Se estima para el primer trimestre de 2018, la caída es de más de 300 mil barriles diarios
Enrique Meléndez
El economista Orlando Ochoa llama la atención a propósito del colapso de la producción petrolera en Venezuela, lo que a su juicio, es realmente lamentable; porque afecta el presente del país y su futuro inmediato.
“Podemos estimar que al cierre del primer trimestre de 2018 la caída va a ser superior a los 300 mil barriles”, agrega Ochoa.
¿Es más grave el colapso de Pdvsa, de lo que se pensaba, como sostienen algunos economistas?
-Sí, podemos decir que, efectivamente, está ocurriendo un colapso en la producción petrolera de Venezuela. Esto es realmente lamentable; porque afecta el presente del país y su futuro inmediato. Primero, coloquémonos en perspectiva. La producción petrolera total, Pdvsa y empresas mixtas, según fuentes internacionales que verifican cifras, cayó de 2.287.000 barriles al día en cuarto trimestre 2016 a 1.891.000 barriles diarios en el cuarto trimestre de 2017.
Esto es una enorme caída de unos 396.000 barriles diarios. Este es un deterioro aún más acelerado que 2016; porque ya en 2016 se había acelerado la caída, con respecto a años anteriores; pues viene cayendo, que podamos comprobar, desde el 2012. Sin embargo, en los primeros meses del año 2018 estamos viendo una cifra de producción, de acuerdo a la data que suministra el gobierno a la OPEP, de 1 millón 586 mil barriles.
Esta data que se entrega a la OPEP no incluye condensados, que es una forma de líquidos muy ligeros, casi una especie de gasolina natural, que suelen ser unos 85 a 90 mil barriles adicionales, que mezclan con los crudos. Sí asumimos que la producción de febrero, incluyendo condensados, está en cerca 1 millón 670 mil barriles diarios, estamos viendo una caída muy aguda desde último trimestre de 2017.
De modo que podemos estimar que al cierre del primer trimestre de 2018 la caída va a ser superior a los 300 mil barriles. Esto es alarmante, puede debemos recordar que en años pasados un 95% de las divisas vienen de la exportación petrolera. Sin duda los ingresos por exportación en 2018 serán mucho más bajos, aunque el precio del crudo haya subido. Es imposible superar la crisis económica sin tener un mercado cambiario funcional, detener el proceso de hiperinflación y restablecer el crecimiento económico con generación de empleos. Nada de esto es posible con el colapso de la producción petrolera y de los ingresos en divisas del país.
«En entregas a China, Venezuela debe pagar dinero usado para actividades de proselitismo político y proyectos sin sentido económico»
¿Por qué ha bajado la producción de esa manera?
-Aquí tenemos una serie de dificultades que afectan las actividades centrales de producción. Comencemos por las primeras que han sido persistentes en los últimos años. Hay fallas a lo largo de toda la cadena de suministros en la industria petrolera y en el mantenimiento de los pozos y yacimientos, envejecimiento de las facilidades de superficie (almacenamiento, oleoductos, plantas de inyección de gas). Hay problemas severos de mantenimiento de la infraestructura petrolera y no petrolera (electricidad), como lo observamos también en las refinerías y en los mejoradores de crudo extrapesado en Jose (Estado Anzoátegui).
En la cadena de suministros vemos fallas en el suministro de crudo ligero para ser usado como diluyente, pues la producción propia de Pdvsa está en caída libre y no tienen divisas para importaciones en los montos y frecuencia adecuada; este es esencial como diluyente del crudo extra pesado; es necesario importar la nafta, para movilizar los crudos extrapesados hacia los mejoradores de Jose. Falta de químicos, que son los que se usan para el tratamiento de los crudos y, luego, vayan a un terminal de exportación, a un mejorador o a ser diluidos.
Todos estos productos son importados, y la mayoría vienen de los Estados Unidos, y ahí tienes una primera vulnerabilidad en el caso de que las sanciones pasen al sector petrolero en forma directa; con respecto a las compras directas a los EEUU. Las severas limitaciones en disponibilidad de divisas para importar, afecta el ritmo de las actividades de producción, y vemos alzas ocasionales y caídas cada vez más grandes. Recordemos que Pdvsa es prácticamente el único proveedor de divisas al BCV, y le dejan bajos montos para su propio uso, crítico para la producción, sin olvidar los pagos en divisas a contratistas y proveedores clave en servicio a pozo; mientras el gobierno usa las divisas para asignaciones dentro del resto del sector público, en forma oscura, a través del régimen de control de cambio con una larga trayectoria de corrupción.
