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Los violentos atropelladores no creen en la paz, el diálogo ni el civismo, porque su pretensión es destruir
Manuel Isidro Molina
La mayoría inconforme del pueblo venezolano, amante de la paz y exigente de un diálogo nacional integrador, está derrotando los esquemas de manifestaciones violentas y represión desmedida, que desde el pasado 6 de abril le reimpusieron a nuestra sociedad los más extremistas de la oposición/MUD y el gobierno/PSUV. ¡Queremos paz, y la estamos logrando! ¡Paz y más paz!
La paz no es un estadio de gracia; es la concreción de un compromiso de respeto a la vida, a la convivencia ciudadana decente, honesta y solidaria, y también expresión de un estado de conciencia colectiva para la construcción de un clima de respeto entre los seres humanos, en el cual la justicia social, la vigencia efectiva de las leyes y la ética en la función pública y en la actividad privada son indispensables.
Independientemente del grotesco chantaje polarizador, debemos sentirnos orgullosos de ser mayoritariamente defensores de la paz, el diálogo integrador y el civismo. Los violentos atropelladores no creen en la paz, el diálogo ni el civismo, porque su pretensión es destruir o al menos someter al contrario, al otro, a los otros, aunque seamos muchísimos más.
Para ellos -estén en los extremos de la esfera oficialista del PSUV o de la opositora de la MUD-, paz es “cobardía” y violencia es “valentía”; responsabilidad es “traición” y la irresponsabilidad, “lealtad”. Con tales torceduras han actuado y siguen actuando contra la paz y el buen vivir de la sociedad venezolana, por lo que fanatizados y enceguecidos como están, pretenden no solo someternos cada uno a su manera para sus mezquinos fines políticos y codiciosos, sino obviar, soslayar nuestra existencia mayoritaria.
El PSUV y la MUD son las dos principales minorías políticas del país; importantes y reconocidas, pero minorías. Es decir, no interpretan ni representan a más del 50 % de la población venezolana, que hoy los acusa como corresponsables de la crisis demencial e insoportable a la que nos han traído desde 2002, sin solución de continuidad.
La paz y el diálogo integrador son un reto fascinante, una búsqueda contra corriente de la mayoría invisibilizada por las artimañas de las dos minorías polarizadas, y las insuficiencias de un liderazgo todavía indefinido e inconexo, que impulse y represente a quienes muy bien saben y comentan cotidianamente que las dirigencias PSUV/MUD están vencidas, son inútiles –a menos que cambien- para un verdadero desarrollo armónico de la nación y su conducción honesta, eficaz y responsable.
Más allá del irrelevante toma y dame entre el PSUV y la MUD, la mayoría inconforme del país está en movimiento, tendrá que articularse y responderá a los retos planteados.
EL CONFESIONARIO
TIENDAS MAKRO tienen ahora un “humillante sistema de carnetización”, según denuncia una usuaria que en extensa carta me contó lo que parcialmente les transcribo:
“EL METODO QUE TIENE MAKRO es bien inhumano e indolente… Te entregan 200 números a las 6 am., por terminal de cédula, la gente llega a las 3 am., en Petare la cola la hacen en la autopista, en la calle para ser más explicita, ya que el estacionamiento está cerrado a esa hora. La gente debe ir con una cantidad de papeles que piden”.
“¿Por qué Makro tiene que humillar así al pueblo? ¡Y hasta una muerte dejo!”
“El lunes 5 de este mes, cuando llegué a la cola, me encontré con la triste noticia de que una señora que estaba en la cola de la madrugada en plena calle un carro la mató porque se metió contra la gente que hacía su cola para sacar un carnet Makro, adonde tú vas a comprar los productos tan caros como ir a cualquier automercado privado”.
EN VERDAD ES INSÓLITO LO QUE HACE MAKRO con los consumidores y consumidoras en Venezuela. Con toda mi solidaridad e indignación, pido respeto de la gerencia de esa empresa transnacional hacia nuestro pueblo. Además, la familia de la señora fallecida debe ser indemnizada por la empresa.
IGUAL OCURRE CON LA BANCA PÚBLICA Y PRIVADA en los sistemas de cajeros automáticos: el servicio es pésimo, humillante, seguramente uno de los peores del mundo. ¿Qué hace la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SUDEBAN)? ¿Qué tipo de control ejerce sobre el sistema de cajeros, que por ley la banca está obligada a mantener operativo las 24 horas de todos los días?
