La MUD explota en pedazos, mientras el Gobierno dice misión cumplida
Luis Fuenmayor Toro
En la política, y más durante las crisis, los actores no deben cerrarse caminos sino todo lo contrario. Siempre hay que tratar de tener varias opciones, que permitan atender las demandas políticas y avanzar o salir de las dificultades que se confronte. En situaciones de grandes contradicciones, como la que vivimos hoy los venezolanos, el escenario cambia muy rápidamente y muchas veces sin anunciarse o, incluso, sin percibirse, sin que nos demos cuenta en forma oportuna. Hasta hace unos días, Ramos Allup lucía como un candidato casi seguro de la MUD a la Presidencia de la República; una semana después se encuentra en situación muy incómoda, rechazado por muchos y atacados por otros, y eso ocurrió en un santiamén.
Lo mismo sucedió con Capriles Radonski, cuando logró el apoyo de la gente para el revocatorio. Su propuesta se impuso a las otras existentes: renuncia, doble nacionalidad, destitución, enmienda constitucional, constituyente, etc. De haberse realizado el revocatorio, Capriles hubiera sido, sin duda alguna, el candidato presidencial de la Mesa. Por esa razón, no todos sus aliados dentro de la MUD apoyaron con firmeza el revocatorio, pues entre ellos había y hay varios aspirantes. Derrotado el revocatorio, su candidatura dejó de ser obvia y se convirtió en una más de las existentes. Su posición vehemente hoy contra Ramos Allup posiblemente tiene que ver con aquella circunstancia.
La oposición agrupada en la MUD ha sido experta en cerrarse caminos. Lo hizo a partir de la toma de posesión de Chávez en 1999, cuando descuidó la convocatoria a Constituyente y permitió una serie de irregularidades en la elección de sus integrantes. Y lo hizo, pues en su debilidad había decidido tomar el camino del golpe de Estado, que vino por fin ejecutando en abril de 2002. Dejó libre el camino electoral al recién electo Presidente, quien no desperdició esa oportunidad. Los partidos opositores permitieron que la Corte Suprema de Justicia, en principio dominada por ellos, dictara una sentencia que permitió la convocatoria de la Constituyente. Aceptaron luego la utilización fraudulenta de las famosas morochas en la elección de sus integrantes, lo que le permitió a Chávez obtener casi todos los diputados (sólo 6 fueron de la oposición) con sólo el 58 por ciento de los votos.
Luego del fracaso del golpe, del paro general y del sabotaje petrolero, todos ellos de carácter suicida desde el punto de vista político, el inmediatismo les hace embarcarse en la convocatoria de un referendo revocatorio presidencial, que Chávez retarda mientras prepara la creación de las misiones sociales, con las que sale victorioso del mismo. Se vuelven a cerrar la vía electoral absteniéndose en los comicios de 2005, lo que le dio al Gobierno total control del Poder Legislativo durante 5 años. Todas las leyes que permitieron el desastre actual fueron promulgadas en ese período. La negativa de la Reforma Constitucional de 2007 fue más una derrota popular de la iniciativa adelantada por Chávez que una victoria de la oposición organizada.
Asumen entonces la vía electoral, que llega a darles triunfos en alcaldías y gobernaciones y casi en la Presidencia de la República, para en diciembre de 2015 ganar la Asamblea Nacional, pese a un intento desestabilizador de algunos de sus integrantes en 2014. Obtienen incluso la mayoría de dos tercios de los escaños de la Asamblea, gracias a la ausencia de representación proporcional establecida en la Ley Orgánica de Procesos Electorales, que contó con su consenso político. Regresa el inmediatismo con sus atajos y vuelven a la vía insurreccional sin estar preparados para ello, por lo que reciben una nueva derrota. Dan un viraje sin explicación ninguna y la abstención de sus seguidores, comenzando por los más radicales, los lleva a una nueva derrota electoral, que inmediatamente vuelve a encender las brasas de la inmadurez desesperada, que grita fraude y declara el abandono de la vía electoral sin tener ninguna otra opción construida.
Se cierran a sí mismos caminos sin haber abierto otros para recorrerlos. La juramentación de cuatro de los cinco gobernadores electos de la MUD, ante la espuria y fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente (ANC), decreta serios enfrentamientos y acusaciones y divisiones de lo que habían bautizado como “La Unidad”. Que un joven estudiante argumente razones éticas, para no aceptar las imposiciones de los directivos de su liceo, es comprensible, pero que lo haga gente mucho mayor y de actividad política no siempre muy insertada en el campo de la ética, es incomprensible. Pues así como al adolescente mencionado simplemente lo expulsan de su colegio las mismas autoridades no reconocidas por él, a cualquier habitante de este país lo somete por la fuerza la ANC, a pesar de ser ilegítima y no reconocida. Los órganos del Estado, legales o no, constitucionales o no, legítimos o no, reconocidos o no, se nos imponen porque disponen del aparato específico de fuerza que tiene el Estado, sin importar si lo reconocemos o no.
El Presidente también es ilegítimo e inconstitucional, pues fue candidato a la Presidencia siendo vicepresidente ejecutivo. Pero es el Presidente aunque no se le reconozca. Y Leopoldo López está en su casa, al igual que Ledezma, por decisión de esa autoridad ilegítima, y no creo que ninguno decida volver a Ramo Verde pues es inaceptable una medida de la autoridad ilegítima. La misma que no le permite a Capriles ser candidato al inhabilitarlo. La que controla tribunales ilegítimos y corruptos, a los que hay que acudir, para tratar de liberar a todos esos muchachos víctimas del irresponsable y criminal llamado insurreccional de la MUD. Y ante el Fiscal General, nombrado por la espuria ANC, hay que presentarse para exigir justicia en el caso de los asesinados durante estos sucesos. ¿Cómo entonces se condena a quienes una vez electos contra viento y marea, se vieron obligados a juramentarse ante la fraudulenta ANC? No lo hicieron por voluntad propia, se les impuso.
Como se nos impuso a todos en abril de 2002 el Golpe de Estado contra Chávez y luego se nos impuso también su regreso. Como se le impuso a Chávez du renuncia. Y puedo opinar con absoluta libertad porque no participo de las políticas del Gobierno, ni de las de la MUD ni de ninguno de sus integrantes, ni tuve ningún candidato en estas elecciones. Pero las cosas son como son, así no nos gusten. La MUD explota en pedazos, mientras el Gobierno dice misión cumplida y se dispone a rematar la faena con las elecciones faltantes, incluyendo las presidenciales en 2018.