Tenemos problemas, además, en las actividades de soporte a la operación petrolera. Estamos hablando de cosas tan básicas como el transporte de personal, de suministros a los campos petroleros; como los alimentos para los trabajadores; así como el agua para las actividades en los pozos. El número de taladros y su tiempo de uso, viene cayendo. Se detienen por largos períodos por falta de repuestos o incluso de algo básico, como tubos para el revestimiento de los pozos.
Es decir, tenemos problemas a lo largo de toda la cadena de suministros y de apoyo a las operaciones de extracción de crudo y su adecuación para los distintos procesos’; y, además, el personal más calificado, con diez y veinte años de servicios, ha estado huyendo de la empresa y del país; como está ocurriendo en otros sectores; como también ocurre con trabajadores que no pueden ni siquiera alimentar bien a sus familias. Es realmente trágico y repugnante que esto ocurra mientras el Gobierno maneja propaganda de grandes logros sociales.
Los problemas, que se han agudizado en los últimos tres meses, significan que la gestión de Quevedo, que comenzó investigando actividades de corrupción y removiendo personal, congelando la firma de nuevos contratos, y así fue por buena intención inicial, terminó contribuyendo a la aceleración de la caída en la producción petrolera de Pdvsa y de las empresas mixtas, al agravar las causas que la afectan. Porque básicamente hay una cantidad de contratos de suministros y de apoyo a la operación, que no se han podido renovar por una especie de parálisis administrativa.
«Los yacimientos tienen un declive natural de la presión; que, en el caso de Venezuela, en total, está en el orden del 20% el promedio nacional. Hay una caída natural y por sobre-explotación y otra por las fallas»
De manera que la gestión de Quevedo, comenzó por tratar de resolver algunos problemas y empeoró todo. Esta caída en la producción de crudo, que se ha producido en los últimos tres meses, podría levantarse, si se atacan en forma ordenada estos problemas antes resumidos, a tiempo, y se evita que tengan consecuencias irreversibles en el corto plazo. Normalizar la cadena de suministros, el pago a contratistas y proveedores, incluyendo las actividades de soporte (transporte, alimentos, agua), tendría un impacto inmediato. El problema de pérdida de recursos humanos calificado es más difícil de resolver, porque la hiperinflación, destrucción de valor del bolívar y el desastre nacional causado por el Gobierno de Maduro, no lo permite.
Entonces, pudiera haber una capacidad de recuperación, sí se consigue el diluyente, para ir mejorando los crudos extrapesados; si se consigue la nafta; si se consiguen los químicos; si se consiguen los suministros básicos; pudiéramos estar hablando de que pudiera recuperarse parte de la producción, en particular en la Faja; no obstante, hay una caída en la producción propia de Pdvsa, en crudos ligeros y medianos, por una incapacidad de sostener la producción en áreas tradicionales, que requieren nueva inversión de gran magnitud.
Recordemos además que los yacimientos tienen un declive natural de la presión; que, en el caso de Venezuela, en total, está en el orden del 20% el promedio nacional; de modo que, con estos problemas, que hemos descrito, resulta imposible compensar tal declive; hay una caída natural y por sobre-explotación y otra por las fallas, de las que hemos hablado. Se trata de un problema técnico, administrativo y financiero; que, en su parte medular, no se puede revertir bajo el gobierno de Nicolás Maduro; porque el mismo manejo de la economía, con un régimen de control de cambio disfuncional; la hiperinflación y el cierre de cientos de empresas privadas, hacen que Pdvsa no tenga el soporte necesario. Ni tampoco tenga el apoyo de empresas internacionales que tienen décadas en Venezuela, al haber acumulado en conjunto miles de millones de dólares en cuentas por cobrar; ya han reducido su actividad en el país.
¿A cuánto asciende la deuda de Pdvsa?
