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“Es una de las piezas fundamentales en el tablero de ajedrez, para la recomposición del estado de derecho”, dice el vocero de la Plataforma Nacional de Conflicto,
Enrique Meléndez
Nicmer Evans, vocero oficial del Movimiento Por la Democracia y la Inclusión (MDI), y miembro de la directiva de la Plataforma Nacional de Conflicto, considera que el comité de postulaciones, que lleva a cabo la revisión de las credenciales de los candidatos a ser miembros del Consejo Nacional Electoral, tiene una desviación de origen, que no se adapta, evidentemente, no sólo a la norma, sino también al espíritu, de lo que debe representar un comité como tal.
¿Cómo ha visto usted la integración del Comité de Postulaciones?
-El Comité de Postulaciones tiene una desviación de origen; que no se adapta, evidentemente, no sólo a la norma, sino también al espíritu, de lo que debe representar un comité como tal. Primero hay una pésima interpretación por varios actores. Uno de ellos, por ejemplo, el mismo Maduro, quien decía que comité de postulaciones designará el CNE, y, en principio, lo único que tiene como responsabilidad es recoger las credenciales de los candidatos a ser miembros del CNE; para poder ordenar, clasificar; de modo que la sesión de la Asamblea Nacional decida quienes son los seleccionados, en ese sentido.
-En segundo lugar, el comité de postulaciones debería representar a la sociedad civil. Ese es el estilo y es evidente que, teniendo miembros 9 de 10 representando partidos políticos; tanto de oposición, como de quienes ejercen el poder y teniendo constituyentistas en su seno, ciertamente, hay una perversión de origen, en relación a lo que es la concepción de lo que es un comité de postulaciones de la sociedad civil; porque no solamente es que sea postulado por esa sociedad, sino además que represente su espíritu.
-El tercer elemento es la proporción política a lo interno del seno del comité. Incluso, asumiendo que debe tener representantes de partidos políticos; en el entendido de que se trata de una negociación de cuotas, con respecto a la representación en la AN; en mi caso, yo no entré a esa clase, en donde sí lo hicieron estos diputados de la oposición; que teniendo una posición 7 – 3, y que ponderando el asunto de la negociación, podrían llegar a 6 – 4; la postulación del comité de postulaciones termina siendo 5 – 5. Yo a esa clase de negociación falté; me perdí.
-Porque, en verdad, el nivel de torpeza en la magnitud, incluso, del mismo proceso de negociación, como se plantea del único espacio de diálogo que, aparentemente, existe entre el sector de Maduro y el sector de la oposición, pues parece que está bastante desproporcionado, en relación no solamente a la representatividad que tiene el sector de la oposición, de poder sostener la impronta, la condición jurídica, legal, de legitimidad; para poder ejercer la representatividad, a la que está mandada.
¿Eso va en la misma línea de su salida del Frente Amplio?
-Sí, claro, la línea va un poco más del Frente Amplio; pues responde a un lamentable ejercicio hegemónico del G-4 en todos los espacios, que pretende ocupar. Yo en verdad que no tengo ningún tipo de adversión a los partidos políticos. Formo parte de uno de unos de ellos, que es el MDI. Creo profundamente en los ejercicios unitarios; pero no creo en las falsas unidades y en las falsas convocatorias a prestarse al juego de la imposición de una disputa entre cuatro partidos que, históricamente, a mí no me corresponden; ni ser parte ni representar ni admitir.
-Creo que estas organizaciones son fundamentales, para la posibilidad de la superación de la dictadura en Venezuela. Pero una cosa es esa, y otra cosa es que uno se preste al juego de los intereses de las organizaciones, que se hacen llamar mayoritarias dentro de la oposición; cuando realmente, al final, es difícil tener un medidor de las proporciones y las capacidades de mayoría en este momento dentro del sector de la oposición.
-La oposición es mayoría con respecto a Maduro, y con la dictadura; pero más allá de eso, la verdad es que dentro de la misma oposición, hoy estas poses mayoritarias liberan muchísimo ruido por la falta de modestia, con relación al hecho de la necesidad de una convocatoria real de la unidad en todos los sectores de la oposición.
