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Julián Rivas: La Venezuela independiente bajo asedio

Almagro

El cerco económico y financiero sería la continuación de la aplicación de la Carta Democrática, por eso debemos agradecer a Haití por segunda vez en la historia


Julián Rivas

La discusión sobre el futuro de Venezuela debe estar sujeta a la firme defensa de la independencia nacional, la soberanía popular y en consecuencia no alineación con el bloque imperial anglosionista y estadounidense.

El cerco a Venezuela es el mayor empeño de la derecha global anglosionista ante la solidez del pueblo venezolano, que ajustado a su historia ha soportado una difícil situación económica. Por eso debemos agradecer la posición digna de países como República Dominicana, El Salvador y Haití. No pudo el chantaje gringo en la Organización de Estados Americanos. Fracasó el propósito de legitimar el cerco. Hace dos siglos tampoco pudo el chantaje del mandatario español en Caracas, Martínez Moxó, quién pretendió intimidar al presidente Petión para que no prestara ayuda a Bolívar y los patriotas venezolanos refugiados. Esa ayuda fue vital. Venezuela es independiente.

El mexicano José Vasconcelos advirtió sobre los doscientos años en que el mal básico es tener políticos con la idea de que sólo los extranjeros de tipo anglosajón serían capaces de traer prosperidad. Bueno, siguen en lo mismo. Para vergüenza de México y América Latina.

Por estos lados del Caribe, en la colonia los grandes cacaos vendían parte del producto a la Compañía Guipuzcoana y a la vez dejaban algo para contrabandear con los holandeses. De allí nos viene esta burguesía complaciente con los europeos del norte.

“La MUD cree o aspira que la política estadounidense hacia Venezuela y América Latina es para favorecerlo en lo político”

Insisto, contra Venezuela existe una conspiración anglosionista, con el uso de la oposición de la Mesa de Unidad. La MUD cree o aspira que la política estadounidense hacia Venezuela y América Latina es para favorecerlo en lo político. Y de la cual, también aspira algunas migaja económicas.

La derecha venezolana no entiende que el Imperio los utiliza como tontos, desechables una vez cumplidos sus objetivos. Sus líderes correrán la misma suerte de los cipayos de Afganistán, Irak, Libia, y de aquellos países de la Europa Oriental que corrieron a cobijarse a la sombra de la OTAN en los años 90. ¿Quién se acuerda de ellos?

Estos días han corrido rápido, pero son de tragar grueso. En la OEA no fue aprobada la solicitud de aplicar a Venezuela la Carta Democrática. Pero fundamentalmente no se lograron los 23 votos que buscaban Estados Unidos y sus aliados para aplicar con supuesta legitimidad un plan punitivo. Se habría dado curso a lo insospechado, como bloqueos financieros, y posiblemente militar. El curso de las sanciones que tanto gustan a Estados Unidos y sus sirvientes en Europa. Esto lo desconoce la mayoría de la población

Pero la conspiración contra Venezuela es tan nítida como el agua clara. Apenas el Tribunal Supremo de Justicia emitió un pronunciamiento, sin que la mayoría de los venezolanos se hubiera enterado, Estados Unidos y sus aliados convocaron a una reunión. Reaccionaron con los gringos Argentina, México, Colombia, Brasil, Perú, Costa Rica, Panamá y Chile. Sí el Chile de la ahijada de Pinochet, la Bachellet. ¡Cómo rima!

Venezuela está obligada a revisar sus relaciones con todos estos países. No es asunto personal ni de emociones para nadie. El interés nacional así lo amerita. Si consideramos a la oposición como traidora, entonces cómo calificar a quienes por años han recibido nuestra desinteresada ayuda, solidaridad militante.

Todo está urdido con el concurso de la oposición agrupada en la MUD. Capriles, Leopoldo López y su combo, son cómplices. Particularmente preocupa el caso Colombia. Desde allá se sigue estimulando el paramilitarismo, la desestabilización y la extracción de recursos. Ahora, inmediatamente luego del pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia sobre asuntos internos, la Canciller de Colombia, la señora Holguín, se reunió con el Canciller de México.

“La Canciller María Ángela Holguín y el Secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray Caso, presiden primera reunión del Consejo de la Relación Estratégica Colombia y México”, dijo la prensa oficial. Qué apretados, tronco e’ nombre para justificar la intriga contra Venezuela.

El Palacio de San Carlos, el Congreso y otros lugares de Colombia se han hecho es familiares para los dirigentes de la MUD y de otros países de nuestra región. A esto lo llaman “consultas”. Hay que tomar medidas, incluso disminuir el intercambio comercial con Colombia. Independientemente de los intereses de los gobernadores fronterizos. Importante es Venezuela.

Parece un chiste cuando desde Bogotá nos piden respeto a los poderes de Montesquieu. Lo dice Holguín. Oligarca descendente de las hermanitas Ibáñez. Caramba.

“Nuestro país debe avanzar por la senda de la democracia revolucionaria”

Venezuela no puede ir según el curso de las democracias burguesas. Nuestro país debe avanzar por la senda de la democracia revolucionaria. Soberanía e independencia nacional es una obligación. ¡Con los gringos y anglosionistas bien lejos!

El pueblo debe estar presto a resolver la situación política planteada, de la cual muchos olvidan que tiene alto ingrediente económico. Venezuela debe avanzar en la construcción de una economía al servicio de las mayorías. Sin carteles y monopolios hegemónicos y menos con poder político al estilo Cuarta República.

Una política revolucionaria es lo pertinente. Con liderazgos renovados, que no procedan de las cofradías que desvirtúan la democracia. Debe ampliarse la base popular para tomar decisiones. Sin mezquindad. Sin realizaciones. Sin maniobra de cofradías. El enemigo es feroz y global.

La unidad es urgente. La preparación perentoria. En cualquier terreno. Hay un plan para cercar a Venezuela, en primer término es un bloqueo económico-financiero. Por eso, el empeño de Almagro es prioritario para los derechistas. Pero vienen con más. Ojo, la persecución y el hostigamiento es global contra lo venezolano.

¡Viva Venezuela!