Los aumentos presidenciales de salario no se cumplen en el porcentaje decretado y los trabajadores retirados ganan solo el 25 % de lo que percibe su homólogo activo, denuncian los ex trabajadores
Mónica Duarte
La primera quincena del año 2018 fue cobrada con anticipación por los jubilados del Consejo Nacional Electoral, pero la alegría del adelanto no duró mucho cuando vieron el monto de sus depósitos. El jubilado que más cobró solo recibió 150 mil bolívares, otros cobraron 80 mil, 70 mil y hasta 20 mil bolívares.
César Arias, secretario de actas del Sindicato Único de Trabajadores del CNE (SUT-CNE) y representante de los jubilados de este ente, explicó que esta situación la padecen los trabajadores retirados desde 2013 cuando la normativa laboral eliminó la homologación de salarios entre los empleados jubilados y sus cargos de referencia activos. Además, dicha resolución puso un límite para los ajustes que recibirían los jubilados quienes ya no podrían aumentar sus ingresos fuera de una banda de entre 40 y 80 %.
“El jubilado no es un desecho y ni un pasivo, es un ser humano y tiene el mismo requerimiento que el activo solo que ya culminó su etapa productiva. Si no no tendría sentido ir ascendiendo los escalafones profesionales, uno hace ese esfuerzo para luego garantizarse una vejez digna con un salario que permita subsistir”, explica Arias.
«En Venezuela a nosotros, en la práctica, nos quitaron la jubilación. Hoy en día todos los jubilados o son taxistas o son vigilantes o son choferes»
Pero esa decisión que tomó la directiva en diciembre de 2013, detalla el directivo del sindicato, rápidamente hizo efecto negativo en sus pagos y en menos de un año la crisis económica y la inflación pusieron a los jubilados a cobrar por debajo del ingreso mensual que el ejecutivo nacional estipula como el mínimo. Un número que hoy llega a 5.000 afectados.
“En un país donde se aprueban becas y bonos por cadena nacional constantemente no se puede decir que nuestra situación es por un problema económico, que el país tiene que cuadrar sus cuentas y hacer austeridad con los jubilados del CNE para que cuadre la tesorería nacional. Uno no sabe si pensar que este ataque, este afán de arruinarnos, es porque cometimos el pecado de haber ingresado al CNE antes del año 98. Ya en medio de esta lucha, varios compañeros han fallecidos esperando su reivindicación salarial.”.
Frente a esto, los jubilados introdujeron una medida en la Sala Político-administrativa del Tribunal Supremo de Justicia hace cuatro años, solicitando la nulidad de la resolución, alegando que el cambio viola el principio de progresividad e intangibilidad de los derechos laborales, viola los convenios internacionales de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) y la convención colectiva del ente. “No hay normativa laboral que eso no viole”, afirma Arias.
Sin embargo, el caso sigue sin respuesta judicial y la última audiencia que se concedió al respecto fue el 9 de diciembre de 2016, mismo día que la actual directiva del CNE decidió restablecer la homologación pero para las nuevas jubilaciones.
“Es decir, cuando esos rectores se jubilen ellos sí van a mantener su sueldo. Al quedar restablecida la homologación para las nuevas jubilaciones ahora hay dos tipos de jubilación, las que están antes del 9 de diciembre de 2016, que serían las tipo B y las que se hicieron después, que son tipo A, quienes sí cobrarán lo que les corresponde”, denuncia Arias.
«El jubilado no es un desecho y ni un pasivo»
“Me da risa cuando Maduro dice que Macri le quitó la jubilación a los pensionados argentinos, me provoca decirle: presidente ,no se vaya hasta la Patagonia porque aquí en Venezuela a nosotros, en la práctica, nos quitaron la jubilación. Hoy en día todos los jubilados o son taxistas o son vigilantes o son choferes, salvo los que estén muy enfermos y no puedan trabajar. Porque si ya es imposible vivir con un sueldo mínimo en venezolano, imagínese si te lo mochan. Yo llegué a director general llegué a la máxima categoría, soy profesional 3 y gano el 25 % del salario mínimo. Aquí los jubilados vivimos una crisis humanitaria. Yo tuve que retomar el ejercicio profesional, tengo tres trabajos e igual mi familia me tiene que ayudar”.
Sin aumentos y con despidos
El problema laboral en el CNE no solo se limita a los jubilados, los trabajadores activos también son reflejo de las desmejoras laborales. En el último año, Cesar Arias cuenta al menos unos 37 despidos injustificados, el incumplimiento de seis de los decretos presidenciales de aumento salarial y del pago de los bonos de alimentación.
Además, denuncia que el seguro de salud del organismo sólo cubre tres millones de bolívares para hospitalización y 50 mil para medicinas, monto insuficiente con los actuales precios de medicamentos.
“Esta última quincena prendió las alarmas para todos. Antes el CNe pagaba muy bien, ahora la situación es grave también para los activos. Solo el último aumento de sueldo de 40 % fue el que se dio completo, cada vez que se anuncia uno se está a la espera de cuánto van a aprobar en el CNE, porque algunos compañeros ni siquiera pueden pagar los condominios de sus apartamentos con el ingreso que reciben”.
Arias también asegura que el ente acumula 3000 renuncias desde 2013 y que aunque el Ministerio público ha respaldado los reclamos laborales la situación lleva cuatro años estancada, “solo empeora con la crisis económica”.