las panaderías corren el riesgo de repetir la historia de las areperas socialistas, toda una ficción en estos días. La negación que se hace de la crisis y las falsas promesas de recuperación para este año no hacen más que sumar al descontento de un pueblo agotado de tanta burla e ineficiencia, con hambre, desesperado.