Borges dijo también que tras 82 días de protestas, que han dejado 75 muertos y un millar de heridos, el pueblo «está aún más determinado a seguir luchando por su libertad»
EFE
El presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, advirtió a la Fuerza Armada que serán las «primeras víctimas» del cambio de Constitución que promueve el jefe de Estado, Nicolás Maduro, mediante una Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
«La Constituyente que propone Maduro ustedes saben que no es democrática (…) y que representa nada más y nada menos que traer definitivamente el modelo cubano a Venezuela. La primera víctima será la Fuerza Armada venezolana», dijo Borges a los militares en un vídeo que fue difundido en las redes sociales.
No queremos una Fuerza Armada de la oposición, sino de la Constitución. pic.twitter.com/V3ToiTNWEF
— Julio Borges (@JulioBorges) June 21, 2017
El opositor aseguró que este eventual cambio de ordenamiento jurídico «tiene un rechazo en las encuestas superior al 85 %» y critica que la Constituyente «no sea electa por el pueblo» debido a que no habrá un referendo consultivo previo como ocurrió en 1999 cuando se redactó la actual Carta Magna.
«Por eso en este momento toca dar un paso decisivo que es proteger la Constitución, proteger la democracia y ser parte como Fuerza Armada del futuro, del desarrollo, de la libertad y el progreso de la nueva Venezuela«, prosiguió el diputado, líder de la formación Primero Justicia (PJ).
En este sentido, consideró como un «actor fundamental en este proceso» a la Fuerza Armada venezolana, a la que le pidió ponerse del lado de la Constitución y sin ninguna filiación política.
Maduro designó este jueves un nuevo Estado Mayor de la Fuerza Armada, al tiempo que ratificó al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aunque le relevó como jefe del Comando Estratégico Operacional militar (CEOFANB).
Estos cambios se dan cuando el país vive desde el pasado 1 de abril una ola de protestas opositoras y a poco más de un mes de que se elija a la Asamblea Nacional Constituyente, un proceso que la oposición ha llamado a impedir por «fraudulento».