190 días sin ver el sol, 15 días sin comunicación, 10 diferimientos de audiencia y en total más de 8 años de prisión y persecución para el exministro de la Defensa de Chávez
Mónica Duarte
Ya han pasado más de 190 días desde que el general retirado del Ejército y exministro de la Defensa de Hugo Chávez, Raúl Isaías Baduel, fue trasladado a “la tumba”, la celda blanca ubicada en el sótano cuatro de la sede en Plaza Venezuela del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Allí, en un espacio de 2 x 3 metros, paredes blancas, cama de concreto y aire acondicionado a sus más baja temperatura, tiene más de seis meses sin ver el sol y con una escaso contacto humano que, en las mejores semanas, se limitaba a un par de horas de visita familiar grabadas y custodiadas en su totalidad. Sin embargo, ahora tiene más de 21 días en completo aislamiento, periodo en que sus hijos no han sabido de él y temen por su salud.
Pero este escenario no es nuevo, Andreína Baduel, una de sus 12 hijas, asegura que a lo largo de sus casi nueve años de prisión en total el ex ministro ha permanecido hasta 90 días asilado, situación que la ha llevado a denunciar como “desaparición forzada” el proceder de las fuerzas del estado que lo custodian.
La última, durante agosto pasado, fue de 23 días y sus hijas temen que vuelva a repetirse. “Han sido desapariciones forzosas porque no se permitió a nadie constatar su estado de salud ni cómo se encontraba su vida y ni la Fiscalía ni el Tribunal que llevan su caso sabían dónde lo tenían”.
«En la anterior condena de 7 años y 11 meses existían pruebas de que por lo menos en su gestión como ministro y comandante general del ejército no había irregularidades administrativas y sin embargo lo condenaron»
Baduel está siendo señalado en este momento por instigación a la rebelión y traición a la patria, una acusación que llevó nuevamente a su detención mientras gozaba de libertad condicional tras 7 años y 9 meses de prisión por delitos de corrupción, a tan solo dos meses de acabarse por completo el tiempo de esa sentencia anterior. Ahora, su nuevo caso se encuentra en espera de la audiencia preliminar que ha sido diferida 10 veces en un año. Andreína Baduel asegura que tanto esta detención como su primera condena corresponden a razones políticas y constituyen “juicios amañados y expedientes viciados”.
“Lo hacen porque tuvo 35 años de servicio en la Fuerza Armada en los que destacó por ser un hombre institucional y respetuoso de las leyes. Eso para el régimen significa que puedes atentar en contra de ellos. Esto es más de lo mismo, en la anterior condena de 7 años y 11 meses existían pruebas de que por lo menos en su gestión como ministro y comandante general del ejército no había irregularidades administrativas y sin embargo lo condenaron”.
Para Baduel el caso de su padre es una lección para las Fuerzas Armadas, lo compara además con la reciente ejecución del funcionario del Sebin, Óscar Pérez. “Ambos casos transcienden el nivel de persecución para seguir intimidando a la gente que verdaderamente tiene una lucha genuina por el país. Ese es el mensaje”.
#Alerta Reiteramos la denuncia de violaciones de DDHH a mi papá @RaulBaduel TENEMOS 3 LARGAS SEMANAS SIN PODER VERLO, NI CONSTATAR SUS CONDICIONES.
El régimen es responsable de lo que le pueda ocurrir. No han podido, ni podrán DOBLEGARLO EN SUS PRINCIPIOS Y CONVICCIONES. pic.twitter.com/UBPxAiZU0N
— ANDREINA BADUEL (@AndreinaBaduel) February 21, 2018
Violaciones reiteradas
¿Cómo le han afectado estos seis meses en “la tumba” a su padre?
Evidentemente él tiene secuelas de la tortura a la que es sometido allí puesto que tiene seis meses sin ver el sol. Allí el aire acondicionado es muy fuerte, está en un sótano cuatro y no lo han sacado nunca al sol. Ya tiene secuelas en la piel, se le nota porque está demacrado, arrugado y débil. Y físicamente él ha tratado de resistir en Dios pero eso no desacredita que está siendo víctima de tortura a pesar de que él se mantiene firme en sus convicciones y en sus propósitos.
