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“La historia ha demostrado que no existe gobierno que aguante una hiperinflación”, afirma el economista
Enrique Meléndez
El economista César Aristimuño presume que el gobierno está adoptando una reforma monetaria, a partir de la criptomoneda, que ha creado con el nombre de Petro.
“El Petro es parte de esa reforma monetaria, sin duda: nueva unidad de cuenta, en coexistencia con el bolívar. Van a convivir los dos. Esto implicaría que debería existir una tasa de bolívar-dólar implícita al Petro, y que debería darle una sincronización al ajuste de todos los precios a esta unidad de cuenta; que fue lo que sucedió en el caso de Brasil; donde se creó una unidad, que convivía con la moneda brasileña”, afirma el también presidente de la firma consultora Aristimuño Herrera y Asociados.
¿Por qué hemos llegado a esta situación de incontrolable hiperinflación?
-En efecto, todo el mundo se queja de que no le alcanza el dinero, y una de las maneras de acercarnos a ello, es mirar la evolución de seis grandes rubros; tomando en consideración que la hiperinflación se considera un fenómeno monetario, pero realmente tiene combinación de otros fenómenos.
Las importaciones en el año 2012 se ubicaban en casi 60 mil millones de dólares; cinco años después, Venezuela pasó a importar 12 mil millones de dólares; lo que significa que hay menos productos en los anaqueles. Las reservas internacionales, que estaban cerca de 30 mil millones de dólares en el 2012, pasaron apenas a 9 mil 554 millones de dólares: una disminución de 20 mil 363 millones de dólares; algo que tiene relación con el tema del default, además de esa disminución de las importaciones.
La producción petrolera venezolana ha caído 1 millón 204 mil barriles en ese mismo lapso de tiempo; el precio del petróleo pasó de 103 dólares el barril a 46 dólares. El financiamiento monetario ha pasado de 165 mil 465 millones a 91,6 billones de bolívares, dinero que el gobierno emite; siendo una de las causas de eso el déficit fiscal; en otras palabras, el gobierno está gastando más de lo que le entra.
De modo que ese es un dinero, que le entra a la economía, y sin importaciones suficientes; sin reservas internacionales suficientes, además de una caída del Producto Interno Bruto, es lógico pensar que esa implosión iba a ser el causante de la hiperinflación. Luego, por supuesto, está el tema del dólar paralelo, y el que para el año 2012 se ubicaba en 17,4 bolívares por dólar, al día de hoy ha crecido 640 mil por ciento y se ubica en 206, una estampida que se refleja en el alza de los precios.
La explosión de la liquidez continúa: entre enero y diciembre de 2016 el crecimiento promedio mensual de la liquidez monetaria era de 531 mil 628 millones de bolívares: un año después el crecimiento promedio de la liquidez monetaria pasó a 9,7 billones de bolívares; lo que significa un crecimiento de 1 mil 721 por ciento del dinero que circula en la economía.
¿Usted cree que la inflación llegará un momento en que se detendrá?
-La inflación no se detendrá, continuará creciendo. El dólar no oficial sigue destruyendo poder adquisitivo. Hay que fijarse en el hecho de que desde el 2014, hasta el 2017 el dólar se mantiene estable, ¿cuándo empezó a suceder el problema? Prácticamente, desde el segundo semestre de 2017, cuando dio una repuntada violenta, hasta incrementarse en 333 mil 689 de variación del tipo de cambio.
¿La inflación puede ser explosiva?
-Sin duda que puede ser explosiva. Observemos estas expectativas, que hay: si la inflación se mantiene en un nivel de 40% mensual a lo largo de los próximos doce meses, nosotros vamos a cerrar con un nivel de inflación de 5 mil 570%.
La historia ha demostrado que no existe gobierno que guante una hiperinflación. Eso está comprobado en los textos.
Por eso es que las hiperinflaciones en el mundo, cuando se han dado, han durado muy poco, pues a todas se ha tendido a buscarle una solución inmediata. No es sostenible un gobierno en estas condiciones. Eso no significa que este gobierno se va a quedar con los brazos cruzados. Al menos algo tiene que hacer, y creo que lo va a hacer, pues hasta ahora la hiperinflación se ha llevado dos meses, y en la América Latina en los diferentes casos, no ha pasado de seis meses.
¿Usted quiere decir que el gobierno podría adoptar una reforma monetaria?
-El Petro es parte de esa reforma monetaria, sin duda: nueva unidad de cuenta, en coexistencia con el bolívar. Van a convivir los dos. Esto implicaría que debería existir una tasa de bolívar-dólar implícita al Petro, y que debería darle una sincronización al ajuste de todos los precios a esta unidad de cuenta; que fue lo que sucedió en el caso de Brasil; donde se creó una unidad, que convivía con la moneda brasileña.
Eso aquí yo creo que está pasando, y yo creo que el Petro al final va a ser un medio de pago más. ¿Nosotros no estamos conviviendo hoy con las monedas comunales? A eso hay que tenerlo miedo, por cierto. Porque ese es un banco central paralelo, y el gobierno a eso le ha dado legalidad, y eso nació creo que en el Barrio 23 de Enero (Caracas).
Eso está dentro de la ley, pero el Petro no lo tiene, sólo que se le está dando viabilidad legal a la manera de este gobierno. Pero está allí esa alternativa. Lo operativo, el Carnet de la Patria funcionando como un “wallet” (billetera) electrónico, y cada vez va a funcionar más, en ese sentido. Ya a la banca se le obliga a abrirle cuentas a toda persona que tenga Carnet de la Patria, y cuidado si mañana los sueldos se pagan con eso, abonados al Carnet de la Patria, y el experimento sea parte de esa reforma, de la que estamos hablando.
El gobierno ha dicho que con el Petro se puede comprar boletos aéreos; se puede pagar otras cosas, aunque eso todavía no tiene equivalencia de precios, ni tiene equivalencia de cambio; sin embargo, el gobierno lo ha soltado. El Dipro era una de las cosas, que todos los venezolanos decíamos que era imposible que el gobierno lo eliminara; que el Dipro era el mantenimiento de una serie de privilegiados, y el gobierno lo eliminó, pero ¿aquí pasó algo? De un solo plumazo, de un día a otro, lo raspó, y si había algún privilegiado, bueno, se le acabó ese privilegio.
Asimismo, el gobierno está devaluando semana a semana el Dicom, y eso va a seguir, hasta que llegue un momento en que el precio se considere que está en el nivel sostenible. Ahora, el gobierno para hacer que el precio del dólar sea sostenible, va a tener que generar obviamente elementos económicos demasiado sólidos, como para permitir que los agentes económicos de la sociedad se comporten con niveles de credibilidad en el sistema y en sus decisiones, sino esto será eminentemente coyuntural, por poco tiempo, y después de las elecciones, posiblemente, veamos otra realidad.