¡NO ES GRATIS! ¡NOS COBRAN TAN DEFICIENTE SERVICIO! Si no están dañados, no tienen dinero; y si no, pues permanecen “FUERA DE SERVICIO”. Ocurre con los cajeros instalados en las agencias bancarias; y en los cajeros ubicados en áreas comerciales (diversión, servicios, clínicas, etc.) simplemente son una calamidad. Y en ciudades y pueblos del interior del país, los cajeros públicos y privados son una humillación inaceptable, grosera, irresponsable e impune. “¡Una mierda!”, decimos en criollo, y disculpen la indelicadeza.
LOS FINES DE SEMANA, la cosa es peor: los cajeros automáticos de la banca venezolana –pública y privada, repito, porque en esta calamidad no hay diferencias entre la gerencia de uno u otro sector- permanecen desactivados, inservibles para usuarios y usuarias. ¿No es esto, competencia del ministro de Economía y Finanzas, Ramón Augusto Lobo Moreno? ¿Y de Leoncio Enrique Guerra Molina, presidente de SUDEBAN? ¿Será?
A LOBO Y GUERRA les cuento algo, que también le cuento al presidente Nicolás Maduro: cada vez que una persona va a un cajero y no le sirve, la exclamación es inmediata, una mentada de madre contra la situación del país, los bancos, el Gobierno y el presidente Maduro; de Lobo y Guerra, nadie se acuerda, ni saben quiénes son ni a qué se dedican. ¡Millones de maldiciones y mentadas de madre, todos los días! ¿Entendido? ¡Ocúpense, caballeros!
A LOS PROPIETARIOS DE LA BANCA PRIVADA y sus gerentes, poco les importa este drama económico y social, como está demostrado, pues se muestran tan ineptos e irrespetuosos con el público usuario, que sufre su incompetencia. La dimensión debe ser tenida muy en cuenta por los directivos y gerentes de la banca pública. Creo, en fin, que este gravísimo problema de los cajeros bancarios es parte importante de la situación de “anomia y anarquía” que sufrimos en Venezuela, como bien lo ha descrito la profesora Mireya Lozada (UCV).
VEAN CÓMO ESTÁ EL PSUV POR DENTRO: “El pasado lunes, la ‘dirigencia histórica’ del PSUV resultó sorprendida con el pedimento del presidente Maduro, de entrar en un proceso de reorganización del PSUV desde la base, de la necesidad de sembrar en las bases del pueblo el sentimiento chavista y proceder de inmediato a la creación de las casas parroquiales del partido”. Esto le dicen los militantes del “F. S. C. Lucha de Clases”:
“Se continúa aplicando la DEDOCRACIA, para mantener las actuales estructuras del PSUV… que mantienen paralizada la gestión de gobierno. Así Bernal diga que han atendido a 6 millones de familias con los CLAP, aquí no hay CLAP, si los gobernadores, candidatos y protectores no lo autorizan”.
“Tienen el control de todo y no quieren compartir el poder, hacen asambleas y la convocatoria no es abierta. LA MILITANCIA DE BASE PIDE MÁS DEMOCRACIA en la toma de decisiones”.
“NO QUEREMOS ARRIBISTAS NI INFILTRADOS… Queremos camaradas libres de sospechas de actos de corrupción y abuso de autoridad: HONESTOS, HUMILDES Y DESPRENDIDOS”.
Y MIREN ESTA CURIOSA PETICIÓN al líder del PSUV:
“ORDENE, PRESIDENTE MADURO, a los dirigentes nacionales provisionales, que dejen de viajar al interior del país con destacamentos de GUARDAESPALDAS que impiden hablarles con claridad de que la base lo que quiere es DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y PROTAGÓNICA. No le tenemos miedo a la reorganización, para eso estamos construyendo una revolución socialista”.
DEL MANIFIESTO DE LUCHA por la transformación progresista y la reconstrucción moral de la República: “La sociedad venezolana sufre hoy un desquiciamiento generalizado, que nos mantiene al borde de una violenta confrontación fratricida, alimentada por la intolerancia política, la corrupción, el abuso de poder y el accionar de una criminalidad sanguinaria sin precedentes, expresión todo ello de la profunda descomposición moral y ética que actualmente es cada vez más identificada como caldo de cultivo de la crisis. Nos declaramos defensores y constructores de la paz de la República, en resguardo de la vida, los derechos sociales y económicos enunciados en la CRBV, los equilibrios ecológicos, la convivencia cívica y el desarrollo armónico de nuestra nación, independiente y soberana”. ( movimientopopularalternativo.org.ve) Movimiento Popular Alternativo (MPA), Caracas, 21 de mayo de 2016.
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