¿Cuánto tiempo ha pasado incomunicado?
Lo vimos hace 15 días porque ahora de manera impositiva le suspendieron las visitas sin razón, motivo ni argumento alguno. Esta semana nos informaron que esas eran órdenes superiores y que sería hasta nuevo aviso. Nadie sabe ni explica anda. Antes de pasarlo al Sebin de Plaza Venezuela, en Ramo Verde durante casi 9 años de injusta prisión fue sometido a aislamientos de hasta 90 días. Una suspensión de visitas a familiares de cuatro meses. Esto ha sido reiterativo con mi papá y lamentablemente con muchos de los presos políticos.
«El propósito de estas torturas es quebrantarlo en sus principios y sus convicciones y por eso es que arremeten tanto contra él porque no han podido lograrlo»
¿Y cómo está su estado de salud? ¿Ha recibido evaluación médica?
Ninguna. Nosotros hemos percibido que se encuentra bien pero no podemos dejar a un lado que es un hombre de 62 años y que ya tiene 9 años presos. En el tiempo que ha estado detenido nunca le han hecho evaluación médica. Claro, durante su parcial libertad de un año y medio el procuró ponerse al día con su salud y fue ahí cuando le diagnosticaron hipertensión.
¿Temen en estos momentos por su salud y por su vida? ¿Qué es lo que más le preocupa de este lugar?
Por supuesto que temo, es una persona que ha sido sometida a distintos aislamientos y tratos vejatorios durante años. En mi caso pues sí ya tenía conocimiento de lo que es este lamentable lugar puesto que mi prometido estuvo allí seis meses ya que también fue preso político. En ese lugar resisten es en Dios y en sus principios pues es poco lo que pueden hacer en virtud al nivel de aislamiento al que están sometidos.
Antes de este aislamiento ¿Cómo era la dinámica de sus visitas? ¿Han bajado a La Tumba?
Bajamos hasta donde está una sala de estar que es previa al pasillo de las celdas que están allí. Y para llegar a esa sala de estar hay cuatro puertas blindadas y luego de esa sala vienen dos puertas blindadas más que es donde los tienen a ellos y las siete celdas.
¿Cómo está el ánimo de su padre tras un año de prisión y 6 meses en la tumba?
Mi papá siempre ha sido un hombre de mucha fe, su entereza ha sido Dios y él es nuestra entereza a la vez porque nosotros hay días que estamos desalentados. Y en vez de nosotros consolarlo a él es él quien nos consuela a nosotros por eso digo que anímicamente y espiritualmente él se encuentra bien. El propósito de estas torturas es quebrantarlo en sus principios y sus convicciones y por eso es que arremeten tanto contra él porque no han podido lograrlo.
“Un personaje incómodo”
¿Por qué cree que su padre no fue incluido entre los presos políticos que fueron liberados el pasado diciembre?
No es por falta de fe ni por ser pesimista pero sabemos que mi papá es un personaje incómodo para el régimen y como saben que no lo van a poder quebrantar era obvio que no iba a salir. Más cuando un día antes de corresponderle una libertad y pagar una condena injusta le abrieron otro caso. Nosotros como familia celebramos cualquier liberación pero nos produce sentimientos encontrados porque estamos conscientes de que uno de los presos políticos más difíciles de salir es mi papá.
¿Representa su padre alguna amenaza para el Gobierno o para Nicolás Maduro?
Lo representa porque tuvo 35 años de servicio en la Fuerza Armada en los que destacó por ser un hombre institucional y respetuoso de las leyes. Eso para el régimen significa que puedes atentar en contra de ellos.
«Ahora han colocado que la audiencia se difiere por incomparecencia del imputado, cosa que llama la atención porque no depende de la voluntad de mi papá trasladarse o no al tribunal, es el Estado quien tiene su custodia»
¿Han pedido una medida humanitaria para su padre?
