Al menos 68 países, según los estudios iniciales, verán «considerablemente obstaculizada» la realización de dichos servicios, poniendo en riesgo a alrededor de 80 millones de niños menores de 1 año.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha advertido de que la pandemia de COVID-19 «amenaza con socavar los servicios de inmunización que salvan vidas en todo el mundo», lo cual podría poner en peligro «a decenas de millones de niños en países ricos y pobres» frente a «enfermedades mortales como la difteria, el sarampión y la neumonía«.
«Desde el cambio de siglo, la mortalidad infantil se ha reducido a la mitad, en gran parte gracias al poder de la vacunación segura y eficaz. A medida que el mundo se une para desarrollar una vacuna segura y eficaz para COVID-19, no debemos olvidar las docenas de vacunas que salvan vidas que ya existen y que deben seguir llegando a los niños de todo el mundo», ha argumentado el director de la OMS.
Tedros Adhanom Ghebreyesus ha apuntado que toda suspensión de los servicios de vacunación infantil es «una importante amenaza para la vida». Igualmente, ha argumentado que «la epidemia de desinformación» también ha perjudicado a la vacunación en los últimos años, por lo que ha hecho «un llamamiento a todos para que hagan más por evitar que los rumores y la pseudociencia socaven los esfuerzos de salud pública que salvan millones de vidas».