–El Frente Amplio no cumplió desde nuestra perspectiva, como organización y en lo personal, con este objetivo. Respetamos el funcionamiento, que sigue ejerciendo; pero nosotros decidimos apostar al desarrollo de la Plataforma Nacional de Conflicto, como un espacio más tolerante; de mayor ejercicio democrático; de reglas mucho más claras, con respecto a como se funciona, como se incorpora o desincorpora; como se participa en un espacio de articulación, y se crea un espacio autónomo; de modo que decidimos mantener relaciones con esta plataforma, así como otras instancias de articulación.
¿Usted nos pudiera refrescar: sobre el origen y en qué consiste esa plataforma?
-La Plataforma Nacional de Conflicto nace el 24 de septiembre de 2018 en un acto en el Aula Magna; donde se presenta una proclama nacional de conflicto con la consigna: todas las luchas, una sola lucha; que, por cierto, hoy es utilizada por el presidente Juan Guaidó; para la proclama del conflicto. Estructura, discurso, contenido; que ha sido asimilada también, a lo que es su actual estrategia; un tiempo después, pero eso a nosotros nos complace: saber que se incorporan elementos, producto del ejercicio de la posibilidad de tener organización en este momento en 18 estados del país; con capacidad de movilización para la protesta y de manera activa en estos 18 estados.
-Esta plataforma está conformada, sobre todo, por sectores de la sociedad civil: gremios, sindicatos. Estamos hablando desde la CTV o Unete, Unidad Democrática del Sector Educativo; los sectores de la salud; hasta partidos políticos, que no son del G-4: MDI, Bandera Roja, Fuerza Liberal, Movimiento Progresista, Encuentro Ciudadano; seguramente, se me escapan muchos otros nombres; incluso, hasta organizaciones como Vente Venezuela o Alianza Bravo Pueblo en el caso de algunos estados.
-O sea, no es excluyente ser o no ser del Frente Amplio, para pertenecer a esta plataforma; que es lo que hemos tratado de demostrar durante este año y medio de funcionamiento; en donde hemos formulado una política muy clara de unificación de acciones, de esfuerzos, de definición de contenidos; que en este momento nos conducen; primero, a potenciar el uso de la movilización social, como el elemento fundamental para la presión; que se necesita en función del restablecimiento y la construcción de una nueva democracia en el país.
-Hemos hablado de la rebelión popular como una de las piezas fundamentales en el tablero de ajedrez; para la recomposición del estado de derecho, y hemos comprendido que nuestro rol fundamental, no es un rol electoral; no es un rol partidista, sino que es un rol de confluencias, para la movilización y acción en la calle.
Henry Ramos Allup ha dejado entrever que la oposición podría participar de las elecciones parlamentarias; aun cuando no se convoquen las presidenciales. ¿Qué piensa usted, en ese sentido?
-Esa afirmación es absolutamente contradictoria, con respecto a un partido que decidió no participar en las elecciones del 20 de mayo de 2018, y que ahora con el argumento, que se debe participar en las parlamentarias; porque tocan las parlamentarias; entonces debió haber participado en las presidenciales; porque tocaban en el 2018.
-Sin embargo, ese mismo partido político no reconoce las elecciones de 2018, y dice que debe haber elecciones simultáneas, es decir, las presidenciales y las parlamentarias, tratando, a ese respecto, de recoger el asunto; que no resulta sino un trompo enrollado, y el cual tendrá que desenrollarlo con los propios miembros de su organización; que en este momento están divididos y están en una pugna por participar o no participar en las parlamentarias.
-Eso corresponde a esa organización política. Nosotros desde la plataforma y en mi caso desde el MDI compartimos una misma política, y es la política de que nosotros estamos exigiendo elecciones simultáneas con condiciones y, primero, presidenciales y, luego, parlamentarias. Puede haber presidenciales sin parlamentarias, pero no parlamentarias sin presidenciales.
