“Mientras no se adopten medidas macroeconómicas, al tipo de cambio fronterizo no lo detendrá nada ni nadie”, afirma el exjefe de la División de Análisis de Riesgo Cambiario del BCV
Enrique Meléndez
El economista Orlando Zamora considera que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) impulsada por el presidente Nicolás Maduro pretende la subordinación ilimitada del sector privado bajo la premisa evidente, hecha urgencia, de la agudización de la crisis económica y producción industrial.
“El régimen, más que desaparecer al sector empresarial, pretenderá y declarará constitucionalmente el carácter social de la producción en general y de los recursos materiales y monetarios en posición de los factores productivos distintos al Estado”, afirma el exjefe de la División de Análisis de Riesgo Cambiario del Banco Central de Venezuela (BCV).
“Despilfarraron sin retorno millones de millones de dólares”
¿Qué balance tiene usted de lo que han sido las subastas del Dicom?
— Podemos abordar el tema desde la perspectiva de la eficiencia del mecanismo de subasta y del flujo de dólares que puedan ofertar u obtener. Luego de destruir al régimen cambiario, fijando el precio de la divisa a dedo, estableciendo reglas y condiciones típicas de las economías centralizadas o socialistas y, finalmente, convertir en delito la libre tenencia de divisas. Esta última carencia, explica porqué no hay pan, remedios, ni repuestos.
El Gobierno desde el año 2013 adoptó el camino de las subastas, que es racionamiento puro, de las escasísimas divisas disponibles. Como esquema cambiario no posibilitaría nunca la captación de dólares ni de nacionales ni provenientes del exterior. Funciona con niveles de precios preconcebidos. El precio es manejado a la discreción del Ejecutivo a través del comité de subastas, utilizando un algoritmo informático diseñado a la medida. No ayudará en forma alguna a establecer ni remotamente un precio de equilibrio, que es aquel donde el vendedor está dispuesto a vender sin la prima que cubre la incertidumbre cambiaria y el comprador acepta el precio como razonable y competitivo.
Los cuatro años de subastas no despiertan certidumbre alguna. Pdvsa en materia financiera está técnicamente quebrada —ni gasolina suficiente garantiza— y su deuda la paga la República invirtiendo para ello sus entrañas. Ni el BCV ni el Ministerio de Finanzas disponen de ahorros para ofertar. El sistema es lento en la entrega de las posturas premiadas, su oferta es muy limitada, el precio no obedece a la oferta ni demanda en juego. Corre ya la misma suerte de las modalidades de subastas anteriores: asigna divisas por mecanismos de preferencia a beneficiarios reiterativos o importadores de materias primas.
Se pensó que este nuevo Dicom definitivamente iba a golpear al paralelo, sin embargo este tipo de cambio va como un disparo hacia los diez mil bolívares. ¿Qué piensa usted que ha sucedido?
— El problema cambiario es mucho más grave de lo que la gente pueda imaginar. Estamos en presencia de circunstancias relacionadas con la generación de divisas realmente preocupantes. Por vez primera, en 100 años petroleros, Venezuela no dispone de fondos en moneda extranjera y se asemeja, en eso, a las economías más atrasadas del continente; un país que depende mayoritariamente de bienes importados, sin los cuales no come ni produce. Esta situación ya acelera la pobreza y la terrible separación entre los que disfrutan bienes importados y una inmensa mayoría que no tiene acceso a ese tipo de productos. En este sentido tiene asidero y explicación lógica, un tipo de cambio sideral, por las nubes, que luce indetenible; porque Maduro y su gente no recuerdan la frase de Bill Clinton: ¡La economía estúpido, la economía! La ignoran, funcionan sin entender ni aplicar sus reglas de mercado. Mientras no se adopten medidas macroeconómicas, al tipo de cambio fronterizo no lo detendrá nada ni nadie.
En efecto el paralelo parece indetenible…
— La forma en que se establece el dólar paralelo es una aberración y una tragedia para los venezolanos que compromete hasta su orgullo patrio. El único responsable es el proyecto de Hugo Chávez, mantenido contra toda lógica, a costa del empobrecimiento de la población. Los precios petroleros han retrocedido antes unas cuatro veces, y jamás se soñó con una pesadilla de esta dimensión.
La brutal caída del PIB es también en dólares no petroleros, que dejaron de ganarse y que se quedaban en Venezuela: RCTV generaba ella solita 400 millones de dólares anuales por la exportación de novelas. Con tan sólo 3.700 millones en divisas 10 ensambladoras de carros producían más de 370.000 vehículos, el resto de los dólares los generaban ellas mismas. Cargill Monaca tenía grandes flujos de dólares que traían cada año 48 buques de trigo, ahora a duras penas llegan 12 barcos. Se destruyó todo: el régimen cambiario, los entes generadores de divisas distintos a Pdvsa, las reservas del BCV y el mecanismo de reinversión en moneda extranjera, los activos financieros de la Nación. Despilfarraron sin retorno millones de millones de dólares. El país lamentablemente debe pagar esas desastrosas decisiones de corte socialista.
