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Venezuela seguirá en macro crisis, y la mayoría de venezolanas y venezolanos, empobrecidos y defraudados, seguiremos luchando por superar las miserias del bipartidismo
Manuel Isidro Molina
Mi evaluación concluye en que no habrá cambios sustanciales en el statu quo, a corto plazo, en Venezuela:
1.- Las elecciones de los constituyentes se producirán, como fue pautado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), el 30.07.17, en medio de la intensificación de protestas opositoras pacíficas y otras no tan pacíficas a cargo de grupos extremistas apadrinados y financiados por factores de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) asociados a factores extranjeros de poder continental y regional, ya suficientemente identificados.
2.- El dispositivo represivo del gobierno (GNB, PNB, SEBIN, DGCIM, “colectivos”, etc.) será intensificado.
3.- Aumenta el riesgo de más asesinatos en y en torno a las protestas, contra-protestas y represión desmedida, con psicópatas asesinos (de ambos bandos) matando vilmente a nuestros compatriotas en las calles.
4.- El Plan República será clave, como en 1963 lo fue su nacimiento para garantizar las elecciones presidenciales y parlamentarias, bajo acechanza armada del PCV, MIR y las FALN (Fuerzas Armadas de Liberación Nacional), organizaciones alzadas contra el gobierno del presidente Rómulo Betancourt (Raúl Leoni, también de AD, fue electo Presidente de la República).
5.- El gobierno se sentirá “triunfador” con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), muy sectaria y limitada por el alto grado de abstención, pero “válida”; mientras la dirección de la MUD volverá a quedar derrotada políticamente, pero sus dirigentes seguirán siendo los mismos, como es su estilo.
6.- El desconcierto nacional se profundizará, sin que el grueso de la población, amante de la paz y el civismo, caiga en las incitaciones a la violencia fratricida. Tocando fondo, la macro crisis provocará una mayor reflexión colectiva hacia la búsqueda de opciones distintas a las fracasadas del PSUV y la MUD.
En fin, Venezuela seguirá en macro crisis, y la mayoría de venezolanas y venezolanos, empobrecidos y defraudados, seguiremos luchando por superar las miserias del bipartidismo del siglo XXI, que tanto daño ha causado a nuestra sociedad.
Mi recomendación abierta es no desesperar. Venezuela merece otro tipo de liderazgo; y con mesura y responsabilidad histórica, lo lograremos.
EL CONFESIONARIO
POMPEYO MÁRQUEZ (QEPD) falleció la madrugada del pasado miércoles 21 de los corrientes, a sus 95 años de edad, después de una larga y fructífera vida pública en sus tres facetas fundamentales: político, periodista y parlamentario, a las cuales se dedicó intensamente desde muy joven, a los trece años de vida, en su adoptiva Caracas de 1935.
FUE UNO DE LOS MÁS IMPORTANTES LÍDERES del Partido Comunista de Venezuela (PCV), siendo su secretario general en la clandestinidad contra la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez. Militó en el PCV hasta diciembre de 1970, cuando se produjo la división que dio origen al Movimiento Al Socialismo (MAS), partido fundado el 19 de enero de 1971, y del cual fue su primer secretario general.
TUVO UNA LARGA TRAYECTORIA como Senador de la República por el Distrito Federal. Lo fue desde 1959 hasta 1963 por el PCV, y entre 1974 y 1989 por el MAS, siempre por Caracas y por cociente nacional, mecanismo de representación proporcional de las minorías incluido en la Constitución de 1961, que fue brutalmente eliminado por los constituyentes de 1999 para la Constitución vigente.
NUNCA FUE APRESADO POR LA DICTADURA de Pérez Jiménez (1948-58), pero sí durante los gobiernos de los presidentes Rómulo Betancourt y Raúl Leoni, siendo memorable su fuga del Cuartel San Carlos (Caracas) el 5 de febrero de 1967, por un túnel junto con Teodoro Petkoff y Guillermo García Ponce, también altos dirigentes del PCV, alzados en armas desde 1961.
BAJO SU CONDUCCIÓN POLÍTICA milité en el MAS desde 1971 hasta marzo 1996, cuando renuncié a esa organización política por su declive ético e ideológico, después de haber sido, entre otras responsabilidades, miembro de su Comisión Nacional de Organización, de los comandos nacionales de campaña en 1973, 1978, 1983, 1988 y 1993, y de su Dirección Nacional. En esa larga etapa, trabajé muy cerca de Pompeyo, incluso acompañándolo como secretario ejecutivo de la Comisión de Economía del Senado, de la cual él fue presidente; y secretario ejecutivo de la Dirección Nacional del MAS.