-Ese es nuestro criterio. Es el que defendemos; pues una de las condiciones fundamentales es que, precisamente, las elecciones que corresponden en este momento, son las que se adeudan; no las que otros quieren hacer, sin saltar la deuda anterior del año 2018; porque no reconocemos el resultado electoral de ese año.
-Quiero que me entiendan no de una manera ni extremista ni de talibana. Quiero que lo vean incluso como parte de un proceso de negociación; en donde uno va con lo que cree que es el escenario ideal, para que sobre la demostración de capacidad y de fuerza se pueda lograr lo máximo, de lo que tú aspiras. Eso quiere decir que en un proceso de negociaciones, estamos conscientes de que no se logra, de repente, todo lo que deseamos, pero uno no puede empezar un proceso de negociación, con lo que se cree que va a aceptar el otro; sino con lo que tú deseas, efectivamente, tener en beneficio de un proceso de negociación.
-Entendemos que debe haber un proceso de negociación. Pero que no debe ser en condición de debilidad; que no sea el de cometer los errores de los procesos de negociación anterior, y que la pugna debe girar en torno a la capacidad, que podamos demostrar de fuerzas.
-Tenemos ya el apoyo de casi 60 países en el contexto internacional de los principales gobiernos del mundo, y no puede ser que flaqueemos a lo interno de nuestro territorio, al no poder acertar, en lo que aspiramos, para que se logre lo máximo posible; en función ya no del beneficio de las organizaciones partidistas; sino en función de lo que está deseando el pueblo venezolano; que es salir de esta ingente y desgraciada crisis; así como recobrar la democracia.
¿Usted cree que en verdad hubo sobornos, en lo que atañe a la constitución de la fracción parlamentaria CLAP?
-Lo primero es que yo no hablaría de fracción CLAP. Porque yo creo que también estaríamos poniendo en el mismo lote a toda la gente, que recibe la caja CLAP, y que la adquiere, porque su salario ha sido expropiado. Esa es una fracción de diputados de maletín, y que, efectivamente, fueron sobornados; en unos casos extorsionados, en otros comprados.
-A mi no me lo cuentan: en el MDI lo vivimos. Nosotros teníamos a una diputada; que, por cierto, venía de los Tupamaros, y se había incorporado al movimiento desde el año pasado, y ella, antes de aceptar el dinero, nos había advertido ya de este proceso, que se estaba dando; del ofrecimiento que le habían hecho; lamentablemente, al final terminó sucumbiendo a la tentación de la cruzada, admitida por ella misma.
-En varios medios de comunicación nosotros publicamos un pronunciamiento, que hicimos como movimiento; después de un proceso disciplinario interno, y en donde mostramos las pruebas públicas, del reconocimiento de ella de la aceptación un dinero en el marco de la llamada Operación Alacrán.
-Así que no es cuento. Estamos absolutamente seguros; de que esa operación se ejecutó y se sigue ejecutando; porque todavía están tratando de extorsionar a algunos. Lo que pasa es que, lamentablemente, la jugada planificada por Diosdado Cabello y secundada por Maduro, El Aissami, Cilia Flores, y todos los que participaron en la reunión, creo que el 7 de diciembre del año pasado con los 14 diputados, en representación de 30; que era lo que aspiraban tener; para el control de la sesión de la AN, a los fines de no lograr que Juan Guaidó no fuese presidente; lamentablemente, no les funcionó, porque con los 51 diputados de ellos tampoco tenían la mayoría.
-Hoy, además, ese bodrio; conducido por Parra, no tiene el reconocimiento ni siquiera de Rusia; que era el objetivo fundamental de ellos. ¿Para qué hacen ellos esta operación? Para que Rusia reconociera una AN; que pudiese aprobar solicitudes de endeudamiento con ese país; no obstante, el canciller ruso en su último viaje para acá, les dejo claro que no iban a aceptar esa pantomima, de la AN. No reconocen su legitimidad, para poder generar ningún tipo de procedimientos administrativos; que pueda avalar la deuda con Rusia.