El Dicom es un pobre oferente de divisas, en cinco subastas ha colocado menos de 100 millones de dólares, si acaso 200 millones en más de un mes. En los años noventa el BCV ofertaba cada día hasta 200 millones de dólares y sin los precios que disfrutó Chávez. El Dicom al año si acaso asignará por subastas unos 2.200 millones a una economía que requiere mínimo unos 13.000 millones para funcionar a medias.
“RCTV generaba 400 millones de dólares anuales por la exportación de novelas y Cargill Monaca traía cada año 48 buques de trigo, ahora a duras penas llegan 12 barcos”
¿Ha sido alimentado el mercado Dipro, que el año pasado se llevó un alto porcentaje de la distribución de divisas?
— Es cierto, el año anterior se privilegiaron las importaciones públicas y se relegaron, fuertemente, las privadas para pagar parte de la deuda externa. El Dipro es un germen de corrupción básicamente del ministerio de Alimentación y el de Agricultura, como también de las empresas importadoras dependientes de la Vicepresidencia de la República. Este año se ha circunscrito a los CLAP y otras erogaciones urgentes. La FANB recibe pagos en efectivo y vía transferencias. La burocracia de altísimo nivel también. Antes las peleas para repartirse los dólares preferenciales, de estos entes, era visible en los consejos de ministros; hoy la obligada austeridad es mucho más selectiva. Todo se decide desde muy arriba. Muy poca oferta Dipro ha ido a parar al sector privado.
¿Cuál será entonces su opinión para salir de la situación observada en el mercado de divisas?
— En Venezuela no habrá por cierto tiempo divisas en montos importantes. La economía sobrevive porque una parte importante del sector privado acumuló y ahorró dólares. Eso no es un delito y gracias a ese hecho hay inventarios en supermercados y farmacias, aunque muy caros. Esto significa que, en primer término, los que disponen divisas son venezolanos: intermediarios y comerciantes que mantienen activas en la economía nacional esos ahorros. Por eso exigen también precios de venta de los bienes, que importan, elevados; inclusive muy por encima del dólar paralelo; que es decir mucho. Su justificación es clara: no hay reglas de juego abiertas, confiables, el precio Dicom es una fantasía, si no agregamos un plus valor a la mercancía tranzada, cómo enfrentaremos la elevación del paralelo. Se impone confianza, fe en las políticas de un BCV autónomo, un freno a la emisión de dinero inorgánico sin respaldo ni producción que la sustente.
“El problema cambiario es mucho más grave de lo que la gente pueda imaginar”
¿Y cómo se puede detener el avance del paralelo?
— Es muy fácil: liberar al tipo de cambio; establecer ya uno único, que restablezca parcialmente la confianza pérdida, que permita que los suministradores de divisas ganen márgenes razonables, que disfruten de plena convertibilidad cambiaria. Se garantiza así, algo imposible hoy, que los cajeros automáticos de cualquier entidad dispensen dólares como ocurre en el Perú, Uruguay y hasta en Argentina, donde ya dos bancos permiten movilizar los dólares que los argentinos tienen en sus cuentas privadas. Es hora de negociar con el FMI, en un entorno de ciertos ajustes que ayuden a restablecer los equilibrios macroeconómicos. El Estado ya no es el gran poseedor de dólares, no ahorró.
¿En cuanto ha tenido que recortar el Gobierno las importaciones, a los fines de contar con recursos para poder honrar los compromisos del Estado con el vencimiento de los pagos de los bonos de la deuda externa de Pdvsa?
— El presidente Nicolás Maduro sostuvo en octubre pasado que en 26 meses de su gestión se han cancelado tanto en pagos de capital e intereses 40.000 millones de dólares. Esto ha tenido un impacto financiero mayor al agregar lo cancelado en 2017 montos cercanos a 4.000 millones de dólares. Pdvsa habrá pagado entonces unos 22.000 millones de dólares bajo el período de Maduro. Se ha estimado la caída de las importaciones en un 29%, respecto al año precedente, es el más dramático recorte de los cuatro últimos años. Pero el servicio de la deuda de Pdvsa ha sido tan colosal como el de la República. Los vencimientos de la corporación petrolera han requerido mucho más recursos para ser honrados; se han sacrificado en ventas de bonos a descuento muchos millones.
En los casos concretos de transacciones con Fintech Advisory y con Golman Sachs se transaron 4.240 millones de dólares en bonos de Pdvsa en poder del BCV, y apenas se recibieron 1.315 millones de dólares; al descontar sobre el valor par de esos bonos el 69 %, que en número significan 2.925 millones en pérdidas netas. Al Banco de Venezuela se le extrajo sus últimos 4.000 millones de dólares en bonos, para cancelar las deudas vencidas en abril de este año. La factura petrolera de Petrocaribe se negoció con tres países a descuento perdiendo 7.000 millones de dólares. El BCV realizó diversas operaciones “swaps” con oro para el mismo fin, cumplido con sangre sudor y lagrimas, es decir sacrificando medicinas, insumos de hospitales y alimentos para todos. Al Estado le aterran estas obligaciones, si se atrasa, se exigiría el pago del 100 % del saldo de la deuda externa pendiente, incluso la de Pdvsa que podría ser demandada.
