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AVANZA EL MALETINAZO

El régimen impedirá, a toda costa,  reelección de Juan Guaidó. Madurismo “ablanda” a 30 diputados de la oposición para elegir a Timoteo Zambrano el 5 de enero

Noel Gómez Herrera

Crece la expectativa sobre lo que pueda ocurrir el venidero domingo 5 de enero en la Asamblea Nacional cuando a sus integrantes les toque designar la nueva junta directiva, la cual, según los cálculos de los partidos mayoritarios Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular, debería reelegir nuevamente a Juan Gerardo Guaidó Márquez, quien además ejerce funciones como Presidente encargado de la República, reconocido por más de cincuenta países, sin embargo se avecina un verdadero sismo político.

   El régimen de Nicolás Maduro se ha propuesto, a toda costa, cambiar el actual escenario e impedir la reelección de Guaidó, objetivo en el que trabaja, a tiempo completo, desde el pasado mes de octubre. En primer lugar, ya ha definido que su fracción parlamentaria votará a favor de la candidatura del diputado Timoteo Zambrano Guédez (exAD, exABP,exUNT) actual jefe del partido “Cambiemos”, quien ya aspiró esa posición en el año 2018 cuando la presidencia de la AN le correspondía a su entonces partido UNT y la organización que encabeza el exgobernador Manuel Rosalaes Guerrero escogió en su lugar a Omar Barboza Contreras.

   Zambrano, aliado del gobierno de Maduro en la llamada “Mesa de Diálogo Nacional” que sesiona en la Casa Amarilla, ha asomado su aspiración nuevamente, alegando en la presidencia de la AN en el año 2020 le corresponde ahora a los partidos minoritarios del parlamento, según el acuerdo suscrito por la oposición en diciembre del año 2015, cuando se decidió que en el año 2016 la AN sería presidida por AD (Henry Ramos Allup), en el 2017 por Primero Justicia (Julio Borges Junyent), en el año 2018 por UNT (Omar Contreras Barboza), en el 2019 a Voluntad Popular (Juan Guaidó Márquez) y en el 2020 sería seleccionado por los partidos minoritarios Avanzada Popular, la Causa R, Movimiento Progresista Venezuela, Alianza Bravo Pueblo, Convergencia y Copei, entre otros.

    Como se sabe, el diputado Zambrano cuenta ahora con su propio partido político. La organización se llama “Cambiemos”, con sede propia y visto bueno del CNE y con una fracción parlamentaria de nueve diputados, nutrida por disidentes del partido Un Nuevo Tiempo (UNT) y otras organizaciones, aunque el pasado mes de noviembre se vio en la obligación de execrar, “por razones éticas” a los parlamentarios Adolfo Superlano (exUNT), José Antonio España (ex MAS, exPodemos, exAP, exPJ) y José Gregorio Aparicio (UNT), quienes ahora operan como “agentes libres” a la expectativa de lo que pueda ocurrir el 5 de enero en la AN.

                                            LA FRACCIÓN OFICALISTA

El régimen de Nicolás Maduro va de manera frontal el venidero 5 de enero con el propósito de controlar de una vez por todas la Asamblea Nacional y maneja los siguientes escenarios:

 1.-La elección del diputado Timoteo Zambrano (Cambiemos) con el apoyo de 47 votos aportados por la fracción del llamado “Gran Polo Patriótico” (PSUV, PPT, ORA y PCV), votación a la que aspiran sumar al disidente Eustacio Contreras (exMEP), quien hasta ahora apoya la reelección de Guaidó.

Desde Miraflores se han girado instrucciones precisas al Tribunal Supremo de Justicia que preside Maykel Moreno Pérez para que deje de una vez aclarado el tema de los votos de los diputados del PSUV que perdieron esa condición, de acuerdo al artículo 191 de la Constitución, por haber ocupado diversos cargos en la administración pública. Se espera una “novedosa” interpretación de dicho artículo y la ratificatoria de la invalidez de los tres diputados indígenas, de acuerdo con la sentencia de ese mismo tribunal, de fecha 25 de diciembre de 2015.

Además de sus 48 votos, Miraflores cuenta con 10 parlamentarios de partidos minoritarios que  Timoteo Zambrano dice controlar. Aún así le faltarían 25 votos para obtener la mayoría, pero la meta de la dictadura es “voltear” al menos treinta diputados con votos a favor o en su defecto que se abstengan de votar a favor de Guaidó. Según los cálculos, hay seis diputados en el exilio, sin suplentes, que sumarían en la hipotética cuenta a favor de Zambrano, quien además ha prometido darle en la directiva una vicepresidencia a los disidentes de la oposición y la otra para el PSUV, para presidir una “AN plural y no hegemónica”.

En ese escenario, de acuerdo a la estrategia gubernamental, se caería de inmediato la presidencia interina de Guaidó y su consiguiente apoyo internacional. Es decir, todo se derrumbaría y el actual presidente de la AN podría ir a la cárcel o al exilio.

2.-El Plan “B” consiste en “embochinchar” la sesión, crear el caos y la confusión general, que culminaría con la elección de dos juntas directivas de la AN, una encabezada por Guaidó y la otra por Zambrano, las cuales entrarían en un “limbo” en su funcionamiento y forzaría a adelantar las elecciones parlamentarias para el primer semestre del año 2020. La presida por Zambrano contaría con el apoyo de los demás poderes públicos y de la FANB.

COMPRA DE CONCIENCIAS

        La “Operación Alacrán” está en marcha y consiste en la compra de treinta diputados de oposición a los que, según el partido de Juan Guaidó y Leopoldo López, se les ha ofrecido hasta un millón de dólares por votar en contra de la reelección del actual líder de la AN. “Eso le convendría solo a la dictadura, porque sería muy complejo que los 60 países que reconocen al Gobierno Legítimo, reconozcan a otro político. Guaidó le ha hecho más daño a la dictadura durante los últimos meses que cualquier otro actor político de años anteriores”, ha dicho el exdirigente estudiantil Yon Goicoechea (VP), quien en las elecciones municipales de diciembre de 2017 también se alejó de la línea partidista y decidió participar en las elecciones municipales como candidato a alcalde en El Hatillo, con apoyo de “Alianza Progresista”, el partido del exgobernador Henri Falcón Fuentes, a pesar del boicot de la oposición contra unos comicios considerados fraudulentos.

La trama de la Operación Alacrán se habría iniciado con los once miembros de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, acusados por sus respectivos partidos de cobrar coimas por emitir “cartas de buena conducta” a favor del magante colombiano Alex Saab, operador del negocio de las cajas Clap y presunto testaferro de Nicolás Maduro Moros, su esposa, hijos y sobrinos.

                                                       EL HOMBRE DEL MALETÍN

Los diputados José Brito, Conrado Pérez Linares, Luis Parra y Emilio Fajardo, de Primero Justicia, Richard Arteaga y Guillermo Luces, de Voluntad Popular, Adolfo Superlano ( ex Cambiemos) ya han anunciado que no votarán por Guaidó y se espera que en los próximos días vengan pronunciamientos similares, presionados algunos por las amenazas del régimen a través del Fiscal General y el Contralor General, designados de facto por la espuria Asamblea Constituyente. Otros diputados están a la espera de lo que decida la comisión “investigadora” que presiden los diputados Edgard Zambrano y Stalin González, aunque el grueso de los