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Crónicas Bolivarianas: Diosdedos perdió el juicio en NY

juicio Nueva York

Si fuese inocente, este servidor sería la Madre Teresa de Calcuta


O.E.

Aclaro mejor, para evitar malos entendidos. Haber perdido el juicio en NY, como ocurrió la presente semana, no significa que el controvertido segundo de a bordo, de la roboución, perdió la chaveta y que una noche loca, desembarcó en la mismísima, Gran Manzana y, “pa’ que sepan que hay gobielno”, en la Bolivariana, se compró – chequera en mano y de su propio bolsillo – la “Estuatua” de la Libertad, porque, él, de puro anti demócrata, represor, violador de DD HH, difamador de oficio, Socialista del Siglo XXI, para resumir, odia a la susodicha dama, es decir, a la tal, Liberad.

En tal caso, el juicio, la chaveta o la cabeza la habría perdido, en El Furrial, porque sus malas mañas, las tiene desde chiquito. Aunque esto último, lo sigue siendo. Que por algo su detractor más feroz, un tal Narcolás, lo denuesta entre amigotes, como “El Enano” ¡Por fin, pegó una, Narcolás! Hasta ahora, no había hecho más que, pis fuera del perol (y de lo “mayor”, también).

La novedad, de haber perdido el juicio, no es ni una cosa ni otra, sino todo lo contrario. Que la demanda, que entabló contra un periódico, ante un tribunal de NY, fue declarada no ha lugar. Improcedente. Descabellada, para hacerle honor al demandante, que en vez de Cabello, Descabello, es como debería apellidarse.

¿Y por qué Diosdedos, no se montó en un avión y en lugar de irse a jugar gallos a El Furrial, no puso proa a Manhattan para agarrar el toro por los cachos?

Hubo quienes aseguraron que por temor a que la DEA le pusiera “los ganchos” nada más tocar tierra en el aeropuerto Kennedy.

Otros, menos mal pensados, le otorgamos el beneficio de la duda. No viajó, porque no tenía dólares suficientes para el pasaje, el pobre.

Total, que ni Nueva York es Caracas, ni en los tribunales del Imperio están el “dottol” Maikel o el Fiscal Tarek, para hacerle carantoñas al frustrado querellante. El veredicto del juez gringo fue tajante: ¡Diosdedos culpable!

¿Culpable de qué? ¡ De lo que sea! Es que si Diosdedos fuese inocente –inocente, de cualquier vaina- este servidor, sería la Madre Teresa de Calcuta.