«Al Banco de Venezuela se le extrajo sus últimos 4.000 millones de dólares en bonos, para cancelar las deudas vencidas en abril de este año»
¿La Constituyente le permitirá al Gobierno cierto margen de maniobra para negociar nuestros activos financieros o industriales o riquezas naturales que no se lo permite la Asamblea Nacional?
— Los objetivos básicos de la Constituyente son: manejar los eventos electorales a total discreción, profundizar la concentración de poder, desarrollar la economía comunal, apartar la autoridad de la Asamblea Nacional y la Fiscalía General de la República, buscar fondos y ganar tiempo. Casi todos implican una directa relación con el hecho económico. El socialismo requiere para sobrevivir aumentar el rentismo tanto petrolero, por la vía de los contratos de la Faja del Orinoco, como el minero, explotando a fondo el llamado Arco Minero del Orinoco. Ambos proyectos corresponden a más de 163.000 kilómetros cuadrados, la décima parte de la nación, que sin escrúpulos están dispuestos a entregar a capitalistas extranjeros, que tendrán dominio pleno de la soberanía de esos espacios, en un 40 % de la Faja y un 45 % del Arco Minero. Es la entrega de territorios por la vía accionaria. Estas complejas negociaciones de los términos de ventajas, beneficios y obligaciones requieren la aprobación de la Asamblea Nacional, de allí la guerra del Ejecutivo y el TSJ contra el Parlamento elegido en diciembre de 2015, que se ha opuesto a estas leoninas contrataciones. Al igual que los nuevos mecanismos de deuda hipotecando Citgo, la militarización de la extracción de minerales. Militares metidos en negocios mineros, financieros, industriales.
¿Qué piensa de lo dicho por Tibisay Lucena, en el sentido de que la Constituyente no estaría llamada a solucionar los problemas económicos, sino a solucionar la situación política del país?
— Imagino que la señora Lucena tiene más conciencia y formación en lo relacionado con la preservación y control del poder. Pero es evidente que subestima y desconoce el peso del factor económico para alcanzar el fin último de mantenerse en Miraflores. En ese sentido intentaremos aclarar sus dudas. La Constituyente ha definido entre sus líneas maestras desarrollar un “nuevo modelo de distribución transparente de las necesidades de abastecimiento de la población venezolana”, impulsar la economía comunal, las empresas de producción social, perfeccionamiento del sistema económico nacional. Pretende la subordinación ilimitada del sector privado; bajo la premisa evidente, hecha urgencia, de la agudización de la crisis económica y producción industrial. El régimen más que desaparecer al sector empresarial, pretenderá y declarará constitucionalmente el carácter social de la producción en general y de los recursos materiales y monetarios en posición de los factores productivos distintos al Estado. En este sentido, se obligará por ley a que las empresas privadas, geográficamente cercanas a los desarrollos comunales y productivos militarizados, cooperen en la eficiente distribución de todos los recursos disponibles, privados o no, de modo que los mismos atenderán a prioridades sociales claramente pre establecidas por el Estado.
El sector financiero privado deberá trabajar coordinadamente en la asistencia financiera y coadyuvar con las áreas económicas definidas como prioritarias en los 15 motores productivos. Las posiciones en moneda extranjera en poder de estas instituciones se asignarán exclusivamente por las vía indicada en el sistema de divisas complementario, canalizadas hacia destinos centralizados.
Habrá una profunda revalidación del modelo productivo y social comunitario. En presencia de un régimen que huye hacía delante, en medio de la catastrófica situación económica que agobia a al país, el Gobierno insistirá en que el modelo comunitario —de cero eficiencia hasta los momentos— sea reivindicado nuevamente con el auxilio de recursos provenientes del sector privado (único eficiente hoy).
«Los precios petroleros han retrocedido antes unas cuatro veces, y jamás se soñó con una pesadilla de esta dimensión»
Inflación pavorosa
¿Qué opinión le merecen las estimaciones del comportamiento inflacionario de este año de 1.000 por ciento que abrigan algunos de sus colegas?
— En virtud de que el BCV incumple con su obligación de reportar los datos vitales del comportamiento económico, fundamentales para facilitar la función de la denominada economía descriptiva, cargada de indicadores económicos, muy necesaria para la toma de decisiones de inversión y el manejo de expectativas. En su ausencia han asumido ese rol y son fuentes indispensables, las estimaciones de firmas económicas, las de la Asamblea Nacional, por supuesto el FMI. Hay un consenso en casi todos de que la inflación cerrará a fines del 2017 cercana al 800 %. Pero es muy posible que el proceso constituyente, que destruirá más economías, la no puesta en práctica de medidas urgentes para controlar una liquidez ampliada de 20 billones (catorce cifras) de bolívares, el no atajar el impacto del dólar paralelo en la formación de la mayoría de los precios de bienes y servicios, y la escasa actividad agrícola, disparen la inflación mucho más allá esas estimaciones. Una cesta familiar que sobrepase al millón y medio de bolívares mensuales recoge una inflación subyacente, pronta a presionar aún más la pavorosa dinámica de los precios que nos sorprende día a día.