En ambos grupos hay violentos y demócratas que somos mayoría. Unos son opositores y otros chavistas, los hay de izquierda pero también de derecha
Domingo Alberto Rangel
El mal viene tomando cuerpo desde los golpes militares de los años noventa en el siglo pasado.
Es cierto radicalismo violento que ocupa un espacio en las redes, que no por minúsculo y ayuno de razones… deja de ser preocupante al presentarse sus propagandistas como lo que no son y tampoco están dispuesto a ser: Disfrazados como Demócratas.
Aclaro que este disfraz lo usan algunos chavistas y no pocos opositores… quienes màs allá del lenguaje de la violencia que les es común… a unos y otros se les puede archivar en la vieja clasificación como de izquierda o de derecha… siendo que su único denominador común es la violencia ya que nunca presentan propuestas o programa… y no les importa.
Digamos que unos son opositores y otros chavistas… que los hay de izquierda pero también de derecha… y en ambos grupos hay tanto violentos como demócratas que somos mayoría.
Obvio que nada se inventó en los golpes militares que llevaron al comandante Chávez a ganar elecciones. Total: La toma del poder por medio de la fuerza es algo tan viejo como la humanidad… y por ese camino iba la guerrilla que desde los años sesenta intentó copiar el guión de Fidel Castro.
Por fortuna el comandante Chávez y eso se le puede anotar en el “debe” de Luís Miquilena… se reconvirtió al credo democrático y abandonó las inclinaciones violentas.
No así algunos de sus seguidores y lo màs insólito… es que entre los opositores màs encabritados abundan violentos que zumbonamente se definen como “demócratas”.
La situación sería un chiste de no ser que estos guerreros del teclado se sienten apoyados por el gobierno de USA… lo cual es otra contradicción… y que desde el lado del gobierno hay violentos que no solo predican el uso de la fuerza… sino que a veces la administran como cuando atacaron los autos de diputados opositores.
A ver; ante esta moda solo vale que los moderados formemos filas en defensa de la paz y la democracia… también de la herencia histórica que los venezolanos recibimos de la potencia española… de los criollos que combatieron la Independencia… y de los indígenas y afrodescendientes.
No hacerlo a tiempo es arriesgar la integridad territorial… algo que a estos violentos poco les importa.