-De la deuda de Pdvsa conocemos la relativa a los bonos, y con respecto a las otras hay algunas estimaciones, de balances de la deuda con contratistas y proveedores. Pero también hay deudas con los socios de las empresas mixtas, a quienes no se les ha pagado los dividendos; socios a los que por espacio de ocho, diez años no se les ha dado nada sobre su participación. Prácticamente, PDVSA se quedó con los dividendos correspondientes a esos socios, para financiar sus actividades o financiar al gobierno en sus proyectos; muchos de carácter populista, Fue un comportamiento irresponsable de Rafael Ramírez, cuando expresaba un desprecio de fuerte contenido ideológico contra el sector privado nacional e internacional, y le transfería los recursos propios y de los socios a fondos extra presupuestarios para el uso discrecional de Hugo Chávez.
Debemos recordar, además, que Pdvsa está sirviendo la deuda con China de la República. Los recursos los recibió el gobierno central, a través de los fondos extrapresupuestarios, los usó para actividades de proselitismo político y proyectos sin sentido económico; pero los debe pagar Pdvsa en entregas de crudo a China y entrega de crudo a las empresas rusas y entrega de crudo a una gran cantidad de contratistas, que han hecho negocios con Pdvsa.
«Los ingresos por exportación en 2018 serán mucho más bajos, aunque el precio del crudo haya subido»
De manera que no tenemos un panorama claro. Si tú me dices de una estimación, yo diría que pudiéramos estar hablando de una cifra entre 63 y 70 mil millones de dólares; en medio del agudo declive de la producción, la capacidad de pago de Pdvsa está mermada, y tomando en cuenta que su accionista, representado por el gobierno de Venezuela, está tomando recursos desesperadamente para importar, vía el sector público; para suministrarle algunos alimentos y medicinas al país en forma oscura, pues hay una enorme ineficiencia en el uso de las divisas.
Sabemos que Pdvsa tiene una gran necesidad de bolívares; porque venía entregando los dólares al BCV a la tasa de diez bolívares, hasta hace poco; de modo que, a falta de bolívares por dólar, el BCV venía imprimiendo millones de bolívares; entregándoselos a Pdvsa a cambio de pagarés, y ese financiamiento monetario del déficit del sector público, de Pdvsa y de otras entidades del gobierno central, es la causa fundamental del proceso de hiperinflación que vive el país.
¿De qué forma han afectado las sanciones, que le han impuesto al país a Pdvsa?
-Pdvsa no puede en estos momentos hacer ninguna operación comercial con contratistas, proveedores o socios, cuyo pago sea de más 90 días, porque se va a considerar financiamiento, y tiene una restricción por las sanciones de los EEUU de recibir financiamiento. Más allá de eso, otros bancos de otras partes del mundo, que tienen relaciones con las operaciones de empresas estadounidenses, no quieren involucrarse para no correr riesgos; de manera que se vuelve un efecto en cadena. Eso hace que Pdvsa tenga que hacer operaciones de pago en efectivo o pago programados a menor plazo. Pero dado que tiene una fuerte restricción de divisas, como hemos hablado anteriormente, eso está afectando duramente a la empresa.
«La producción petrolera total, Pdvsa y empresas mixtas, según fuentes internacionales que verifican cifras, cayó de 2.287.000 barriles al día en cuarto trimestre 2016 a 1.891.000 barriles diarios en el cuarto trimestre de 2017»
Así que en caso de que hubiese la disposición del gobierno de Maduro, que yo no creo que exista – su perspectiva ideológica marxista es primitiva y terca a pesar de la debacle nacional que causó – de emprender un gran cambio en la política económica y petrolera, sin levantar las sanciones financieras contra el Gobierno y Pdvsa; que están asociadas con corrupción y las claras acciones anti-democráticas por parte del gobierno de Nicolás Maduro, es imposible un cambio de rumbo.
El tiempo juega en contra de la producción petrolera, en caída libre y de la hiperinflación que pasará de más de 2.600 por ciento en 2017 a una cifra que se estima decenas de miles por ciento. Es una tragedia nacional, que podría ser revertida con una gran estrategia nacional de emergencia. No comprendo cómo le pueden hacer esto a Venezuela y repetir propaganda hueca, como sí el país y el resto del mundo no observase lo que realmente ocurre.