Se ha reiterado la solicitud de medidas menos gravosas porque, además de ser inocente, le corresponde jurídicamente que pueda tener acceso a esas medidas. Sin embargo, todas han sido negadas o no responden.
¿Cómo está jurídicamente su caso? ¿Cuándo fue su última audiencia?
A mi padre le revocaron la medida de libertad el 12 de enero de 2017 justo cuando cumplía un año y cinco meses de esa parcial libertad. Una medida sin justificación alguna porque él no incumplió ninguna de las medidas que le habían impuesto. El 3 de marzo de 2017 se cumplían los 7 años y 11 meses de la condena infame que le impusieron por el anterior caso y el 2 de marzo para prohibirle la salida le abrieron este nuevo caso por traición a la patria, atentar contra la libertad de la nación y todas las patrañas que el régimen le pone a quienes disientes. Y hasta la fecha, a un año de estar privado de libertad lleva 10 diferimientos de la audiencia preliminar, una audiencia que corresponde hacerla a los primeros 45 días de prisión. Siempre es una excusa, que si el Sebin no lo trasladó, que si al juez está enferma, ahora han colocado que la audiencia se difiere por incomparecencia del imputado, cosa que llama la atención porque no depende de la voluntad de mi papá trasladarse o no al tribunal, es el Estado quien tiene su custodia.
¿El caso de su padre lo llegó a asumir las embajadas y representantes diplomáticos luego de su gira por estas instancias?
En esa oportunidad fueron muy receptivos y la presión de las embajadas ayudó a que dieran una fe de vida a los 23 días de la desaparición forzada a la cual lo sometieron.
«Mi hermano tiene 4 años preso en los que ha estado en seis cárceles comunes. En Uribana a él le rompieron las costillas y le quemaron los genitales pero aun así resiste»
A su hermana, Margareth Baduel, se le detuvo junto a la esposa del capitán Caguaripano, cuando prestaban apoyo en las fueras de la morgue a la familia de Oscar Pérez ¿Qué sucedió allí?
Nosotros como cualquier venezolano sentimos solidaridad por las víctimas de injusticias que ocurren en este país, mi hermana fue a llevar alimentos a los familiares de Óscar Pérez y su delito fue ser Baduel. Allí había mucha gente pero solo porque las reconocieron a ellas las detuvieron, su delito fue ser solidaria.
¿Cree que su familia ha sido perseguida y re victimada con esta nueva detención?
Esto es una condición de vida, así lo califico, desearía no estarla viviendo porque es muy difícil pero ha servido para fortalecernos como familia y como personas. Pero sin duda la persecución es contra toda la familia, nosotros no podemos tener una vida normal porque está condicionada no solo a la cárcel de mi papá sino a los 4 años preso que tiene mi hermano que ha estado en seis cárceles comunes. En Uribana a él le rompieron las costillas y le quemaron los genitales pero aun así resiste. Es duro, a veces uno se siente mal pero recobras las fuerzas porque sabes que te asiste la verdad y sabes que lo que haces es ser consecuentes con tus principios y con lo que te enseñaron tus padres.
¿Siente que el caso de su padre al igual que el de Óscar Pérez, salvando las diferencias, envían un mensaje similar a las fuerzas del estado?
Totalmente. Ambos trascendieron el nivel de persecución para seguir intimidando a la gente que verdaderamente tiene una lucha genuina por el país. El caso de mi padre es un mensaje de intimidación para las Fuerzas Armadas.
«El caso de mi padre es un mensaje de intimidación para las Fuerzas Armadas»
¿Cómo ve la justicia venezolana?
Una justicia amañada y prostituida por el poder ejecutivo
¿Cree que es posible, entonces, que se resuelva el caso de su padre?
Espero en Dios que así sea, esa justica nunca falla y a esa estamos aferrados. Sin embargo, aunque aquí no hay estado de derecho todos estos vicios, irregularidades, inconsistencias están denunciados nacional e internacionalmente para que cuando en Venezuela se recobre la democracia pague quien tenga que pagar por todas estas situaciones.