¿Fueron torturados los susodichos “invasores” gringos Airan Berry y Luke Denmn? o ¿untadas, sus billeteras con dólares proveídos por la RoboLución, para incriminar y asesinar, a quienes le vino en gana?
Omar Estacio Z.
Voy a tomarme la libertad de relatar, inicialmente, lo que ocurre tras las videocámaras de los interrogatorios, del SEBIN, el CICPC, del DGCIM. Lo haré, en primera persona del singular, por haberlas enfrentado, como defensor judicial de varios opositores.
Comienza la farsa ¡Cámara! ¡Acción!
– Y, ahora ¿Por qué, no nos cuentas, para el canal de “todos los venezolanos” cuánto te pagaron, Iván Duque, Bolsonaro, Sebastián Piñera y el mismísimo, Mr. Donald J.Trump, por asesinar al camarada Maduro?
-¡Caramba señor, no conozco a ningunos, Duque, Bolsonaro, Piñera. Menos, aún, al tal, mister Trump!
–¡Cooorten! ¿Conque no los conoces? ¿Ah? ¡Detective Mogollón, aplíquele su buena paliza al ciudadano, pa’ refrescarle la memoria!
La aberración, siempre ha sido la misma, aunque cada una con sus matices. Un testimonio arrancado mediante tormento o en su defecto, cualquier miserable que se preste a aseverar lo falso o negar lo verdadero, a cambio de alguna migaja. El “testigo estrella”, que manaba credibilidad de solo mirar los ojos de un Fiscal General coludido, no ha sido el primero, ni el último. Hasta que tengamos un gobierno decente, si quiera a medias.
Y ya, que nos hemos formado idea somera de lo que ocurre tras bastidores de esas videocámaras, corresponde comentar lo que miramos frente a ellas y aquí llegamos a donde no quisiéramos haber llegado: A las supuestas confesiones de dos pretendidos norteamericanos, Airan Berry y Luke Denmn, coprotagonistas de la “Operación Gedeón”, al timón de una barca muy precaria, en medio de las embravecidas olas de la ruta marítima de más de mil kilómetros, Río Hacha, Colombia-Macuto, Venezuela.
¿Fueron torturados los susodichos “invasores”? o ¿Untadas, sus billeteras con dólares proveídos por la RoboLución, para incriminar y asesinar, a quienes le vino en gana?
La Constitución “Bolivariana”, – esa butifarra jurídica, ni siquiera escrita por venezolanos, sino por dos mercenarios de, Valencia, España – el Código Orgánico Procesal Penal, la normativa internacional sobre la materia, exigen que las diligencias en fase de investigación penal, han de ser reservadas; que quien se entere de su contenido en razón de su profesión u oficio sea sancionado si las hace públicas (Cabello y Rodríguez Gómez, por divulgar los videos de Berry y Denm, recibieron palmaditas sobre sus retaguardias); que las declaraciones de todo imputado, han de ser en presencia de su defensor judicial y un fiscal del Ministerio Público, previa advertencia del derecho que tiene a no incriminarse, a sí mismo. Pero ¡al Demonio! con los enfermos y con los principios universales aplicables a las confesiones.
La Convención de Viena, sobre Relaciones Consulares, CVRC, (1963), por otra parte, exige que tales funcionarios del servicio exterior, tienen la obligación y el derecho, de entrar en contacto, “lo más pronto posible”, con todo connacional, arrestado, detenido o preso, dentro de su jurisdicción consular. Todo a objeto, de protegerlo y asistirlo en la “organización” de su defensa (Cfr. artículo 27 literal “c” de la CVRC y regla, 28 § 50.5 del Código Federal de EE UU).
La Corte Internacional de Justicia, (RF Alemana v. USA, caso LaGrand y México v. USA, caso, Avena) en dos de sus sentencias más señeras, dictaminó que el desacato del derecho a la “asistencia consular” fulmina de nulidad, ad initio, toda investigación o proceso penal por quebrantar derechos humanos del enjuiciado. Hasta donde sabemos, la Confederación Helvética, representante desde abril de 2019, de los intereses y de los ciudadanos de EE UU en Venezuela, no ha sido notificada, por lo que mal ha podido intervenir, en los encarcelamientos de los susodichos, Berry y Denm.
¿Aspiraba, el desgobierno del señor Maduro con la “Operación Gedeón” desprestigiar en el ámbito internacional a, Guaidó, incluidos, los anhelos libertarios venezolanos? ¿Buscaba armar “caso” contra EE UU, ante la ONU para inhibirlo en su apoyo a la restauración de nuestra democracia? Han debido, si esas eran sus pretensiones, guardar las formas. No naufragar en la chapuza.
De confirmarse la ciudadanía norteamericana de, Berry y Demna, las irregularidades en sus “confesiones”, se sumarían a las detenciones arbitrarias, en Venezuela, de los también norteamericanos, Tomeu Vadell, Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo, Gustavo Cárdenas y José Pereira, exejecutivos de Citgo. Más de dos años presos, sin ser llamados a juicio, no es asunto menudo. Por menos, en materia de protección de sus nacionales, EE UU invadió República Dominicana (1965) Grenada (1983), Panamá (1989), Somalia (2012). Para no hacer recuentos más completos.
@omarestacio