¡CÓMO NO QUERERLO Y RECORDARLO CON AFECTO MUY ESPECIAL! Durante mi ejercicio parlamentario, entre 1989 y 1996, mi relación siguió siendo fraterna con Pompeyo, y desde que renuncié al MAS, pues hubo el normal distanciamiento, él como ministro de Estado para Fronteras en el gabinete ejecutivo del presidente Rafael Caldera, y yo como diputado independiente por Caracas hasta enero de 1999, después de haber ejercido la presidencia de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Cámara de Diputados (1994-96) y ser electo presidente del Colegio Nacional de Periodistas (1996-98).
MI RECONOCIMIENTO A POMPEYO es profundo, como ser humano extraordinario y prominente político, parlamentario y periodista de la segunda mitad del siglo XX y en lo que hasta su fallecimiento corrió del siglo XXI. Con las diferencias políticas que tuvimos desde marzo de 1996 hasta hoy, siempre supimos querernos -yo con admiración y agradecimiento hacia él por tantas lecciones de vida- y respetarnos “en la diversidad”, como él bien supo dar batalla por la democracia y la justicia social. El año pasado, lo visité en su casa: nos abrazamos efusivamente y conversamos largamente, con inmenso cariño. Así lo recordaré, sonriente y batallador, bravío.
MI MODESTO RECONOCIMIENTO se une hoy en esta despedida, afortunadamente, a los millones de personas que desde toda Venezuela le tributan, respeto, amistad y admiración. A sus familiares, especialmente a sus hijos –mis hermanos-, mi abrazo solidario. ¡Un largo aplauso para Pompeyo!
FELICITACIONES A MIS COLEGAS en todo el país, al celebrarse el próximo martes 27 de junio el Día del Periodista Venezolano en conmemoración del nacimiento del Correo del Orinoco, en 1818, en Angostura, hoy Ciudad Bolívar. Mi abrazo va también a quienes han emigrado al exterior y mantienen su pasión por los acontecimientos patrios, en busca de la superación de esta macro crisis moral, ética, política, económica y social.
REITERO MI COMPROMISO: “En la materia constitucional y comunicacional tenemos que estar conscientes de que el rumbo tomado por el gobierno se ha distanciado enormemente de las causas que motivaron las luchas más sentidas de los periodistas. Hoy la libertad de expresión y los derechos a la comunicación distan de esa esencia popular que tenían cuando los conquistamos, no para el disfrute de los dueños de los medios, ni de los periodistas, sino del pueblo en su conjunto”. Pueden ver mi exposición completa (30 mim) en https://www.aporrea.org/actualidad/n310416.html realizada durante el inicio de actividades del Centro de Estudios de la Realidad Latinoamericana, en el seminario “Claves para la Reconstrucción del Proyecto Nacional”, a cuyos organizadores agradezco su deferencia al invitarme.
MANUEL VICENTE HIDALGO SÁNCHEZ, estudiante tesista de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad de los Andes (ULA) en San Cristóbal, va bien encaminado profesionalmente. Me contenta porque es mi sobrino-nieto, primero de nuestra cuarta generación familiar en seguir los pasos profesionales de nuestro padre Manuel Isidro Molina Gavidia (1915-1998), a quien recordamos con inmenso cariño, agradecimiento y compromiso. Pasante en la dirección de información de la Gobernación de Táchira, ha sido distinguido con un reconocimiento temprano como “editor”, más la imposición de la Orden “Jesús Romero Anselmi” (gran periodista y amigo muy especial), junto a otros siete compañeros de trabajo: Sonia Maldonado (redactora), Yimary Moreno (reportera), Héctor Vargas (redes), Susan Pernía (radio), Gerson Alvarado (camarógrafo), Gabriela Pernía (fotógrafa) y Miguel Bautista (operador). ¡Felicitaciones!
ABOGADAS Y ABOGADOS CELEBRARON SU DÍA el pasado viernes 23 de junio. También mi reconocimiento a quienes llevan sobre sus hombros la responsabilidad de empinarse éticamente para el esfuerzo nacional por la reconstrucción moral de la República, cuya macro crisis se observa protuberantemente en instancias públicas y privadas bajo la competencia de profesionales del derecho. Especial abrazo a mis familiares, amigas y amigos abogados, con alta estima y disposición de lucha por el bien de nuestra sociedad.
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